
Las recientes declaraciones del CEO de Stellantis, Carlos Tavares, en el Salón del Automóvil de París, sobre su estrategia para afrontar la entrada en vigor del nuevo límite de CO2 en 2025 para los coches nuevos, han tenido réplica.
Tavares, CEO del Grupo Setellantis, ha señalado que está dispuesto a dar prioridad a la producción de vehículos 100% eléctricos para cumplir con los objetivos de emisiones impuestos por Bruselas y, por tanto, evitar las multas millonarias que se derivarían de este incumplimiento. Recordemos que a partir del 1 de enero del año que viene el límite de CO2 para los coches nuevos pasará de los actuales 116 a 93,6 gr/km.
Ante esta afirmación, la patronal del sector de la distribución de vehículos en España, Ganvam, ha señalado que está plenamente comprometida con la transición al vehículo cero emisiones, aunque discrepa con las condiciones establecidas por la Unión Europea.
No se puede orientar la producción a un coche que no se vende
Para Ganvam, orientar la producción a un vehículo que ahora mismo representa tan sólo el 5% de las matriculaciones supone ir de espaldas al mercado español. Es una visión cortoplacista que no solo va en contra de las redes de distribución sino también del futuro de la propia marca en mercados como el español.
La patronal asegura que la estrategia cortoplacista está deteriorando ya el servicio que las marcas prestan a la distribución y al cliente final, en especial en el área de posventa, con el consiguiente impacto negativo en la imagen de marca. Por tanto, una decisión unilateral de las marcas como la anunciada por Stellantis tendrá un impacto sobre las redes de distribución, que deberán adaptar sus planes de negocio a los nuevos objetivos, con el daño a la rentabilidad y el empleo que esto puede conllevar, pudiendo incluso provocar cierres de concesiones y, por ello, llegar a tener incluso consecuencias legales.
Este anuncio se produce tras la decisión de Stellantis de posponer la puesta en marcha del modelo de agencia y en virtud del cual la marca asumiría el stock de vehículos. En la situación actual, los distribuidores van a soportar todo el coste de estas medidas. Ante esta situación, Ganvam aboga por establecer un marco regulatorio que proporcione seguridad jurídica a las inversiones que las redes de distribución están acometiendo para responder a las exigencias de la marca.