
Bentley es una marca de lujo británica, integrada en el grupo Volkswagen, que ha tomado un camino muy diferente al de su gran rival en el mercado del lujo, Rolls Royce. Mientras que Bentley busca modelos más discretos y elegantes, sin renunciar a su elegancia o tecnología máximas, Rolls Royce busca vehículos más llamativos y sofisticados, más rompedores.
La gama actual de Bentley dispone de tres familias de modelos: su todocamino Bentayga, el coupé Continental GT y su variante cabrio y la berlina de lujo, el Flying Spur. Por su parte, Rolls tiene una gama de modelos algo más diferenciada, con dos opciones de berlina, el Phantom y el Silver Ghost, su todocamino Cullinam y las opciones coupé y cabrio muy exclusivas.
Hablando de berlinas, la diferencia entre ambas marcas es clara. Rolls Royce tiene en el Phantom un coche muy llamativo, grande y alto, con sus puertas traseras de apertura hacia atrás o su motor V12. Bentley por su parte busca un posicionamiento más clásico, más tradicional en su aspecto exterior.

El Flying Spur es una berlina de lujo, de 5,32 metros de longitud, una gran berlina, pero con la tecnología más avanzada. Si en las anteriores generaciones, y esta ya es la cuarta, se recurría a diferentes motores, entre ellos el V12, ahora este motor ha desaparecido. La razón, la obligada reducción de emisiones.
De V12 a V8 PHEV
En su lugar encontramos, para la versión Speed, un motor V8 con un sistema híbrido enchufable asociado. Es decir, 600 caballos del motor de gasolina combinados con los 190 CV del propulsor eléctrico, lo que significa 782 caballos de potencia combinada. De esta forma proporciona más potencia que el tope de gama de la anterior generación (un V12 de 635 caballos). Pero sobre todo una notable mejora en el consumo y las emisiones y, por si puede resultar interesante, etiqueta 0 emisiones.
El Flying Spur forma parte de un trío de Grand Tourers firmados por Mulliner, al que acompañan los Continental GT y Continental GT Cabrio. Este es el departamento que se encarga de hacer las versiones más exclusivas y los modelos únicos de Bentley, formado por un completo equipo de artesanos. Ahora se han mostrado las primeras imágenes de la variante Mulliner del Flying Spur, basada en la versión Speed con su mecánica híbrida enchufable.

Entre sus principales características se incluyen detalles de diseño exclusivos, artesanía a medida, funciones de bienestar mejoradas y tecnología de vanguardia. Porque, por supuesto, la tracción 4x4 forma parte del equipamiento de serie para ofrecer la máxima seguridad, sin renunciar a prestaciones deportivas, pese al tamaño del vehículo.
Entre los rasgos distintivos del Flying Spur Mulliner se incluye una parrilla del radiador exclusiva con cromado brillante y las carcasas de los retrovisores en plata satinada. También se incluye la icónica insignia del radiador Flying B de Bentley, con acabado cromado o negro. E incluye llantas exclusivas de 22 pulgadas acabadas con detalles pulidos y emblemas de rueda Bentley Mulliner autonivelantes.

En el interior encontramos un ambiente serenamente refinado, con los máximos niveles de elegancia. Los motivos acolchados Mulliner se complementan con nuevas combinaciones de colores de la piel. Las plazas traseras, con sus asientos inteligentes garantizan la relajación incluso en los viajes más largos. El My Bentley App Studio integra automáticamente las aplicaciones más utilizadas por el cliente directamente en el vehículo.
Lo que Bentley aun no ha comunicado es el precio del nuevo Flying Spur ni el de estas nuevas variantes Mulliner basadas en el híbrido enchufable de 782 CV, pero el punto de partida estará muy cerca de los 350.000 euros. Por si tienen que hacer sus cuentas.