Honda ha cerrado el primer trimestre de su ejercicio fiscal 2023, comprendido entre los meses de abril y junio, con un beneficio de 149.219 millones de yenes (1.082 millones de euros), lo que supone un 32,9% menos en comparación con los 222.512 millones de yenes logrados en el mismo periodo del año anterior.
Este descenso, según explicó el grupo, se debió a la disminución de la participación en los beneficios de las inversiones contabilizadas por el método de la participación en China.
La compañía también ha anunciado que adquirirá acciones propias, con un importe máximo de adquisición de 100.000 millones de yenes (725 millones de euros), con el propósito, entre otros, de "mejorar la eficiencia de su estructura de capital y aplicar una estrategia de capital flexible".
El beneficio operativo de Honda se situó en los 222.216 millones de yenes (1.611 millones de euros), un 8,6% menos en tasa interanual. Así, el margen operativo de Honda en su primer trimestre fiscal se situó en el 5,8%, lo que supone un punto menos en comparación con el mismo periodo del año anterior.
En los tres primeros meses del ejercicio fiscal, Honda logró una facturación de 3,82 billones de yenes (27.767 millones de euros), lo que supone un incremento del 6,8% en comparación con el mismo periodo del ejercicio anterior.
Las ventas de vehículos cayeron un 18,3% en tasa interanual, hasta las 815.000 unidades, mientras que las entregas de motocicletas se incrementaron un 9,6% en tasa interanual, hasta alcanzar las 4.251.000 unidades en el primer trimestre del año.
Mantiene las previsiones
De cara al cierre del año fiscal 2023, que finalizará el próximo mes de marzo, Honda ha mantenido sus previsiones. Así, el grupo prevé lograr un beneficio de 710.000 millones de yenes (5.148 millones de euros).
Además, ha incrementado en 20.000 millones de yenes (145 millones de euros) las previsiones de beneficio operativo. Así, al cierre del año fiscal prevé lograr 830.000 millones de yenes (6.019 millones de euros). Honda considera que las perspectivas siguen siendo inciertas debido principalmente a los impactos de la escasez de suministro de semiconductores y el resurgimiento del Covid. Así, estima lograr un margen operativo del 5%, en línea con las anteriores previsiones.
La facturación prevista se situará en los 16,75 billones de yenes (121.498 millones de euros), un 15,1% más en comparación con el cierre del ejercicio fiscal 2022.
