
El siete veces campeón del mundo se convierte en piloto de fábrica tras fichar por el Ducati Lenovo Team, y acompañará a Pecco Bagnaia las próximas dos temporadas.
La carrera de Marc Márquez dio un giro de 180 grados a la vez que paralizó el mundo de la competición de motor, cuando al final de la pasada temporada y previo al Gran Premio de Indonesia, anunciaba su marcha del equipo que le vio crecer, el Repsol Honda Team, en el que el piloto logró la consecución de los 7 títulos mundiales que atesora en su carrera (6 en Moto GP Y 1 en Moto 2). Con rumbo al Gresini Racing, equipo con Nadia Padovani (Viuda del ex piloto y director de equipo, Fausto Gresini) al mando, en el que correría junto a su hermano Alex, el catalán comenzaba su andadura en Ducati y buscaba la oportunidad de ser capaz de poder pelear de nuevo no solo por victorias en la máxima categoría del motociclismo, si no también por poder alcanzar los siete títulos mundiales en Moto GP de Valentino Rossi y, quién sabe, si sobrepasar a Giacomo Agostini como el piloto con más títulos mundiales con un total de ocho.
Marcharse de Honda supuso una despedida tan dura como emotiva, en la que el piloto de Cervera antepuso su cabeza a su corazón, pues pese a que el equipo llevaba unos años prometiéndole mejoras, Marc era consciente carrera tras carrera de que estas no llegaban, y que si quería aprovechar los que podrían ser los últimos cuatro o cinco años de su carrera deportiva, debía despedirse de su familia y poner rumbo a un nuevo destino con la incertidumbre de qué sería capaz de lograr con una moto totalmente distinta a la que había estado conduciendo los últimos 11 años.
Siendo uno de los pilotos veteranos de la parrilla con 31 años, sumado a los episodios de diplopía y habiendo sido intervenido quirúrgicamente más de cinco veces desde 2020, además de no haber logrado una victoria desde el 24 de octubre de 2021 en el Gran Premio de la Emilia Romaña, el piloto de Cervera llegaba a Gresini sin presión, teniendo que adaptarse a una moto y un estilo de pilotaje totalmente nuevo al que acostumbraba con la Honda. En las primeras carreras , el querer ir más allá de lo que le permitía la moto le costó dos caídas en los Grandes Premios de Portimao y Las Américas, circuito que se considera fetiche para Marc, y en el que siempre ha logrado grandes resultados.
Pero si por algo es conocido el piloto que ha hecho levantarse de su asiento a todo un país, es por su resiliencia, pues ni las lesiones ni el no poder disponer de una montura acorde con su talento, hizo que, pese a llegar a planteárselo, no se retirase de la competición que según el "es su vida".

Esta lucha constante logró que poco a poco los resultados fuesen saliendo, y pese a contar con una Ducati 23 sin las actualizaciones de final de temporada, frente a las Ducati 24 de Pecco, Jorge Martín y Bastianini, el mayor de los Márquez lograba hacer la pole en el Gran Premio de Jérez, además de lograr podios en las carreras al sprint de Portimao, Las Américas, Le Mans, Cataluña y Mugello, y en las carreras del domingo en Jeréz, Le Mans, Cataluña y Mugello, unos resultados que hicieron que durante el Gran Premio de Francia, se situase segundo en la clasificación general, a tan solo 37 puntos del líder, Jorge Martín, con quien se disputaba el segúndo asiento en el equipo principal de Ducati.
A su vez, esto hacía que los de Borgo Panigale que querían anunciar su decisión en Mugello, temiesen precipitarse al ver lo que era capaz de lograr Marc Márquez con una moto peor que la de sus rivales directos, luchando con estos de tú a tú en pista por las primeras posiciones.
Cuando Ducati se sentó a la mesa con él y Jorge Martín para plantearles la posibilidad de que quien ganase este año el título (desde un equipo satélite, lo que haría historia a ser el primero en lograrlo) se quedase con la plaza, Marc sacó a relucir la entereza que le caracteriza y que vimos en su documental con frases como "carácter tengo, y huevos más", a lo que sentenció a los italianos con un: "si te lo tienes que ganar en pista, tenemos que luchar con las mismas armas y ahora no las tengo, además, no voy a cambiar de un equipo satélite a otro", dando a entender que Pramac no era una opción para él y dejando la puerta abierta a irse a otras marcas interesadas como KTM, evidenciando así que, o era vestido de rojo, o Ducati perdería en su alineación al siete veces campeón del mundo para el próximo año.

Una de las claves en la negociación fue la continuidad de Gigi Dall'Igna (director general de Ducati Corse) al que Marc le incidió con "Para mí lo más importante es que tú sigas aquí en 2025 y 2026, si no es así no hace falta ni que nos sentemos", justificándolo con que es un ingeniero que ha hecho ganar todo lo que ha tocado. Por su parte, Gigi ha declarado que "ha sido una decisión dura escoger entre él y Jorge, y pese a que queríamos que ambos se quedasen dentro de la estructura de Ducati, la mejor opción y la más sensata era optar por un piloto que marca la diferencia, juntando así a los dos mejores pilotos de la parrilla, y limitándonos a lo deportivo sin pensar en el marketing que trae consigo Marc, todo esto con el objetivo de pelear por el título con una dupla que aumenta las posibilidades de ganar y que consideramos, es el mejor equipo que ha tenido Ducati en toda su historia".