
La moderna trayectoria de Citroën en España no se explica sin el concurso de Magda Salarich, pionera en tareas de dirección de una gran empresa y cuya vida laboral ha estado vinculada casi diez trienios al grupo automovilístico PSA.
Salarich, que hoy anunció que deja la dirección general de Automóviles Citroen España, con responsabilidades y competencias de verdadera ejecutiva, empezó a trabajar en la empresa en 1979, recién licenciada en Ingeniería Industrial en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería (ICAI).
Madrileña pese a un apellido de procedencia catalana, comenzó su andadura profesional en la sede fabril de Citroen Hispania S.A. en Vigo (Pontevedra) hace 27 años, donde fue responsable del departamento de Información Interior.
Posteriormente pasó por el de Formación-Información, fue jefa del Servicio de Prensa y Relaciones Públicas y directora de Marketing, adjunta al director comercial de Europa.
En 1994 asumió como directora de Marketing Comercial de Europa en el grupo francés y el 22 de noviembre de 1995 fue nombrada directora general adjunta de la filial española de la marca de los chevrones.
A partir de enero de 1996 asume el nuevo cargo en España y adquiría nuevas competencias en las áreas de venta, posventa, recambios y mercado.
La estrategia comercial de Salarich se basó en una agresiva política de descuentos porque, como dijo en su día, "los descuentos facilitan una política más dinámica con los concesionarios" y lo sustenta en otra de sus teorías: "el cliente compra un coche por precio y por diseño". Pero siempre con un concepto inamovible: la rentabilidad.
Como directora de Marketing para Europa, no abandonó este cargo al ser nombrada directora general de la filial española y directora comercial del grupo en Europa, en julio de 1999. A estos cargos añadió en 2001 el de consejera delegada de Citroen España.
Como directiva, desde dentro y fuera de la marca, se le ha tachado como una de los mejores profesionales del sector, y no oculta que exige a sus equipos mucha organización y disciplina.
Enamorada de su trabajo, puede conversar durante horas diseccionando el sector, juzgando las campañas de promoción de la competencia y nunca dejó de iluminársele la cara cuando el asunto a abordar era una de las novedades de su marca o algún plan promocional.
Las 24 horas del día de siempre le quedaron cortas, de ahí su obsesión por el máximo aprovechamiento del tiempo. Defendió reuniones de trabajo de no más de una hora, como si esos 60 minutos fueran la frontera entre la eficacia y los fuegos de artificio.
Al margen de los coches, su afición derivó también hacia otros vehículos más pedestres. Se confiesa seguidora de los paseos en bicicleta y raro era el año en que no organizaba su clásico Camino de Santiago.
Nunca abusó de la "debilidad" femenina para escalar posiciones y en entrevistas y conversaciones con los más próximos se jactaba de que su triunfo siempre fue como persona y nunca como mujer.
La dedicación a Citroen tuvo su tributo. Mujer de familia, cinco días de la semana transcurrían en el avión. París era su "morada", o Londres, o Milán; se le veía en Río de Janeiro, Buenos Aires, Pekín, pero siempre quedaba un resquicio para llegar a casa y vivir hasta el lunes por la tarde un suspiro de ambiente familiar.
Inquieta con las manifestaciones artísticas, la ópera, la pintura y, sobre todo, la poesía, llenaban tantas horas de avión, y dentro de esa lírica leída, un poeta: el nicaragüense Ruben Darío, al que rara vez dejaba de aludir en algún verso en los muchos homenajes que recibió.
Multitud de premios ha recibido durante su trayectoria profesional: Empresaria del Año, el Women Together, Woman of the Year, por la revista Automotive News; insignia de Caballero de la Legión de Honor; premio a la investigación de la Fundación Eduardo Barreiros; "Personaje ilustre de la Automoción Española".
Su futuro es toda una incógnita, pues el verano despejará interrogantes. Algunos rumores apuntan hacia un cargo de alta responsabilidad en una gran superficie. Su conocimiento del automóvil no la descarta para recalar en otras marcas. Pero tampoco sorprendería una incursión en la política. Amistades de líderes emergentes no la faltan.