
El consejero delegado de Nikola Corporation, Mark Russell, ha anunciado esta semana que se jubilará tras apenas dos años al frente de la compañía. En su lugar, Michael Lohscheller será el responsable de sacar a la compañía de una situación en la que no termina de arrancar pese a las altas aspiraciones de su fundador y a llevar más de 8 años operando.
Lohscheller ya fue el consejero delegado de Opel, "donde llevó a la compañía a una rentabilidad sostenible y supervisó su transformación en una marca líder de automóviles electrificados", defiende la compañía en el comunicado que emitió para el relevo en el puesto.
La automovilística, que también aspira a ofrecer soluciones eléctricas, fue fundada en 2014 con la intención de sumarse a la revolución del vehículo eléctrico. Ocho años después, tras diversos escándalos y choques con la justicia, Nikola acaba de firmar sus primeras entregas de vehículos en su historia.
En los resultados trimestrales presentados a inicios de mes, Nikola publicaba la producción de 50 camiones del modelo Tre BEV, y la entrega a clientes de 48. Son los primeros que se dan a los compradores. La firma mantiene sus previsiones de entregar entre 300 y 500 vehículos de este tipo antes de que acabe el año.
La firma necesita acelerar rápidamente, puesto que la quema de capital viene siendo una constante. Solo en el segundo trimestre del año han registrado unas pérdidas netas de casi 173 millones de dólares, lo que hace que la cifra del primer trimestre ascienda a casi 326 millones en pérdidas. En 2021 se dejaron 690 millones, y en 2020 otros 370 millones, según presentó la compañía en sus resultados de ambos años.
El fraude que lastró a la compañía
Pese a todo, parece que la firma empieza a ver la luz al final del túnel, algo que no logró Trevor Milton, fundador de la compañía. Milton dejó la empresa en septiembre de 2020 después de ser acusado de fraude por el fondo de inversión Hindenburg Research.
La acusación de que habían lanzado un vídeo publicitario en el que se hacía ver que el camión se propulsaba con un motor cuando en realidad no tenía unidad de potencia y circulaba cuesta abajo le costó muy cara a la empresa. Se rompieron los acuerdos en ciernes con General Motors, BP y Republic Services, y la acción se desplomó. Solo Milton fue procesado, y puesto en libertad en 2021 bajo una fianza de 100 millones de dólares.
Nikola había salido a bolsa gracias a una SPAC (compañía de propósito especial de adquisición) en junio de 2020, y llegó a cotizar por encima de los 93 dólares y superando la capitalización bursátil de Ford sin haber entregado un solo vehículo. Pero las noticias derivadas de la acusación de fraude la llevaron hasta los 15 dólares para finales de 2020.
La acción no ha levantado cabeza desde entonces, y cotiza actualmente cerca de los 7 dólares, si bien ha marcado mínimos en los 4,72 dólares en el mes de julio.
De los 10 analistas que siguen la compañía, ocho recomiendan mantener, y dos de ellos aconsejan comprar. Su precio medio objetivo está en los 9,5 dólares, un 35% por encima del valor actual de la acción.