Llega 2035. A partir de esa fecha ya no podremos comprar coches gasolina y diésel en todas sus variantes. Entonces, ¿merece la pena hoy seguir pensando en adquirir un automóvil de combustión o ya es mejor ahorrar e intentar pasarse al eléctrico puro? Los fabricantes de automóviles nos dan su punto de vista.
El pleno del Parlamento Europeo dio el pasado 14 de febrero su visto bueno para que a partir de 2035 todos los turismos y furgonetas nuevos que se comercialicen en la Unión Europea sean "cero emisiones". Ello supondrá la prohibición de comercializar vehículos de combustión, incluidos los de gasolina, diésel e híbridos. En esa fecha ya solo podremos acudir al concesionario para comprar un coche eléctrico puro.
"Hoy, el sector está inmerso en una gran transformación para hacer frente a tres grandes cambios: cómo han de ser los nuevos motores más eficientes; cómo se conducirán los coches (conducción autónoma) y cómo se integrará en el ecosistema de la movilidad el vehículo conectado. Elementos clave para frenar el cambio climático y reducir al mínimo los accidentes de tráfico", explica para El Economista, Bruno Mattucci, Consejero Director General de Nissan Iberia. Pero nos vamos a centrar en ese primer gran reto, sobre los motores más eficientes, en el que los fabricantes trabajan ya desde hace años, en ese cambio hacia la electrificación pura.
Grandes inversiones de los fabricantes en electromovilidad
La transformación del sector se encamina hacia las cero emisiones y hoy son ya muchas las marcas que pueden dar respuesta a esta transformación. Nissan, por ejemplo, trabaja con una visión a largo plazo, Ambition 2030. Una estrategia soportada por un plan de inversiones que supera los 15.000 millones de euros en 5 años, con el lanzamiento de 23 nuevos modelos, 15 de ellos 100% eléctricos. El año pasado, el 80% de los crossovers que vendió la marca nipona en España ya eran electrificados.
Renault, por su parte, ha ido pionera en vehículos eléctricos: hace más de 10 años ya contaban con una completa gama 0 emisiones y "pensamos que la electrificación es el futuro", nos cuentan desde la compañía. Volkswagen añade que fue el primer fabricante de automóviles que firmó el acuerdo de París contra el cambio climático, toda una declaración de intenciones de la apuesta de la marca por la electromovilidad.
Para el fabricante Honda, es fundamental acelerar la transición hacia un sistema de energía y movilidad eficiente y sostenible, por ello, hace décadas que la marca nipona trabaja en esta dirección y su gama de automóviles en Europa está completamente electrificada. Los actuales modelos híbridos de combustión son los que van a marcar la pauta en estos inmediatos años y, al mismo tiempo, juegan un papel fundamental en esta transición hacia una movilidad sin emisiones.

El objetivo de aquí a 2035, añaden desde Toyota, debe seguir siendo reducir las emisiones contaminantes. En este sentido, por ejemplo, los híbridos eléctricos de la marca llevan ya décadas demostrando que son una gran herramienta para conseguirlo. "La capacidad de producción de las baterías que alimentan los vehículos electrificados es limitada, explican en Toyota, por lo que tiene más sentido destinarlos a producir miles de unidades de híbridos eléctricos que cientos de unidades de eléctricos que, además, tienen el hándicap, en gran parte de los casos, no solo de su menor autonomía, sino también de la escasa infraestructura disponible para poder recargarlos. A todo ello se une su mayor coste de adquisición".

¿Estamos ya preparados para comprar el coche eléctrico?
"Para acelerar el proceso hacia el eléctrico puro, es necesario que se adopten medidas fiscales porque creemos que la electrificación para España es un vector clave de valor añadido y empleo en la sociedad", asegura Bruno Mattucci. "Pero para llegar a ese objetivo final de las cero emisiones, continúa explicando el director general de Nissan, hoy en día es necesario adoptar tecnologías de transición con un alto grado de electrificación. Pone de ejemplo la tecnología e-Power de la marca (tecnología híbrida con un motor térmico, uno eléctrico y una batería de alto rendimiento), que proporciona una autonomía suficiente para desplazarse a cualquier lugar, al incorporar un motor gasolina que genera la electricidad que mueve el coche (más de 1.000 km).

Este es un ejemplo más de que, a día de hoy, todavía se siguen lanzando nuevos modelos con mecánicas gasolina y diésel (estas últimas cada vez menos), por lo que en la oferta de las marcas tendremos coches de combustión para algunos años más. Lo que ocurre desde hace ya tiempo es que todos los fabricantes (unos más que otros) viven una transición hacia el coche eléctrico.
Apuesta por el híbrido y el híbrido enchufable
Desde Renault añaden que "todavía no estamos preparados para una generalización de los vehículos eléctricos, en buena parte por la falta de madurez de la infraestructura de recarga". Ellos defienden que la transición ecológica ordenada pasa por el híbrido y el híbrido enchufable. De ahí que para Renault la tecnología híbrida es ahora mismo una propuesta ideal y mantienen una postura abierta de cara a la inclusión de la hibridación más allá de 2035.

Esta tecnología híbrida, nos explican, permite a los clientes utilizar su vehículo sin cambiar sus hábitos, al tiempo que reducen su consumo y las emisiones sin depender de una infraestructura de recarga todavía escasa. El fabricante también cree que el híbrido supone un efecto pedagógico perfecto de cara a la llegada del eléctrico u otras tecnologías alternativas como el hidrógeno o los biocombustibles.
Entonces, ¿podemos estar tranquilos si compramos hoy un coche gasolina o diésel?
Sí, nos responde el fabricante Seat, porque un coche de combustión nuevo cumple con la normativa actual, y dispone de las etiquetas C, Eco o Cero (en el caso de los PHEV) para circular. Las ventas de vehículos nuevos ayudan a rejuvenecer el parque automovilístico español, que está muy envejecido, sustituyendo vehículos antiguos por otros más modernos, seguros y eficientes.

Desde Toyota nos comentan que comprar un coche híbrido eléctrico, enchufable o de combustión tiene sentido en la actualidad por varios motivos. Primero hay que señalar que la vida media de un coche en España es de 13 años, con lo que una compra hoy sería volver a replantearse qué hacer justo en 2035. En esta línea, Honda recalca también todo el tiempo que queda hasta 2035, un periodo de tiempo que permite amortizar sobradamente la adquisición de un vehículo de combustión equipado con tecnología electrificada eficiente.
Los fabricantes puntualizan que es importante tener en cuenta que 2035 no es el año que señala que no se pueda circular con vehículos de motor de combustión, sino que no se podrán comercializar a partir de esa fecha. Es decir, más allá de 2035 la compra-venta de vehículos con motor de combustión usados continuará siendo habitual. Y es que la misma UE prevé que la transición hasta la total descarbonización de Europa llegue hasta 2050, un horizonte muy amplio.
Merecerá la pena comprar un coche de combustión siempre que sea la opción correcta para el cliente
En Volkswagen, aunque ya llevan vendiendo vehículos eléctricos como el e-Up!, el e-Golf o la familia ID., se sigue apostando por modelos de combustión interna gasolina, diésel u otras opciones de electrificación como hibridaciones ligeras, mild hydrid o híbridos enchufables plug-in hybrid.
"Merecerá la pena comprar un coche de combustión, nos dicen desde la marca alemana, siempre que sea la opción correcta para el cliente, y es que no todos los ciudadanos están preparados para hacer una transición inmediata hacia los eléctricos". Dentro de la oferta de Volkswagen, a día de hoy las opciones más demandadas por los clientes son vehículos SUV de tamaño pequeño como el T-Cross o T-Roc con eficientes motores gasolina.

La Asociación Madrileña de Distribuidores de Automoción, por su parte, puntualiza que "no todos los ciudadanos tenemos la capacidad de acceder a un vehículo eléctrico. Primero, por la cuantía económica que representa que, de entrada, ya es más alta de lo que cuesta un coche de motor térmico. Después, porque el problema real que tiene la gente es que vive o trabaja en edificios en los que las infraestructuras no están creadas para dar solución de recarga al vehículo eléctrico. Hablamos de edificios sin garajes, donde sus habitantes tienen que dejar su coche aparcado en la calle y necesita cargarlo de algún modo. Algo que a día de hoy es muy complicado, especialmente en núcleos urbanos".
Una buena opción: la compra por renting
Actualmente, los nuevos motores de combustión que hay en el mercado contribuyen a reducir las emisiones de CO2. Lo que hay que hacer, señalan desde Volkswagen, es retirar de la circulación los vehículos antiguos que son los que más contaminan (14 años de antigüedad media en España) y sustituirlos bien por eléctricos bien por vehículos de combustión interna que cumplen la normativa EU6 que son mucho más limpios.
Una opción muy interesante a la hora de comprar hoy un modelo son las distintas y flexibles fórmulas de renting con periodos de tenencia de 3 o 4 años principalmente para volver a elegir coche en pocos años. De esta forma, el usuario podrá elegir en un espacio corto de tiempo si le viene bien o no cambiar de tecnología, según el momento y las circunstancias.
Desde Toyota también inciden en este sentido, en las diferentes fórmulas de adquisición que permiten, al cabo de un cierto periodo de tiempo (3, 4 años), replantearse la situación, ya sea por legislación, situación personal u otros motivos, decidiendo entonces qué hacer con el vehículo, desde quedárselo hasta devolverlo o renovarlo por otro de igual o diferente tecnología.
Nuestra recomendación: tranquilidad todavía a la hora de comprar. Si ya puedes acceder al eléctrico, perfecto. Si tu opción sigue siendo la gasolina y el diésel, en todas sus variantes posibles, adelante; todavía tiene todo el sentido.