Motor

Así conseguirás que los frenos de tu coche duren más: sigue estos consejos

  • Consejos y advertencias para detectar posibles problemas en este imprescindible sistema de seguridad activa

Mantener en buen estado el sistema de frenos del coche es de vital importancia. El desgaste es inevitable, pero puedes seguir estos consejos para conseguir alargar su vida.

El sistema de frenos es el responsable de reducir la velocidad de nuestro vehículo hasta detenerlo –además de preservar la vida de las personas que van dentro del coche en caso de emergencia–. La empresa líder en alquiler de vehículos mediante la fórmula del renting flexible, Alquiber, nos da estos consejos para detectar posibles problemas y mantener el sistema en buen estado durante todo el año para alargar lo máximo posible su vida útil.

Conduce suave y no abuses de los frenos

Los frenos del coche estarán expuestos a mayor o menor desgaste en función del coche, conductor y tipo de conducción. Discos y pastillas son los componentes que más acusan el desgaste, pero no solo depende de los kilómetros recorridos: cuanto más brusca sea la forma de conducir, mayor será el desgaste.

Asimismo, cuando necesites usar el freno de manera prolongada, como en el descenso de un puerto, es mejor recurrir a marchas más cortas (freno motor). De esta forma, el vehículo no se acelerará tanto y evitarás que los frenos se calienten.

Vigila a las señales

Actualmente, la mayoría de los coches tienen un sistema de aviso en caso de desgaste de frenos, pero en caso de notar algo extraño (que se va demasiado al fondo o que está muy blando, por ejemplo), es conveniente acudir a una revisión porque podría tratarse de presencia de aire en el circuito hidráulico.

Asimismo, si al pisar el freno notas que el volante vibra, puede significar que alguna pieza del sistema de frenado está en mal estado, que las ruedas no están equilibradas o que los discos están combados. Es momento de acudir de inmediato al taller. Los chirridos pueden ser buena o mala señal, porque las pastillas sean nuevas o porque algo no esté bien. Quizás haya partículas metálicas u óxido en ellas, están desgastadas o los discos en mal estado.

El pedal habla por sí mismo

Si tienes que presionar el pedal con mucha fuerza, es probable que las pastillas o los discos estén dañados. Otras causas podrían ser grasa o líquido de frenos en las pastillas o poca cantidad de líquido. Si, por el contrario, el pedal se hunde, esto podría significar que las pastillas están muy gastadas, que hay una fuga en el circuito de aire o que hay poco, contaminado o inadecuado líquido de frenos. Lo mejor que puedes hacer es acudir y consultar a un profesional.

Pastillas y discos de frenos adecuados

Las cajas y pastillas deben ir marcadas con la homologación ECE R-90, garantía de que se cumplen las normativas. En estos casos hay que garantizar siempre la mejor calidad. Acude siempre a un taller de confianza, asesórate antes y descubre qué frenos poner a tu coche.

Revisiones periódicas

El mantenimiento preventivo es fundamental. El mal estado del sistema de frenado supone un aumento en la distancia a la hora de frenar y te arriesgas a tener accidentes que, de otra manera, serían fácil de evitar. Generalmente, los fabricantes incluyen en el manual de usuario instrucciones útiles para alargar la vida de los frenos. Recomiendan reemplazar el líquido de frenos cada dos años o 40.000 kilómetros, momento en el que pueden comenzar a degradarse y perder propiedades.

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