
La imaginación no tiene límites, y la temeridad, tampoco. Usuarios de Tesla echan agua al conector de su coche eléctrico mientras está recargando para acelerar el proceso.
Desde hace años, usuarios de Tesla convencidos de la infinita bondad de su coche, subían videos a internet recomendando a otros emplear toallas mojadas para refrigerar el conector del coche mientras recargaba. Dado que el conector se calienta, como sucede siempre que circula corriente, los aprendices de brujo no tardaron en apostar más fuerte añadiendo agua a chorros para ir empapando con agua fría la toalla.

No hay que ser un técnico para saber que la electricidad y el agua no se llevan bien. Por eso todos los fabricantes de coches eléctricos diseñan sus conectores con un elevado grado de protección IP, que certifica la resistencia a la intrusión de polvo y humedad. Los usuarios pensaban que, si su coche podía recargar bajo condiciones de lluvia o en nevadas -donde la nieve depositada se fundiría con el calor y podría acceder directamente al conector- podría soportar la refrigeración líquida adicional que ellos aportaban.

Más de cuatro años más tarde de conocer de estas prácticas, la respuesta de Tesla -en X, por supuesto- no ha querido poner en cuestión el aislamiento y la protección de su conector frente a cortocircuitos o electrocución. En cambio, informa de que puede ser peligroso porque altera las lecturas en su sistema de carga y puede dar lugar a errores.
Según dice la respuesta: "Colocar un paño húmedo en los mangos de los cables del Supercharger no aumenta las velocidades de carga e interfiere con los monitores de temperatura, creando riesgo de sobrecalentamiento o daños. Absténgase de hacer esto para que nuestros sistemas puedan funcionar correctamente y nuestros sistemas puedan detectar verdaderos problemas de carga".

Tesla afirma que estas prácticas no aumentan la velocidad de recarga. Sin embargo, los usuarios que lo han experimentado han constatado que sí recarga más rápido. Es una cuestión de juego con las palabras. Como dice Tesla, la potencia máxima con la que recarga (y la velocidad, por tanto) es la misma. Sin embargo, al enfriar el conector, donde se aloja el sensor, el sistema cree que puede seguir manteniendo esa elevada potencia de carga inicial durante mucho más tiempo. No hay que olvidar que todos eléctricos bajan la potencia de recarga a medida que se va llenando su batería, para protegerla de sobrecalentamientos y para alargar su vida útil. Lo que no sería el caso, si se engaña al sensor.
De acuerdo con información leída en insideevs.com, esta práctica de mojar el conector solo surtiría efecto en las versiones V2 de los cargadores de Tesla. Las nuevas versiones V3 ya tienen el conector refrigerado internamente y no serviría de nada ese alivio externo que le dan algunos usuarios.