
Hay ciertas creencias populares que ya no ponemos en duda, pero deberíamos. En materia de coche y conducción, por ejemplo, la lista de falsos mitos es interminable. Esta es solo es una muestra.
A la hora de conducir en invierno, debemos prestar especial atención y cuidado al coche y a la conducción y son muchos los conductores que se sienten inseguros al utilizar sus vehículos. Muchos son los consejos que nos llegan estos días sobre el cuidado del vehículo o sobre cómo actuar ante una nevada o fuerte lluvia. Los expertos en seguridad vial son los que mejor nos pueden aconsejar en este sentido, y nos recuerdan que los falsos mitos pueden llegar a ser peligrosos.
Los 10 falsos mitos
Pons Seguridad Vial pone a prueba algunos de los dichos más conocidos por la sabiduría popular a la hora de coger el coche cuando bajan las temperaturas y desmiente los 10 falsos mitos más extendidos sobre cómo se debe actuar sobre el vehículo o cómo debe ser la conducción con hielo o nieve.
1. Verter agua caliente para quitar el hielo del parabrisas
Falso. Un cambio brusco de temperatura puede llegar a romper el parabrisas del vehículo, especialmente si tiene o presenta algún deterioro por un impacto. Lo mejor es arrancar el vehículo, encender la calefacción enviando el aire hacia el parabrisas y rascar con algún elemento de plástico el hielo del cristal.
2. Es mejor dirigir aire frío hacia el cristal para quitar el hielo
Falso. Con el aire caliente se irá antes el hielo del cristal, aunque si está muy caliente puede llegar a romperlo. Para ello lo mejor es al arrancar el vehículo y dirigir el aire caliente hacia el parabrisas porque el motor todavía no ha alcanzado tanta temperatura. El aire que se dirija hacia el cristal no será muy caliente y por tanto no dañará el cristal pero sí derretirá el hielo.
3. Dar acelerones para calentar el vehículo cuando hace mucho frío
Falso. Dar acelerones con el motor frío perjudica al motor porque todos los mecanismos internos no están bien lubricados.
4. Cuando caen los primeros copos de nieve no hay riesgo
Falso. Con los primeros copos de nieve se producen los mismos efectos que cuando caen las primeras gotas de lluvia (mezcla de agua, polvo y grasa) transformando el pavimento en una pista muy deslizante. Lo mismo sucede cuando la nieve está blanda y recién caída.
5. Acelerar fuerte para iniciar la marcha
Falso. Se debe acelerar suavemente con las ruedas en línea recta utilizando una relación de marchas lo más alta que sea posible (normalmente la segunda) y soltar muy lentamente el embrague manteniendo una aceleración suave y constante, no moviendo la dirección hasta que el vehículo esté en movimiento.
6. Calentar el motor antes de salir
Falso. Esto ha quedado obsoleto; los motores de inyección son el presente y para calentarlos lo mejor que podemos hacer es circular con suavidad unos kilómetros.
7. No se debe usar el pedal de freno
Falso. Hay que circular lentamente para usar el freno de servicio lo menos posible. Es aconsejable frenar con el freno del motor, pero cuando sea necesario reducir la velocidad y con el freno motor no sea suficiente se frenará con el freno de servicio o de pie con suavidad.
8. Si llevo neumáticos de invierno o cadenas no hay peligro

Falso. Los neumáticos de invierno o las cadenas mejoran la adherencia del vehículo, pero incluso utilizándolos debe tener en cuenta que estos neumáticos tienen una menor adherencia en comparación a una calzada seca. No es recomendable el uso de esprays que se aplican a la banda de rodadura, porque tienen un efecto provisional de corta duración.
9. Hay que circular siempre con marchas cortas para más seguridad
Falso. Las pendientes ascendentes hay que subirlas lentamente y a velocidad sostenida y en una relación de marchas lo más alta que sea posible emplear. Las pendientes descendentes se deben bajar lentamente y en una relación de marchas cortas (frenando con el motor), utilizando los frenos lo menos posible y, en tal caso, con mucha suavidad.
10. No es correcto conectar las luces antiniebla porque solo de deben usar con niebla
Falso. Las luces antiniebla se deben utilizar cuando existan condiciones meteorológicas o ambientales que disminuyan la visibilidad, como en el caso de nevada.