
François Bottinelli es el consejero delegado de Renault Trucks España desde 2018. En este tiempo ha visto cómo el sector se ha transformado hacia la movilidad eléctrica, un movimiento que también afecta a la francesa.
¿Cómo abordan la transformación del sector del transporte?
Con un plan muy claro porque dentro del Grupo Volvo y dentro de la marca Renault Trucks somos muy conscientes de las necesidades de apostar formalmente por el cambio. Estamos adheridos a la iniciativa Science Based Targets (SBT) en 2021, con unos objetivos muy claros de contener la subida de temperatura de 1,5 grados. Somos conscientes de que en nuestro negocio generamos CO2 y sabemos que en Europa el transporte es el responsable del 28% de las emisiones de CO2. Por eso, como marca somos parte del problema, pero queremos ser también parte de la solución. Eso implica tener un plan y el nuestro está basado en tres ejes.
¿Cuáles son?
El primero es seguir trabajando en mejorar los productos tradicionales, es decir, vehículos de combustión diésel. Estamos haciendo pruebas con los nuevos motores y camiones que son capaces de reducir hasta un 10% del consumo de gasoil. Tenemos un plan de desarrollo de estos motores. En la actualidad, en algunas aplicaciones como la larga distancia en carretera, un vehículo diésel es más eficaz. Como segundo eje tenemos claro que en nuestro negocio generamos vehículos de segunda mano y que apostar por la economía circular tiene mucho sentido, si queremos emitir menos CO2. Hace cinco años apostamos por el desarrollo de reacondicionamiento de nuestros vehículos de primera vida para que tengan una segunda vida útil. Transformamos vehículos de larga distancia en corta distancia o en aproximación de obras y damos servicios y garantía para que estos vehículos en una segunda vida tengan un coste y una rentabilidad para el cliente. Cada camión que se reacondiciona ahorra 14 toneladas de CO2.
¿Y la electromovilidad?
El tercer eje es la electromovilidad. Fabricamos camiones eléctricos en serie en nuestra planta de Blainville-sur-Orne (Francia) desde hace casi dos años. La historia de la marca es de desarrollo de soluciones de electromovilidad desde hace más de 10 años. Obviamente, antes se hacían más vehículos que eran prototipos, pero poco a poco hemos cogido experiencia y hemos formado algunos grupos de reflexión con los clientes lo que nos ha permitido lanzar la producción en serie. Fabricamos nueve camiones eléctricos al día y somos capaces de entregar una experiencia real a nuestros clientes. Ya hemos logrado recorrer más de 2,3 millones de kilómetros en camiones eléctricos en Europa. Eso es más que una estrategia. Hemos tocado muchos segmentos del transporte y la vida de nuestros ciudadanos. Uno de nuestros primeros ejes son los servicios municipales, medioambiente, recogidas de basura y en este segmento estamos muy a la cabeza incluso en España. Justo ahora acabamos de realizar una operación histórica, un total de 73 camiones 100% eléctricos que cubrirán el servicio de limpieza y recogida de residuos de la ciudad de Barcelona.
¿Cuándo veremos que la mayoría de los camiones serán eléctricos?
Es muy difícil saberlo. Nuestros objetivos son las cero emisiones netas de carbono en 2050. Es decir, en 2040 vamos a dejar de fabricar motores con combustión fósil. Eso también pasa por un objetivo intermedio en 2030, cuando queremos que la mitad de nuestras ventas sean con vehículos eléctricos. Creo que ahora hay más marcas que empiezan a sumarse a esta ambición, cuándo realmente pasar todo a lo eléctrico es difícil saberlo. Estamos pendientes de conocer un poco más sobre las normativas europeas para camiones y esto también marcará la velocidad.
¿Qué horizonte tiene la regulación europea en materia de camiones?
De momento tenemos la normativa Euro VI Step E, que es la actual en vigor, que se puso en marcha hace un año. Ya están trabajando en la siguiente normativa (a partir de 2025 para ligeros y 2027 para pesados). Además, en paralelo, de cara a 2025, tenemos que reducir el nivel de emisiones de CO2 en un 15% en comparación con los datos de 2019.
"Lideramos el mercado de camiones eléctricos en España"
¿Tiene futuro la tecnología diésel?
Nosotros no lo vemos a largo plazo. En 2040 nosotros prevemos el fin del diésel, pero hablamos de que todavía quedan 18 años y aún hay recorrido. Tenemos que acompañar ya que sabemos que va a ser imposible cambiar todo de golpe. También está el problema de la carga. Hablamos mucho de poner cargadores en las instalaciones del cliente y eso es factible, pero el tema de recarga pública es mucho más complejo. Para muchos clientes que recargan en carretera, a corto plazo, la única solución es el diésel. Por eso nosotros invertimos en vehículos diésel más eficientes. Sabemos que a medio plazo tendremos que buscar otra solución para descarbonizar y sabemos que es o baterías o hidrógeno con pila de combustible. Quizá una pequeña parte pueda llegar a ser biocombustibles, pero pensamos que podían ayudar a descarbonizar más o menos el 15% de la flota. El volumen de fabricación de biocombustibles, de momento, no lo vemos muy alto y quizá sea para otro tipo de transportes. Nuestra visión es que a largo plazo el 85% de las flotas será eléctrica o de hidrógeno con pila de combustible.
¿Cuál es el 'mix' de ventas de eléctricos de Renault Trucks en España?
Este año estaremos en torno al 5% de las ventas, que también es mucho. Lideramos el mercado de ventas de camiones eléctricos.
¿Y el peso de España para Renault Trucks?
España supone entre el 12% y el 13% de las ventas de Renault Trucks en Europa. Es el segundo mercado más importante tras Francia. Francia, España y Reino Unido son los tres mercados más importantes de Europa para la marca.
¿Qué previsiones hace para 2023?
Es complicado hacer previsiones, pero tenemos plazos de entrega más largos de lo habitual. Para 2023 tenemos una parte del año con más visibilidad, hasta el verano vemos cierta estabilización de la situación, pero a partir de ahí es muy difícil saber qué va a pasar. Ahora tenemos visibilidad en el primer trimestre, algo en el segundo, pero no más allá. Qué va a suceder con la guerra de Ucrania, los temas económicos. Hay mucha menos estabilidad que hace un año y que hace dos. Posiblemente la inflación se prolongue. Tenemos que aceptarlo y vivir en este entorno y sabemos que el cambio climático nos va a ocupar en gran medida.