Motor

A290: probamos el Hot Hatch de Alpine, pequeño pero matón

Nos ponemos al volante del Alpine A290, un compacto deportivo o Hot Hatch, con un aspecto tan deportivo como atractivo que, basado en el Renault 5, lo vitamina para llegar hasta los 220 CV y generar grandes sensaciones de conducción en el conductor.

El A290 tiene unas dimensiones prácticamente iguales a las del Renault 5, aumentando únicamente 7 centímetros de largo para situarse en 3,99 metros, 5cm más de ancho para 1,82 y 2 cm de alto para situarse en 1,52 metros. Estas medidas, y pese a la percepción que se tiene el coche viéndolo desde la parte trasera que lo hace parecer mucho más ancho de lo que es realmente, resultan muy cómodas ya que el interior es cómodo para sus ocupantes pero, en la conducción, su tamaño le permite ser muy ágil y maniobrable por cualquier recoveco de la ciudad.

Su batería de 52 kWh le permite tener una autonomía según el ciclo WLTP de 380 kilómetros (507 en ciclo urbano), además de poder pasar del 15 al 80% de batería en tan solo 30 minutos en cargadores de 100kW.

Sin embargo también lo hemos probado en carretera, y en circuito, porque la esencia de una marca como Alpine es la competición, la deportividad y generar sensaciones diferentes en aquellos que se ponen al volante de uno de sus modelos.

Con elementos como el alerón de cola de pato, los faldones laterales o los pasos de rueda a juego con unas llantas de diseño deportivo, el exterior del Alpine no pasa desapercibido para nadie. Muestra de ello fueron los innumerables giros de cabeza que provocábamos a nuestro paso por la prueba del coche, así como todas las personas que estando aparcado, se acercaban a tomarle fotos (seguro que el spec bitono en azul con techo en negro ayudaba) no solo por presentar un diseño que genera nostalgia en aquellos que conocieron el antiguo R5 o los amantes del automovilismo, si no también por unas líneas que lo hacen diferente al resto de compactos.

Un interior digno de un coche de Motorsport

En el interior nos encontramos ante un habitáculo inspirado en el equipo Alpine de Fórmula 1, con selectores de marcha que recuerdan a los del coche de carreras al figurar como botones individuales (D, N o R) en lugar de las comunes palancas a la que estamos acostumbrados, junto con un volante deportivo que nos ha gustado y mucho. Además, como no podia faltar, junto a estos se encuentra una pantalla de cockpit de 10,25 pulgadas y una pantalla central táctil de 10.1 pulgadas donde además se encuentran tres botones físicos sobre ella para apagarla, subir o bajar volumen, algo que nos costó encontrar entendiendo que además del control del volante, debía de haber otro selector de volumen para el copiloto.

En el volante hay que detenerse para explicar bien su disposición ya que, a falta de algún botón más como los de radio o agua como los de los monoplazas, tiene diferentes funciones. En primer lugar nos encontramos un volante deportivo de tres radios con el inferior achatado como no podía faltar en un modelo de estas características, en el cuál figuran controles táctiles junto a palancas traseras para el limpiaparabrisas o subir y bajar el volumen, sin embargo lo divertido con los botones que incorpora.

En primer lugar, en la parte inferior derecha encontramos el clásico botón de drive select que incorporan los modelos más deportivos y que no se encuentra en el salpicadero como los modelos más "normales". Junto a él, en el lado inferior izquierdo tenemos el botón giratorio RCH, el cuál pese a sentir que vas a cambiar la configuración del coche para las curvas y tratar de hacer la vuelta rápida en Spa, sirve para controlar el nivel de frenada regenerativa y poder utilizar así el modo One pedal, donde en función del grado que pongamos, no nos hará falta frenar si no solamente soltar el acelerador.

Por último llega el botón rojo situado en la parte superior derecha, y es que si ya de por sí un botón rojo siempre invita a ser pulsado, en este caso lo querrás pulsar más aún, ya que como si del DRS se tratase, este botón OV u Overtake inspirado en el mundo motorsport (también disponible si hacemos pie a tabla), te permitirá disponer del 100% de la potencia del coche al instante durante 10 segundos, sin límite de veces de uso o zonas como si pasa con el DRS en las carreras. Por lo que podrás utilizarlo todo lo que quieras, eso sí, teniendo en cuenta el consumo de batería que esto genera y que en nuestro caso pese a lo divertido que resulta, llega un momento en el que la cabeza te dice: tienes que llegar a tu destino con autonomía, controla.

Versiones con las que llega al mercado y sus precios

El Alpine A290 viene con variantes para todos los gustos, tanto si tus prioridades son el confort y lo premium como si lo es la deportividad. En primer lugar encontramos el A290 GT, la versión estándar que parte de 38.700 euros, y que puede ser Performance (41.900 euros) o Premium (42.800 euros), ambas con 180 CV de potencia. Junto a estas se encuentran la versión GTS, bien en estándar (45.600 euros) o la edición limitada Première Édition (46.200 euros), ambas con con 220 CV y 300Nm de par.

Al volante: tan cómodo y divertido de conducir como deportivo

En nuestro caso probamos la versión GTS, capaz de acelerar de 0-100 km/h en 6,4 segundos, y a través del botón overtake y el freno, hacer un launch control con toda la entrega de par que tiene un vehículo como este.

Tanto en carretera como en ciudad su comportamiento es excepcional, la agilidad y maniobrabilidad son clave para moverse con soltura en todo tipo de entornos, algo de lo que también es responsable en gran medida su gran estabilidad con un reparto de pesos de 53-47 en la parte delantera y trasera respectivamente. Pero lejos de eso está la pista, y es que aquí también cumplió, y lo hizo con creces para un coche de estas capacidades.

Con las Michelin Pilot Sport S5 (de las que contaban con bastantes repuestos al ser una rueda tan rápida como blanda) escogidos como los zapatos de baile para sacar a bailar al A290 al circuito de Llucjmajor en Palma de Mallorca, junto con unos frenos monobloque firmados por Brembo, comenzaba nuestro reto: ver hasta donde puede llegar este Hot Hatch.

Es un coche preciso, y su dirección y gran funcionamiento y respuesta de frenos lo confirman. Su conducción en circuito es tan divertida como segura con el ESC activado, con el que no tendremos que preocuparnos de que se nos pueda cruzar o ir de lado en ningún momento incluso en mojado como ocurrió en mitad de la prueba, ahora, si se tiene cierta experiencia al volante y decidimos desactivar las ayudas de control de estabilización y tracción, las tornas cambian, y pasa a ser el coche quien pone a prueba las capacidades al volante del conductor.

Nuestra conclusión es que el Alpine A290 es un coche que hacía falta en el mercado, nos ha gustado mucho y a la espera de que lleguen futuras versiones con más potencia así como el futuro A100 100% eléctrico, es un coche que tal y como es ahora es divertido de conducir y puede ser utilizado tanto a diario como para una conducción más dinámica los fines de semana. Eso sí, pese a su gran diseño, prestaciones y comportamiento, va a tenerlo muy difícil, pues con un precio de partida de 38.700 euros va a tener muchos rivales con lo que batallar tanto de gasolina como eléctricos.

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