
El mayor fabricante de autocaravanas de España, la compañía castellonense Benimar, sigue sacando partido al fuerte incremento de la demanda de estos vehículos que se desató con el confinamiento y la pandemia.
La firma de Peñíscola incrementó sus ventas un 5,3% en su último ejercicio, que cerró el pasado 31 de agosto, con 199,67 millones de euros de facturación. Desde 2019, la empresa que pertenece a uno de los tres mayores grupos europeos de este sector, el francés Trigano, ha incrementado sus ventas un 33% después del despegue de este sector tras las restricciones por el Covid tanto en España como en el resto de Europa.
El auge de los pedidos también llevó a la compañía, que cuenta con una factoría en Peñíscola con 130.000 metros cuadrados, a romper su récord de beneficios el año pasado. La empresa cosechó un resultado neto de 21,8 millones de euros, un 26% más que el año anterior, según reflejan las cuentas anuales de Trigano.
Freno por el automóvil
La buena marcha de la factoría española, que exporta más del 80% de las autocaravanas que produce, sin embargo se ha visto ralentizada por los problemas de producción en la industria automovilística, especialmente "por la caída en la entrega de bases rodantes por fabricantes de automóviles, en particular por el líder del mercado" Stellantis", explica el grupo francés. Trigano, que además posee plantas en Francia, Alemania, Eslovenia y Reino Unido, apunta que recortó un 14% la producción de su línea de autocaravanas en toda Europa por la escasez de los vehículos necesarios para ensamblar sus casas rodantes, aunque los ingresos crecieron un 3,7% por las adquisiciones realizadas durante el ejercicio.
Según sus datos, las matriculaciones de autocaravanas se desplomaron un 16,8% en toda Europa entre agosto de 2021 y el mismo mes de 2022 por la falta de vehículos, mientras que en España esa caída fue del 15,9%.
La factoría española precisamente está llevando a cabo la ampliación de sus instalaciones con un nuevo edificio y la mejora de sus líneas de montaje, para ampliar su capacidad de producción de la marca Panama hasta las 4.000 unidades, después de incorporar una nueva línea el año anterior para montar furgonetas camperizadas, uno de los segmentos más de moda con la pandemia.
La filial del grupo francés, que además cuenta con dos puntos de venta en España en Barcelona y Cádiz, también ha ampliado su plantilla en España hasta los 503 trabajadores.
Benimar fue fundada en 1974 en Benicarló (Castellón) dedicada fundamentalmente a la producción de caravanas. En 1984 cambió de manos y su nuevo propietario, Piet Geensen, optó por concentrarse en la producción en serie de autocaravanas y trasladó la ubicación a su factoría actual en Peñíscola. Trigano, un proveedor histórico del ejército francés que saltó al sector del camping y el ocio, compró en 2002 la empresa castellonense. El grupo francés es hoy uno de los tres mayores fabricantes europeos con el alemán Erwin Hymer, que a su vez cuenta en su accionariado con la multinacional estadounidense Thor, y Rapido, otra marca francesa.
Valorada en 220 millones
El fuerte crecimiento de Benimar ha propiciado que el grupo francés haya cerrado el año pasado la adquisición del único paquete accionarial que no controlaba directamente. Así, la compañía cerró la compra del 1% que mantenía François Feuillet, uno de los mayores accionistas del grupo y miembro de la familia que ostenta el control accionarial por un importe de 2,19 millones de euros. Una operación interna que supone valorar Benimar en casi 220 millones de euros en pleno auge del turismo vinculado al camping.