
El cambio de año está siendo inesperadamente complicado para la firma de Elon Musk. La atención del magnate, situada en los movimientos para la formación del nuevo gobierno de Donald Trump, se dirige ahora a su compañía automovilística, y no solo por la explosión del cybertruck a las puertas del hotel Trump en Las Vegas. Así, Tesla ha comunicado que las ventas anuales registradas en 2024 descendieron por primera vez en una década.
La firma vendió 1,79 millones de vehículos el año pasado, una cifra inferior a las 1,8 millones de unidades de 2023. Asimismo, se trata de un volumen menor que los 1,8 millones que también esperaba el mercado. Todo ello a pesar de que las comercializaciones de Tesla pegaron un acelerón en el último trimestre, alcanzando los 495.570 millones de coches, rozando las 512.277 millones de unidades estimadas por los analistas.
Como consecuencia, Tesla ha comenzado la primera sesión bursátil del año registrando caídas que han llegado al 7%. Esta mengua ha hecho recordar la caída en el primer trimestre del año pasado, cuando cayó un 29%, en un momento en el que la firma registraba descenso en las ventas a pesar de los recortes en el precio de los vehículos y los incentivos para las compras. Más tarde, en abril, Elon Musk indicó a sus inversores que la compañía esperaba mayores ventas en 2024 que el año anterior, algo que, finalmente, no se ha producido.