
Audi ofrece la posibilidad de conducir y derrapar en un lago helado, en el circulo polar ártico, al volante de sus RS4 durante tres días, con la Audi Driving Experience. Diversión garantizada y un precio de 4.200 euros.
Entre las muchas actividades que ofrece la marca Audi para sus clientes están los Audi Driving Experience, en los que los usuarios de la marca, y también los que no tienen un Audi en propiedad, pueden sentarse al volante de potentes vehículos en las condiciones más extremas. Ya sea haciendo todo terreno, en zonas del norte de África, en un circuito o conducir sobre nieve y hielo en Pirineos, Sierra Nevada o en el círculo polar ártico.
Experiencias que permiten a los usuarios tener una aproximación a la conducción límite en las condiciones más extremas que se pueden encontrar en una carretera o pista, y a las que nunca someterían a sus vehículos propios. Nosotros, hemos tenido la oportunidad de viajar hasta el norte de Finlandia, en el círculo polar ártico, y disfrutar de una increíble experiencia como es conducir un Audi RS4 en un lago helado y disfrutar al volante, en un viaje de cuatro días.

Audi nos ha brindado esta oportunidad, pero es que es una opción que puede hacer cualquier persona, incluidos usuarios de otras marcas de coches, que tiene un precio de 4.200 euros. A cambio, podremos disfrutar de un viaje de cuatro días hasta el círculo polar, alojarnos en un magnífico Resort invernal, con comidas y cenas típicas y en diferentes tipos de restaurantes.
Tras el viaje del primer día, y la llegada hasta el Resort de Lapland, donde en las amplias habitaciones contamos también con una sauna individual en cada habitación, comienza realmente la aventura. El desayuno comienza a las 07.00. En el propio hotel, y tras las primeras indicaciones de seguridad, muy importantes, comienzan las primeras clases prácticas que nos ofrece Markus, en un casi perfecto español.
Markus, el instructor
Explica las normas básicas de conducción en hielo, las formas de derrapar y de controlar le derrapaje, la necesidad de dosificar la presión sobre el acelerador o el volante, y también la necesidad de frenar en algunos momentos para colocar el vehículo. Y con las cosas no excesivamente claras, nos desplazamos hacia el lago, a solo 15 minutos del hotel. Allí, llegan las primeras explicaciones prácticas, cómo conseguir derrapar desde la primera curva, como hacer más largo el derrape o cómo controlar el vehículo.

A lo largo de todo el día, y en diferentes circuitos dibujados sobre el lago helado por un tractor, los participantes van haciéndose, más o menos con los mandos del coche, un impresionante Audi RS4 de 450 caballos. Entonces llega el momento de ir acelerando un poco más, hasta que superamos los límites de adherencia y de la física y terminamos subidos en un montón de nieve. Entonces llega el momento de coger el intercomunicador y pedir la ayuda del tractor, que nos sacará del lío.
Durante varias horas hasta la comida, y después de esta, estaremos dando vueltas y más vueltas, por parejas, en los coches. Se deben dar dos o tres vueltas y parar a cambiar de conductor. Es importante para poder descansar, porque es duro estar tan pendiente del volante y los pedales en cada milímetro del circuito. Pero sobre todo, lo es porque cuantas más vueltas demos seguidas tendremos más posibilidades de superar los límites y salirnos del trazado.
Jornadas en el lago
Después de la jornada completa en el lago, con alguna parada para ir al baño o a tomar un café o una fruta, volveremos al hotel, donde nos espera una buena ducha, o una sauna. Y una cena muy agradable en un entorno muy diferente, en el propio hotel. En ella podremos disfrutar de la magnífica comida finlandesa, muy elaborada.

También está incluida una excursión en motos de nieve por unos parajes increíbles. Para ello, en esa tercera jornada, por la mañana, se rueda nuevamente en los circuitos, pero tras el almuerzo, y cuando ya se hace de noche, comienza esa nueva aventura, tan diferente. Para ello se le provee al cliente de toda la ropa necesaria: casco, guantes y mono impermeable, para disfrutar sin el peligro de pasar frío. Este paseo en moto termina con una cena en una cabaña típica, donde se come un increíble salmón o un rico guiso de reno, entre otros muchos productos de la zona. La vuelta, cerca de medianoche, ya se hace en autobús. Solo por esa experiencia, ya merece la pena apuntarse a esta aventura.
Pero sin duda la clave de toda esta experiencia está en poder rodar dos días y medio en diferentes circuitos, trazados sobre un lago helado, en los que resulta imposible llevar recto el coche. Por ello, para aquellas personas que conducen cada día por el alfalto, cumpliendo con los límites de velocidad más o menos, esto es una experiencia realmente única.
La figura del tractor
Además de poder rodar con un vehículo como el Audi RS4, con su potente mecánica de 450 caballos y su tracción a las cuatro ruedas, el entorno aporta el resto. Un lago helado de casi 4 km² en los que hay trazados diferentes circuitos en función de su dificultad. En los laterales de estos circuitos encontramos superficies de nieve de más de medio metro de altura que marcan los límites de la pista. El conductor tiene que empezar a rodar y tratar de ser lo más rápido posible pero sin salirse del trazado. Cuando un coche se queda enganchado en la nieve, aparece un tractor para sacar el vehículo y al conductor se le penaliza con un punto.

Sin duda uno de los puntos clave de este curso de conducción invernal está en su instructor jefe, Markus Fiechtl-Kerschner, un conductor profesional alemán, que además de inglés o finlandés, también habla español, y muy bien por cierto. Markus nos cuenta de una manera muy sencilla cómo conseguir la mejor capacidad de tracción, cómo cruzar más o menos el vehículo y cómo conseguir ser lo más efectivos posible sin salirnos de la trazada.
Cuando uno llega al circuito las primeras veces, al ver que el coche se cruza lo normal es "contravolantear", levantar el pie del acelerador, incluso frenar y tratar de aguantar el coche en la trayectoria. Después de unas cuantas horas, y los consejos de Markus, se aprende lo más importante de conducir en nieve y hielo, dosificar el giro del volante y la presión sobre acelerador para que el coche siga la trayectoria ideal.
Las jornadas comienzan en el lago a las 8:00 de la mañana incluso antes cuando todavía es de noche se para un café a media mañana y posteriormente para la comida, pero nuevamente se vuelve al circuito a seguir rodando y disfrutando de una experiencia realmente inolvidable. Las temperaturas en la zona pueden oscilar entre los 25 o 30 grados bajo cero normales, y hasta los 50° bajo cero en algunos momentos.
Audi RS4
El vehículo elegido para estas pruebas es el RS4 un coche muy deportivo con tracción a las cuatro ruedas, que vale más de 100.000 euros. Además, los neumáticos son de invierno pero con clavos para asegurar una mejor capacidad de tracción. Su claveteado es de 250 por rueda y los neumáticos están casi como nuevos. De hecho, en cuanto empieza a perder clavos por la fricción con el hielo, se cambian automáticamente y se montan unos nuevos.
A lo largo de los años he hecho varias pruebas invernales de este tipo, pero esta experiencia con Audi y sus RS4, pero sobre todo gracias a la presencia de Markus como responsable, ha sido realmente increíble. Si tienen la oportunidad de hacerlo no duden en que esta experiencia les marcará de por vida.