
Fagor irrumpe en el mercado de las baterías NMC (Níquel-Manganeso-Cobalto) para entrar en el negocio de la movilidad eléctrica. El grupo perteneciente a la cooperativa Mondragon lanza tres tipos de baterías de litio de alto rendimiento de la mano de Fagor Ederbatt.
Así, esta nueva cooperativa de Fagor presenta en el mercado tres referencias de este tipo de baterías de iones de litio, que "dan respuesta a las necesidades de la mayor parte de las aplicaciones de movilidad presentes en el mercado", aseguran. Así, mediante esta oferta, pretende impulsar el desarrollo de la movilidad eléctrica en el transporte ferroviario y marino, en autobuses eléctricos, vehículos comerciales ligeros y vehículos 'off- road', así como en aplicaciones industriales.
Desde Fagor Ederbatt aspiran a convertirse en "un actor clave en la transición" eléctrica, desarrollando y comercializando "baterías de altas prestaciones que cumplen con los estándares más exigentes del mercado". "Nuestra contribución es tangible: baterías más ligeras, de menor volumen y alta eficiencia energética, ya integradas en autobuses eléctricos, trenes, sistemas de carga móviles e instalaciones portuarias, aportando así una solución real a la necesidad de electrificar el transporte", según destaca Ricardo Valoria, director comercial de Fagor Ederbatt.
En este proyecto, además de Fagor Ederlan y Mondragon, también participan las cooperativas Orkli, Mondragon Assembly, Ikerlan y Ezten, el Fondo de Capital Riesgo del Grupo SPRI, la Agencia Vasca de Desarrollo Empresarial adscrita al Gobierno vasco.
Baterías LFP y de estado sólido
Además, Fagor Ederbatt lanzará al mercado una nueva batería este mismo año, en este caso LFP (litio- ferrofosfato), que complementará las actuales referencias basadas en NMC. Y, al mismo tiempo, proseguirá con sus desarrollos tecnológicos iniciados en 2024 en sus instalaciones productivas ubicadas en Zamudio (Bizkaia), basados en baterías de estado sólido.
Las baterías NMC son un tipo de batería de iones de litio realizadas con una combinación de níquel, manganeso y cobalto que son muy utilizadas en dispositivos electrónicos portátiles pero también en vehículos eléctricos. Destacan por su alta densidad energética, lo que permite más almacenamiento de energía en poco espacio. Además, ofrecen mayor potencia de salida y su vida útil es más prolongada, por lo que pueden soportar más ciclos de carga y descarga antes de degradarse.
Las baterías LFP (LiFePO4), por su parte, son las baterías de iones de litio con fosfato de hierro y litio en su cátodo, lo que las hace más económicas. Se caracterizan por que su estabilidad térmica y química garantiza su seguridad ante incendios o explosiones y por ser respetuosas con el medioambiente, ya que no contienen cobalto. Otra de sus ventajas es que son compatibles con altas velocidades de carga y descarga, si bien, como principal desventaja es que ofrecen una menor potencia.
Por último, las baterías de estado sólido se presentan como una alternativa a las baterías convencionales, ya que ofrecen mayor autonomía para vehículos eléctricos, mayor densidad energética, más seguridad, una vida útil más prolongada y mayor rapidez de carga. En su fabricación se reemplaza el electrolito líquido que permite el transporte de iones entre los electrodos por uno sólido.