La Orquesta Filarmónica de Nueva York inició el martes un histórico concierto en Corea del Norte en el marco de una ofensiva diplomática para mejorar las tensas relaciones de Estados Unidos con el país comunista.
La orquesta, dirigida por Lorin Maazel, inició el concierto interpretando los himnos nacionales norcoreano y estadounidense ante 1.500 invitados, en el Gran Teatro de Pyongyang.
Interpretará a continuación el Preludio al III Acto de la ópera "Lohengrin" de Richard Wagner, la Novena Sinfonía de Antonin Dvorak y "Un americano en París", de George Gershwin.
El concierto supone un intercambio cultural sin precedentes entre Estados Unidos y Corea del Norte, incluida por el gobierno del presidente George W. Bush entre los países del "eje del mal".
Pero huboi una evolución de posturas desde el año pasado, tras el acuerdo alcanzado en las negociaciones entre Corea del Norte, Estados Unidos, Rusia, Japón, China y Corea del Sur para que Pyongyang desmantele todos sus programas nucleares.
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