
Está comprobado que los vehículos eléctricos pierden algo de autonomía en condiciones climáticas muy frías pero, ¿qué ocurre con el intenso calor del verano? Este estudio responde a esa pregunta con datos reales de más de 7.500 vehículos eléctricos analizados.
Los coches eléctricos son más sensibles a las temperaturas extremas que sus homólogos de combustión, y eso se aprecia sobre todo en la autonomía que podemos alcanzar a la hora de plantearnos un viaje largo. El frío puede reducir la autonomía de la batería en ocasiones en más de un 30%, pero, ¿qué pasa con el calor?
Los coches eléctricos solo pierden entre un 2% y un 5% de su autonomía en climas cálidos por debajo de los 32 °C, un porcentaje que la mayoría de los conductores no notan. Sin embargo, un estudio realizado por la plataforma estadounidense Recurrent Auto, según la lectura de 7.500 vehículos, revela que los coches eléctricos pueden perder entre un 20% y un 30% de la autonomía total si se mueven en climas muy calurosos.
Según confirman los trabajos realizados, casi un tercio de la vida útil de la batería se pierde debido al calor. El rango de temperatura óptimo para las baterías de los eléctricos está entre 20 y 25°C. En periodos de calor extremo, la duración de la batería puede reducirse hasta un 31% (por ejemplo, una autonomía de 400 km se vería reducida a unos 280 km). Esta cifra sólo tiene en cuenta las consecuencias de la temperatura ambiente sobre la batería y no otros factores, como el estado de la carretera o el estilo de conducción, por ejemplo. Estos son los valores observados durante este estudio (temperatura y pérdida de autonomía que conlleva):
27ºC: 2,8%
29ºC: 3,5%
32ºC: 5%
35ºC: 15%
38ºC: 31%
Es obvio decir, a la vista de estas cifras, que cuanto mayor es la diferencia entre la temperatura ambiente y la temperatura óptima de funcionamiento, más disminuye la autonomía de los coches eléctricos. A partir de 32°C, el vehículo pierde el 5% de su autonomía, cifra que aumenta al 15% desde 35°C, temperaturas muy habituales en muchas zonas de España en verano.
Conectar el aire acondicionado mientras se carga el coche
El uso del aire acondicionado durante las condiciones normales del verano no debería reducir la autonomía del vehículo eléctrico de forma significativa. Sin embargo, debemos tener en cuenta que la calefacción y la refrigeración del interior requieren energía, por lo que el calor extremo podría provocar una pérdida de autonomía.
El estudio de Recurrent Auto estima el consumo medio de los sistemas de aire acondicionado modernos entre 3 y 5 kWh para enfriar el habitáculo. Este valor luego baja a 1 kWh para mantener la temperatura interior, una vez que se alcanza la temperatura seleccionada. Para evitar el importante consumo que induce la refrigeración del habitáculo en verano o la calefacción de este último en invierno, se aconseja preenfriar el vehículo eléctrico cuando esté enchufado (la parte del aire acondicionado que consume más energía es durante el enfriamiento inicial). De esta forma, la electricidad que consume el aire acondicionado para alcanzar la temperatura deseada procederá de la red y no repercutirá en el nivel de carga de la batería.