Motor

Berlín y Bruselas ultiman un acuerdo para desbloquear el fin de los motores de combustión

  • Alemania logra que la Comisión contemple una categoría para estos vehículos
El canciller alemán, Olaf Scholz.
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Alemania y Bruselas acercan posturas para llegar a un acuerdo sobre el fin de la venta de los vehículos de combustión en 2035. Tras varias semanas de negociación, ambas partes perfilan los últimos flecos de la negociación, después de que el Gobierno de Olaf Scholz haya empujado para permitir la matriculación de los vehículos que utilicen combustibles sintéticos después de 2035.

Al cierre de la Cumbre de líderes de la UE, que tuvo lugar en Bruselas, el canciller alemán, Olaf Scholz se mostró confiado sobre la posibilidad de alcanzar, en un corto plazo, un acuerdo con la Comisión Europea. "Sé que el periodismo también forma parte de la industria del entretenimiento y que, naturalmente, les parece una estupidez que nos pongamos de acuerdo. Pero ocurrirá, y bastante rápido", respondió el líder germano preguntado por la negociación con la Comisión Europea.

Lo ha dicho tras la propuesta remitida por Bruselas que, tras un intenso intercambio, abriría la puerta a crear una categoría para los vehículos que usen combustibles sintéticos y, por tanto, a su comercialización después de 2035. Un diálogo en el que Alemania ha dado un paso atrás y se ha retractado de su solicitud de renegociar al completo el texto legislativo, considerando que el proceso podría tardar años.

La propia presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, expresó en rueda de prensa durante la Cumbre de líderes su intención de alcanzar un acuerdo al respecto la próxima semana y aclaró que lo que está en juego no es el fin de los vehículos de combustión sino la inclusión de los combustibles sintéticos. En este sentido, la alemana apremió a agilizar el acuerdo: "el tiempo es oro".

El tira y afloja del veto alemán ha mantenido en vilo el futuro de la industria automovilística. Tan solo quedan las "últimas cuestiones legales aún por aclarar", explicó ayer el ministro de Transporte alemán. Unas declaraciones que llegaron tan sólo un día después de que afirmara que "Alemania ha suavizado su postura" respecto a esta medida, según el diario alemán Der Spiegel.

El proceso fue bastante inesperado pues tras el visto bueno del Parlamento Europeo, el pasado febrero, al fin de la venta de los coches de combustión en 2035, sólo quedaba que los Veintisiete ratificaran el acuerdo como un punto para el que no se contemplaba debate, el último paso del proceso de legislativo comunitario. Pero la sorpresa la dio Alemania a principios de marzo cuando solicitó que los combustibles sintéticos se incluyeran en la propuesta, pese a que la medida contemplaba un anexo que planteaba una revisión en 2026 para la inclusión de estos combustibles, atendiendo a los desarrollos tecnológicos durante esos años.

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