Motor

Google estudia encargar a Toyota un coche autónomo

Podría parecer que Toyota avanza con cautela en la carrera por el coche autónomo. Un repaso a la cronología de sus movimientos deja ver pasos sólidos, a través de una estrategia de alianzas: si las tecnológicas ponen talento y arriesgan, que se lleven su parte del negocio.

El 30 de abril se hizo público que la firma japonesa Toyota había sellado un acuerdo preliminar de colaboración con Waymo, el brazo de conducción autónoma de Alphabet (Google). La intención concreta sería desarrollar una plataforma para vehículos autónomos -el concepto de la base técnica, desde chasis y propulsión, a electrónica y software de control-, en la que Toyota aportaría sus conocimientos en vehículos.

Objetivo "cero accidentes"

Toyota no quiere ser un puro "mecánico", que simplemente aporta un vehículo al proyecto, por lo que el comunicado pone el acento en sus fortalezas en software avanzado y en innovación para la movilidad. Un objetivo de Toyota es conseguir un escenario de "cero accidentes" y esperan del trabajo con Waymo obtener avances que puedan aplicar a los coches para particulares. En la actualidad, los sistemas de seguridad de Toyota se aglutinan bajo la denominación TSS (Toyota Safety Sense), distintos grados de seguridad en función del segmento (y precio, en consecuencia) de sus coches. Waymo, basándose en decenas de millones de kilómetros recorridos, presume de que su conducción autónoma está implicada en un 81% menos de accidentes con heridos que la conducción humana.

Lo que resulta innegable es que Waymo tiene más experiencia que cualquiera de los participantes en conducción autónoma. Fue pionero e inundó de dinero el concepto, antes de ofrecer al mundo Waymo One, su servicio de taxis robóticos. Ahora, cada semana sus coches autónomos realizan 250000 desplazamientos en San Francisco, Los Ángeles, Phoenix y Austin, en Estados Unidos. Entre los objetivos de Waymo está crear un "conductor digital", genérico, que se pueda aplicar a diversas plataformas de vehículos y a distintos negocios.

Toyota también para Uber

Un día más tarde, el 1 de mayo, se anunciaba que May Mobility y Uber iniciaban una unión plurianual estratégica en EE.UU.. May aplicará su tecnología autónoma a vehículos Toyota Sienna y los servirá a Uber para sus servición de robotaxis.

La colaboración de Toyota con May viene de muy atrás. De hecho, el fundador y CEO de May tiene sus orígenes en el DARPA, del departamento de Defensa americano, donde fue mano derecha de Gill Pratt, hoy jefe científico de Toyota. Tras los incidentes con el transporte automatizado en Toyota e-Palette en la villa olímpica durante los juegos de Tokyo, Toyota encargó a May aplicar en ellos su conducción autónoma. Desde finales de 2024, los microbuses autónomos Toyota e-Palette guiados por May ofrecen a trabajadores y visitantes de una de sus plantas japonesas transporte sin conductor (aunque, por cuestiones legales, con un "supervisor" a bordo).

Para Uber, la relación con May busca acelerar la escalabilidad de la "Autonomía como servicio", un paso más avanzado que la actual "movilidad como servicio". En lenguaje llano, si la propuesta de Uber actual es que se pueda prescindir del coche privado, su siguiente paso es prescindir también de los conductores de sus vehículos. El primer paso de esta escalada de Uber se hará en Arlington, una ciudad de Texas, a finales de 2025. Según el comunicado de ambas empresas, esperan que el mercado del transporte autónomo suponga un billón de dólares (1 trillion, en inglés) y continuarán en 2026 la expansión por otras ciudades americanas.

Uber usará Momenta en Europa

Con apenas un día de diferencia, Uber anunció un acuerdo con Momenta, empresa que ya cuenta con robotaxis en numerosas ciudades en China. Su primera aplicación será en los Uber europeos, a principios de 2026. Momenta, una empresa fundada en 2016, ofrece en China a los fabricantes de coches tanto soluciones de conducción asistida (Mpilot) como de conducción totalmente autónoma (MSD). Cuatro modelos de Mercedes en China emplearán tecnología de Momenta entre este año y 2027.

Un robotaxi del grupo chino SAIC con tecnología de conducción autónoma de Momenta
Un robotaxi del grupo chino SAIC con tecnología de conducción autónoma de Momenta

May lleva trabajando cuatro años en Arlington con su tecnología, por lo que su despliegue inicial puede resultar engañosamente prometedor. La versatilidad de su sistema de conducción será clave a la hora de generalizarlo y aplicarlo a otras ciudades. Exactamente, lo mismo que quiere conseguir Waymo, para vender a otros. Ni Waymo, ni Uber colaboran exclusivamente con vehículos o con tecnología Toyota, sino que expresan su deseo de trabajar con desarrolladores líderes de vehículos autónomos.

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