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El truco definitivo para circular correctamente por una rotonda y evitar multas

En ciudades y carreteras, las rotondas se han convertido en un punto de conflicto para muchos conductores. A pesar de su utilidad para agilizar el tráfico, aún hay quienes desconocen la forma correcta de circular por ellas. Un simple truco puede ayudarte a evitar infracciones y reducir el riesgo de accidentes.

No hay día que no tengamos que circular por una rotonda, pero no siempre lo hacemos bien, y es que tienen sus propias normas. El error más común al entrar en una rotonda es no seleccionar el carril adecuado. En este sentido, la Dirección General de Tráfico recuerda que la norma general es que si vas a salir en la primera salida, debes circular por el carril derecho, y si tu salida es intermedia o la última, lo mejor es usar el carril interior y cambiarte al exterior antes de salir.

El truco está en anticipar la salida y cambiar de carril con tiempo. Muchas veces, los conductores que están en el carril interior intentan cruzar directamente hacia la salida sin ceder el paso a los que circulan por el carril exterior. Esto puede provocar choques laterales o alcances, ya que el conductor del carril derecho tiene prioridad.

Y ojo a la señalización: el uso de los intermitentes en las glorietas es uno de los puntos que genera más confusión. Sólo es necesario activarlos al salir y al cambiar de carril, no al acceder a ella ni para indicar que sigue circulando. También está prohibido usar el claxon para mostrar enfado o recriminar maniobras de otros conductores. Sólo se puede utilizar para alertar sobre un posible accidente.

Por tanto, si te equivocas de carril en una rotonda y te das cuenta de que no puedes salir correctamente, lo más seguro es dar otra vuelta, antes de meterte de golpe.

La pregunta que nos surge es que a veces no sabemos cuál es nuestra salida en una rotonda. En este caso, lo mejor es situarte en el carril derecho desde el principio, siempre que el tráfico lo permita. De esta forma, si circulas por el carril exterior, puedes salir en cualquier momento sin necesidad de cambiar de carril. Tienes mejor visibilidad, ya que desde el carril derecho, puedes leer mejor las señales y fijarte en la salida correcta sin estrés. Y reduces el riesgo de accidentes porque no tendrás que cruzar carriles de forma brusca, evitando situaciones peligrosas.

Evita multas y sustos innecesarios

No respetar las normas de circulación en una rotonda puede acarrear multas de hasta 200 euros y la pérdida de puntos en el carnet de conducir. Además, en caso de accidente, el conductor que cambia bruscamente de carril suele ser considerado culpable.

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