Motor

Crónica de una muerte anunciada: el adiós del Audi R8

  • El icono de la marca de los cuatro aros cesa su producción tras 18 años en el mercado
  • La normativa de emisiones que entra en vigor en 2027, clave en esta decisión de Audi

Audi ha fabricado la que será última unidad de su icónico R8, un biplaza que se presentó en 2006 y que cautivó al mundo del motor al ser algo diferente que se erigió como digno rival de los deportivos de Lamborghini, Ferrari o Porsche.

Finalmente llegó el día que tanto temían los amantes del motor. Tras la despedida del TT hace apenas cuatro meses, ahora es el turno del Audi R8, del que se ha fabricado su última unidad, y con ello se despide un modelo que, tras 18 años en el mercado y 44.418 unidades producidas, deja un hueco en la marca alemana que los aficionados del motor esperan que se reemplace pronto (posiblemente con un modelo eléctrico) al no contar ya Audi con modelos biplaza.

Para esta última unidad de R8, que desde ya pasa a forma parte del museo de Audi, se ha escogido un tono que no pasará inadvertido, el Amarillo Vegas. Se ha producido en la factoría de Böllinger Höfe, cerca de la sede de Audi en Ingolstadt (Alemania), con la especificación Performance que otorgaba 620 CV en lugar de los 570 CV del modelo base. Extraña que esta última unidad producida y que se expondrá en el museo no sea una de las ediciones especiales presentadas hace poco, como el GT o el Green Hell, sin embargo con su agresivo aspecto exterior, junto al tono escogido, y con un motor V10 5.2 atmosférico con un 0-100 km/h en 3,1 segundos y una velocidad máxima de 331 km/h, lo raro sería no contar con una de estas piezas de arte en la exposición.

A la vanguardia de la técnica

Gama Audi R8 2006-2024.

El slogan de Audi que marca su estrategia se evidenció en la evolución de un R8 que supo adaptarse a los cambios que requería su sector. Nació en 2006 con posibilidad de equipar dos motores, un motor V8 FSI 4.2 de 430 CV o un V10 5.2 FSI de 525CV, y no fue hasta 2008 que llegó su variante descapotable. Más tarde, en 2011, se dio a conocer la versión GT que llevaba el R8 a su nivel más radical con 560 CV y reducción de 100 kg de peso.

En 2012 se dio a conocer el face lift con el que se otorgaba una nueva presencia al deportivo, junto a un incremento de potencia disponible con la versión V10 Plus. En 2015 llegó la segunda generación, basada en la plataforma Modular Sport System, la cual también equipa el Lamborghini Huracán, y sin posibilidad esta vez de equipar cambio manual a diferencia de su predecesor. En 2017, sobre este mismo modelo se presento el R8 RWS, la versión con tracción trasera, y la última actualización para el modelo llegó en 2018 con cambios mecánicos, como el aumento de potencia del motor o una suspensión más estable y precisa, junto a un rediseño leve en el exterior que lo hacía aún más agresivo con líneas más afiladas.

De la calle a la gran pantalla pasando por la competición

A la izquierda el R8 GT3 de competición, a la derecha el R8 en la película Iron Man.

El R8 se convirtió en un icono no solo dentro del mundo del motor, si no en la competición de Motorsport con versiones como el R8 LMS Ultra o los R8 LMS GT3 y GT4 con los que se participó en campeonatos de resistencia, como las 24 horas de Nürburgring o el DTM (Deutsche Tourenwagen Masters), el campeonato de automovilismo de Alemania que figura entre las competiciones de turismos más importantes del mundo.

Además, se convirtió también en protagonista de la gran pantalla, tras ser escogido como el coche personal de Tony Stark, más conocido como Iron Man, en las distintas películas en las que participó el actor Robert Downey Jr. dentro del universo cinematográfico de Marvel. Esto supuso otro motivo más que se suma a la extensa lista de razones por las que el deportivo de los cuatro aros será recordado en el tiempo y pasará a la historia del motor.

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