
A 25 kilómetros del Arco del Triunfo. Allí se sitúa el Conservatorio de Citroën, un lugar que guarda la historia de esta mítica marca francesa y que tuvimos el placer de visitar.
El museo, que está abierto al público, expone unos 200 modelos de todo tipo (clásicos, competición, prototipos...) de la colección de 600 que tiene la marca del Doble Chevrón. El resto se conservan a casi 450 km de distancia en la fábrica de Sochaux.
A través de la asociación La Aventura Citroën y de iniciativas como la Amicale Citroën Internacional, que agrupa a clubes, aficionados y coleccionistas de los vehículos de la marca, el Conservatorio es un elemento indispensable en la organización de eventos centrados en la historia del automóvil.
Un repaso a su historia
En 1919, la marca comienza con el Tipo A, primer modelo fabricado en serie en Europa y que demostró ser un vehículo fiable a un buen precio. Con él, la compañía se convirtió en el primer fabricante automovilístico francés y en el tercero a nivel mundial.
Tras el Tipo A, en 1924 aterrizó el Tipo B10. El modelo fue pionero en el uso de chasis de acero en una época en la que la mayoría eran de madera. El vehículo equipaba un motor de gasolina de cuatro cilindros en línea que ofrecía una potencia de 20 caballos, asociado a una caja manual de tres marchas.
Ya en 1928, se presentaron los nuevos AC 4 y AC 6, que hacen referencia al fundador de la marca Andre Citroën y al número de cilindros que tenían (4 y 6). Aunque pronto pasarían a llamarse C4, denominación que se mantiene en la actualidad, y C6. El diseño como su nombre también cambió. El chasis se hizo más ancho y se cerraron los vehículos para que fueran más silenciosos. Además, el C6 tenía un motor de seis cilindros mucho más potente de 32 caballos.
El Citroën 7A, conocido como Traction Avant, fue el primer modelo que se mantuvo en el mercado 23 años, hasta 1957. Este fue el último vehículo que el fundador vio producir antes de su fallecimiento en 1935. Popularizó la tracción delantera y mantuvo el motor anterior de 32 caballos asociado a la caja manual de tres marchas.
Llega el mítico 2 CV
En 1936 llegó el conocido 2 CV. Un modelo muy económico, con capacidad de transportar cuatro personas y unos 50 kilos de equipaje. En 1939, se prepararon 250 prototipos para un Salón del Automóvil que no tuvo lugar por la Segunda Guerra Mundial. Casi todos fueron destruidos, a excepción de uno que se restauró y tres que quedaron atrapados en un ático inaccesible en el Test Center de Citroën en La Ferté-Vidame.
Posteriormente, el 2 CV fue protagonista en la película de James Bond "Sólo para tus ojos", protagonizada por Roger Moore and Carole Bouquet en el año 1981. Este 2 CV se equipó con un motor GS y mejorados sistemas de seguridad para realizar acrobacias. En 2008, coincidiendo con el 60 aniversario del modelo, la firma de diseño Hermès "vistió" un ejemplar para el Salón del Automóvil de París.
Otra de las joyas de la marca es el Méhari. En 1969, marcó un hito al ser el único modelo de la compañía que no fue diseñado originalmente por la misma y que se mantuvo en su catálogo comercial 19 años. El coche fue diseñado por la empresa S.E.A.B, especialistas en el moldeo de plásticos. Basado en el Dyane 6, el Méhari fue el primer coche francés producido en serie con carrocería de plástico ABS. Su carrocería resistente a la corrosión lo convirtió en una opción popular para las zonas de costa.
Es más, para el segundo París Dakar, que tuvo lugar del 1 al 23 de enero de 1980, Citroën puso diez Méhari 4x4 y sus conductores a disposición de los médicos que proporcionaban cobertura sanitaria para el rally. Estaban equipados con una camilla, una gran antena central, un número en el techo para ser fácilmente identificados por los helicópteros del servicio de seguridad, faros adicionales y ruedas de 14 pulgadas.
Modelos "españoles"
En 1976 comenzó en la planta de Madrid la producción del modelo LN. El primer vehículo que se fabricó tras la compra de la marca por parte de Peugeot. El LN tenía tanto la carrocería como el motor más pequeño que podían construirse a partir de componentes existentes de Citroën y Peugeot. Este vehículo de tres puertas era económico, práctico, robusto, manejable e ideal para el tráfico urbano.
En noviembre de 1984, Citroën lanzó una nueva generación de su monovolumen, el C15. Este modelo heredó las cualidades de seguridad, confort, equipamiento y placer de conducción del Citroën Visa en el que se basa. Se produjo en la planta de Vigo durante más de 20 años hasta su interrupción en 2005, con más de 1,2 millones de unidades fabricadas.
Otro de los modelos franceses vinculados con España fue el BX. Apareció por primera vez en 1982 con el objetivo de reflotar la marca en un momento que fue algo crítico. Con distintos tipos de carrocería, este coche fuera de lo común permitió a Citroën ese aumento en ventas. El modelo, además, estaba equipado con suspensión hidroneumática y se distinguía por un comportamiento sin igual, unido a un confort en perfecta armonía con la reputación de la marca.
Otros clásicos
Entre las piezas únicas que se pueden hallar en el Conservatorio destaca el último ejemplar fabricado del Tipo H. Basado en el TUB, lanzado en 1939 y utilizado inicialmente como vehículo militar, este modelo era un vehículo de reparto de categoría media. Presentado en 1947, sus principales características eran un piso bajo y completamente plano, gracias a la tracción delantera, y paredes planas, con una puerta lateral corredera. Concebida originalmente como furgoneta, la H se prestó posteriormente a numerosas transformaciones de carrocería. Su carrera fue excepcionalmente larga, con 473.289 ejemplares producidos entre junio de 1948 y 1981. Ahora se ha convertido en un icono del fenómeno de los Food Truck.
Asimismo, en el Conservatorio es posible recordar el 2 CV Cross o el ZX del rallye-raid París-Moscú-Pekín 1992. También se encuentran dos ejemplares de los famosos Cruceros Negro y Amarillo de Citroën. Con el primero de ellos, del 28 de octubre de 1924 al 26 de junio de 1925, Citroën recorrió de norte a sur todo el continente africano. Con el segundo, cinco años después Citröen afrontó la travesía del continente asiático, desde Beirut hasta Pekín.
Uno de los ejemplares más curiosos, entre tanto vehículo de ruedas, es el helicóptero biplaza que desarrolló la marca en los años 70. Recibió un robusto y fiable motor de pistón de dos rotores con cualidades de ligereza, curva de potencia y ausencia de vibraciones. El primer vuelo tuvo lugar el 24 de diciembre de 1975. Tras 200 vuelos de pruebas, se quedó en un prototipo cuando se detuvo la producción del motor de pistón rotativo.
Experiencia de conducción
Además de poder ver estas joyas del automovilismo y conocer profundamente la historia de la marca, también pudimos disfrutar de la conducción de alguna de ellas. Concretamente, un C4 de 1932, el Traction Avant de 1956, un 2 CV de 1976, un Méhari de 1979 y el más "nuevo", un CX GTI Turbo de 1989.
Empezamos por el Citroën CX GTI Turbo, que se produjo en los años 80 y por ello, su conducción se asemeja a la de la actualidad. Sin embargo, los modelos más clásicos como el 2 CV o Méhari ofrecen una experiencia de conducción más complicada, pero a su vez más divertida.
Las marchas en este tipo de modelos son diferentes al igual que la mayoría de los clásicos no están equipados con asientos regulables y ofrecen una suspensión y dirección muy rígida. En algunos casos, no cuentan ni con cinturones de seguridad.
En resumen, una experiencia muy especial y recomendable para los fanáticos de los clásicos.