La planta madrileña de Villaverde, propiedad del consorcio automovilístico Stellantis, superará la barrera de los 80.000 coches producidos este mismo año, lo que supone un aumento de más del 5% teniendo en cuenta que el año pasado se quedaron en los 75.901 vehículos. Hasta octubre, la factoría acumula una producción de 68.872 unidades.
Con el lanzamiento del Citroën C4X, que se produce en esta planta y cuyas primeras entregas serán a principios de 2023, la directora de la fábrica, Susana Remacha, apuntó que las estimaciones de producción para el próximo año ascienden hasta una horquilla de entre 100.000 y 120.000 vehículos.
Actualmente, de la única línea de producción que tiene la factoría salen 30 vehículos por hora, de los cuales un 85,26% se destina a exportación. Stellantis Madrid tiene en exclusiva mundial la producción de toda la familia C4, así un 70,15% corresponde a versiones térmicas mientras que un 29,85% son de versiones eléctricas.
Citroën estima que, del total producido en el mes de enero, entre un 25% y 30% sean del C4X. Además, según indicó Remacha, no tendrían problema en subir la capacidad hasta un 40% aunque todo depende de la demanda del modelo.
Cuellos de botella
Al igual que el resto de fabricantes, Stellantis tiene afectadas sus cadenas de producción por la escasez de semiconductores. Sin embargo, la planta de Madrid no cuenta con coches incompletos puesto que el mes de octubre fue un mes sin interrupciones en la producción. En noviembre, la fábrica ha parado cuatro días.
Ante la posibilidad de establecer un taller de baterías en la planta, su directora recalcó que por el momento las baterías llegan de la fábrica de Figueruelas en Zaragoza porque "tienen capacidad".
Asimismo, Stellantis Madrid, tras inaugurar a principios de año su planta fotovoltaica, ya tiene planes para poner en marcha una segunda de menor tamaño con el objetivo de que todo su consumo de gas pase a eléctrico.
