
Antolin ha salido de pérdidas en este primer trimestre del año. La empresa burgalesa proveedora de soluciones de tecnología para la industria de la automoción obtuvo un beneficio neto de 5,6 millones de euros, frente a las pérdidas de 3,3 millones del mismo período del año anterior y las pérdidas netas de 29 millones que anotó al cierre del ejercicio 2024, gracias a su plan de reducción de costes.
La empresa se encontraba acometiendo una reestructuración industrial como parte de su Plan de Transformación, que implicaba desinversiones, y el cierre de plantas en España, Alemania y Sudáfrica. La venta de activos ha tenido un valor total de 12 millones de euros, de los cuales 10 millones se corresponden con operaciones cerradas durante estos últimos tres meses.
De esos 12 millones, unos 9,8 millones correspondieron a la venta de un edificio en España, 800.000 a la venta de una de sus instalaciones en Francia y 1,2 millones de las ventas de las empresas CML Innovative Technologies en Reino Unido y CML Technologies en Alemania. Durante este año, la empresa española espera completar la segunda fase del programa de desinversión con el fin de ingresar 30 millones de euros por la venta de activos no productivos y no estratégicos.
Antolin ha explicado que estas desinversiones refuerzan su posición financiera y consolidan su posicionamiento industrial "para afrontar los cambios del mercado, con una mayor presencia en mercados más pujantes".
Aun así, los ingresos del fabricante han caído un 5,2% anual en los primeros tres meses del año, hasta los 985 millones de euros debido a "la inestabilidad del mercado" y la "atonía de la producción de mundial de vehículos".
Con todo, Antolin obtuvo una mejora de su rentabilidad operativa en el primer trimestre de 2025 con un incremento de su beneficio operativo del 15% anual, hasta los 95 millones de euros, mientras que el margen de su ebitda se colocó en el 9,7%, lo que significa un aumento de 1,7 puntos porcentuales más. Al mismo tiempo, su beneficio de explotación (ebit) subió un 52% interanual, hasta los 35 millones de euros
La empresa ha querido destacar que estas cifras son producto de su Plan de Transformación, a través del cual está ejecutando medidas financieras y desinversiones, así como de la ventaja competitiva que supone la distribución geográfica global de su red industrial.
En este sentido, Europa y Resto del Mundo (Marruecos, Brasil y Sudáfrica) y Norteamérica, son las dos regiones que más aportan a su negocio y en las que se han centrado sus esfuerzos de eficiencia operativa y reorganización de las plantas. Tras este reajuste con cierre de fábricas, sus mercados en estas regiones experimentaron un crecimiento del ebitda, con alzas del 12% y 29%, respectivamente, aumentando los ingresos un 4% en Norteamérica, si bien la cifra cayó en la misma medida en Europa y Resto del Mundo (Marruecos, Brasil y Sudáfrica) un 11% (59 millones). Asia también registró un descenso del 3,4% de sus ingresos, hasta los 6 millones de euros, con una caída de la rentabilidad del 15%, lastrada por la finalización de programas en China.
La empresa prevé una recuperación progresiva de sus volúmenes a partir del cuarto trimestre de 2025. También ha afirmado que su modelo de producción flexible ha demostrado su eficacia ante la creciente intermitencia en la fabricación de vehículos ("Stop&Go") y que se apoyará en una mayor estabilidad normativa y en la consolidación de las medidas de eficiencia que ya ha implantado.
Igualmente, la compañía presidida por Ernesto Antolin, ha explicado que, a pesar de que el contexto geopolítico es incierto y hay endurecimiento de las tensiones comerciales con la política arancelaria de Donald Trump, ha logrado sortear con eficacia el impacto de los gravámenes gracias a su estructura industrial diversificada. La configuración de sus plantas le permite a la compañía fabricar cerca de sus clientes, adaptarse con agilidad a los entornos regulatorios locales y mitigar los riesgos logísticos y financieros.