Cambiar de coche de combustión a uno eléctrico no es fácil, económicamente hablando. Pero ¿y si te dijeran que solo pagando 100 euros al mes tienes uno? Una cuota, llevadera…, aunque con algunos matices.
Hace un año, la noticia sorprendió a todos. El Gobierno galo de Emmanuel Macron ponía sobre la mesa un plan para acercar el coche eléctrico a las familias más modestas: un leasing de 100 euros. Una cuota mensual para una oferta asequible de vehículos eléctricos, estableciendo mecanismos de arrendamiento para acompañar a los hogares más modestos. Pero de momento, por la vía estatal, el proyecto no ha seguido avanzando…, aunque sí por otros caminos.
Y es que, aunque el Gobierno francés aún no ha implementado esta medida, algunos bancos galos recogieron la idea. Sus divisiones de renting descubrieron que gracias a los incentivos a la compra de un eléctrico en el país, sí se podían ofrecer estas condiciones económicas tan favorables, dirigidas a las rentas más bajas. Y así lo ha contado Vincent Carré, director de Servicios de Movilidad de Credit Agricole Consumer France, durante las jornadas eXpo Ganvam, que acaban de celebrarse en Madrid.
Mientras el Gobierno francés se decidía, el Crédit Agricole ha puesto en marcha un renting social con coches eléctricos. Hacen uso de todos los incentivos del Gobierno para eléctricos, como el achatarramiento de un coche diésel y la subvención, señala Vicent Carré. Cuando se suman las dos, sale una cuota muy competitiva, de 100 euros/mes, y si no se suma un diésel antiguo para reemplazar, la cuota se queda en unos 130 euros al mes. La duración del renting es de 7 años.
De momento, solo para coches pequeños
Pero para Carré, este renting tan especial se enfrenta a dos problemas. Por un lado, contar con que toda la cadena implicada en la venta de un eléctrico (bancos, concesionarios, vendedores…) quieren ganar algo de dinero con esta operación. Para que el renting social sea rentable, señala Carré, los coches tienen que tener un precio de entre 15.000 y 17.000 euros, teniendo en cuenta los incentivos. Ahora mismo, los márgenes son muy ajustados, porque tienen que ofrecer tasas de interés muy bajas y los concesionarios prefieren ofrecer otros productos financieros, porque no ganan mucho dinero con este modelo.
Los segundo, que para una familia un coche pequeño (el que se acoge a este renting) no garantiza la movilidad suficiente para viajar, porque hablamos de modelos económicos que suelen ser de segmentos pequeños (Crédit Agricole lo ofrece con coches como el MG4 Electric o el Dacia Spring). Ahora, de momento, no es posible acceder a un compacto o a un SUV medio.
"Todo lo que hemos hecho hasta ahora ha convencido al Gobierno, añade Vicent Carré, y esperamos contar con el apoyo estatal para comienzos de 2024, para que se puedan incorporar a la oferta modelos más grandes, para un renting de unos 5 o 7 años".
¿Se podría trasladar el renting social a España?
La pregunta que nos surge es si este renting que permite disfrutar de un coche eléctrico por 100 euros al mes sería posible trasladarlo a nuestro país. En España, señala Carré, el sentimiento de posesión, en este caso de un coche, está más arraigado que en Francia, pero pensamos que es posible dar soluciones de bien social como el proyecto de Francia.
La gente que compra coche en Europa tiene entre 40 y 60 años. Los que ahora están en 20 años viven en la época de la suscripción, y cuando lleguen a la edad de comprar tendrán más en mente el modelo de suscripción que el de compra. Ese ya es un paso importante. Lo ideal será conseguir llegar al mayor número de familias para que pudieran "jubilar" sus coches diésel y eso se conseguirá si se incrementa el incentivo a la compra de coche eléctrico. Para que funcione un modelo así, se tiene que garantizar que el precio es interesante y que los concesionarios ganen dinero.