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¿Qué son los combustibles renovables? Te explicamos por qué se llaman así y los diferentes tipos que existen

El biodiésel ya está a la venta en muchas gasolineras en España. Foto: Repsol

En muchas estaciones de servicio ya se comercializan estos combustibles que se anuncian como 100% renovables y que se pueden usar en los coches actuales sin ningún problema.

Hacer que el actual parque mundial de vehículos con motores de combustión sea lo más "limpio" posible es un reto al que se enfrenta toda la sociedad. Reducir al máximo las emisiones de CO2, responsables del calentamiento global, es un reto en el que cada gramo y cada proceso es de vital importancia y de ahí surgen los combustibles renovables que se dividen en dos tipos, los biocombustibles y los combustibles sintéticos. Se dice que un combustible es renovable porque consigue un balance neutral de emisiones en su producción con respecto a su uso. La teoría dice que el CO2 que liberan estos biocombustibles, similar al de un combustible derivado del petróleo, ya había sido absorbido durante su ciclo de vida por las plantas y residuos vegetales con los que se han producido.

¿Cómo se obtiene un biocombustible?

Los actuales biocombustibles que se ya se comercializan son los denominados biocombustibles de segunda generación. Esto significa que la materia prima para su producción procede de desechos de la agricultura y la industria alimentaria. Se trata de residuos orgánicos como aceites de cocina usados, restos de poda, y cualquier desperdicio orgánico vegetal (biomasa) y no de productos agrícolas cultivados específicamente para producción de combustibles, como ocurría con los biocombustibles de primera generación que se destinaban principalmente para obtener bioalcohol o etanol.

Los e-fuel o gasolinas sintéticas no están a la venta pero ya se utilizan en competición y en pruebas de vehículos clásicos.

El primer ejemplo existente en el mercado de estos biocombustibles es el biodiesel que ya se puede adquirir en algunas gasolineras de España, aunque todavía son pocas. Es totalmente apto para los vehículos de gasóleo, ya sean turismos, camiones o autobuses, pero no solo para transporte, también es utilizable para calefacción o la industria. La biogasolina como tal todavía no existe porque lo que tenemos ahora es una mezcla de gasolina tradicional con bioalcohol, pero en este caso obtenido con biomasa y desechos orgánicos. La gasolina que consumimos ya lleva un 5% de etanol (es la E5) aunque también hay existe la E10 que eleva ese porcentaje de bioalcohol hasta el 10% (E10). Hay que verificar si nuestro coche puede funcionar con gasolina E10, aunque la mayoría de los vehículos actuales están preparados para ello, pero no los clásicos.

Combustible sintético o e-fuel

En este caso se producen en una refinería pero no a partir del petróleo si no capturando el CO2 de la atmósfera y mezclándolo, mediante y sofisticado y complejo proceso, con hidrógeno producido con energías renovables. De momento no se comercializan para combustibles sintéticos, aunque sí se emplean en competición y en diferentes vehículos de pruebas. El principal problema para su producción es la gran cantidad de energía necesaria para producir el hidrógeno, por lo que es necesario que esa energía sea de una fuente renovable para que el balance de CO2 sea realmente neutro.

El principal problema de los e-fuel es su elevado coste de fabricación.

Estos combustibles renovables tienen un precio ligeramente superior al equivalente "tradicional", pero hay formas de "compensar" esa diferencia de precio. Repsol, por ejemplo, compra el aceite usado de cocina en ciertas estaciones de servicio, por 30 céntimos el litro que se añaden a su programa Waylet, con un máximo de cinco litros diarios, una manera de contribuir a la continuidad de estos combustibles renovables y, de paso, ahorrar en su adquisición.

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