
Es una propuesta de la CNMC, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, para hacer más accesible el permiso de conducción a los jóvenes.
La figura del adulto como profesor de conducción de un menor es algo que hemos visto en infinidad de ocasiones en las películas norteamericanas, donde en algunos estados, se trata de una práctica habitual. En Europa también existe en algunos países como Francia o Reino Unido, aunque con una serie de requisitos. La idea de la CNMC es que la mayoría de los que acceden a sacarse el carné de conducir son jóvenes, con un bajo poder económico y esta solución podría hacer más fácil la movilidad de los jóvenes en zonas rurales más despobladas.
La CNMC no desarrolla en su propuesta cómo se llevaría a cabo esta práctica pero, por ejemplo, en Francia, Bélgica, Italia y Reino Unido, es necesario que el aspirante haya superado el examen teórico antes de poder recibir las clases prácticas con un adulto, aunque en cada país hay unas normas. De la misma forma el adulto formador también debería cumplir algunos requisitos mínimos para poder realizar esa enseñanza, además de ser el padre o tutor responsable del menor.

Una práctica prohibida en España
La reacción de la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) no se hizo esperar y recuerdan que en España ya no es necesario pasar por una autoescuela para obtener el permiso de conducir. De la misma forma las aseguradoras recuerdan los riesgos de esta práctica, tanto en las sanciones de la DGT, que pueden conllevar multas muy elevadas, retirada del carné para el adulto y hasta penas de prisión, como en los posibles riesgos de un accidente que podrían no estar cubiertos por la aseguradora, lo que supondría un grave problema de responsabilidad civil y económica.
Ni siquiera en zonas apartadas, con muy poco tráfico es posible realizar este aprendizaje de conducción acompañado por un adulto en España. Desde la CNAE también recuerdan la importancia de utilizar vehículos con doble mando, algo vital para la seguridad vial, no solo para los ocupantes del vehículo en el que se lleva a cabo la formación, también para el resto de usuarios de la vía pública. La falta de formación y cualificación de un adulto como profesor incrementaría los riesgos y supone un problema para la seguridad vial.

Aprendizaje acompañado en circuito cerrado
En España ya existen "circuitos" en los que se pueden realizar prácticas de conducción sin tener el carné. No se trata de circuitos de velocidad, son espacios habilitados para este uso al que suelen acudir motoristas en prácticas y en la mayoría de los casos esta figura del padre como tutor-profesor de los hijos menores. El precio de una jornada de prácticas en estos espacios es de unos 199 euros (IVA incluido), con una duración de seis horas, siempre en fin de semana.
En estas jornadas también se ofrecen actividades de todo tipo, como conducción de patinetes, simuladores de vuelco en un coche e incluso formación en seguridad vial con gafas virtuales para que los jóvenes puedan experimentar los efectos de la conducción bajo los efectos del alcohol y las drogas.