
Alpine ha presentado con motivo del Gran Premio de Francia de Fórmula 1 en primicia mundial un prototipo 100 % eléctrico del modelo A110 al que ha denominado E-ternité. Más que un prototipo, en realidad se trata de un verdadero laboratorio sobre ruedas para preparar el futuro de la marca.
La marca francesa representa la máxima deportividad dentro del grupo Renault, tanto en sus coches de producción en serie como en sus vehículos de competición. Por ello, ha presentado en el Gran Premio de Francia su visión del futuro del coche deportivo eléctrico. Lo ha hecho con un prototipo al que ha denominado A110 E-ternité, coincidiendo con el 60 aniversario del modelo más representativo de la marca francesa. Con el legendario A110 en los años setenta obtuvo importantes éxitos en el Mundial de Rallys y en los principales rallys europeos.
Definido como un prototipo, en realidad es un auténtico laboratorio sobre ruedas en el que la marca francesa busca su futuro deportivo. Un futuro para conservar la legendaria deportividad de los modelos de la marca, pero asociado con la electrificación. Un modelo que se caracteriza por encima de todo por una gran ligereza, si lo comparamos con modelos eléctricos equivalentes de este segmento.
Por ello, este nuevo modelo se debe considerar como un enlace entre un pasado legendario en la competición, marcado por la berlineta A110, y un futuro 100% eléctrico. Pero igualmente sirve para ilustrar todos los trabajos que la marca francesa está haciendo en diferentes campos para desarrollar su gama de nuevos modelos.
El Grupo Renault está claramente implicado en la electrificación del automóvil, un proyecto en el que lleva más de 10 años volcado al más alto nivel. Tras la experiencia acumulada por la marca, tanto en el campo de los turismos como en las furgonetas eléctricas, este paso que da ahora Alpine supone un nuevo avance hacia la electrificación total de la gama del Grupo Renault.
Buen deportivo
El punto de partida de este nuevo prototipo era muy claro: se trataba de conseguir electrificar el A110, igualando las prestaciones de su modelo con motor térmico. Y todo ello ofreciendo al mismo tiempo equilibrio y agilidad, apoyándose en las fortalezas de las tecnologías del grupo francés.

No se trata solo de un proyecto de un deportivo eléctrico, que podría parecer sencillo. En realidad, lo que se ha buscado ha sido que este vehículo sea un laboratorio de todo lo que debe ofrecer el coche del mañana. Un novedoso sistema multimedia que utiliza la tablet personal del conductor, un sistema de audio de última generación con ocho altavoces, materiales innovadores que aúnan rendimiento y sostenibilidad.
Pero sin duda el más llamativo es la solución de su techo "semi descapotable". Permite apreciar el silencio de la tecnología eléctrica y circular en un Alpine A110 eléctrico a cielo abierto y sin ruido. Y hacerlo con la misma agilidad, las mismas prestaciones que se haría con un A110 con motor térmico a la venta actualmente. Ese fue el reto que se impusieron los ingenieros para desarrollar este prototipo.
Batería delante y detrás
El vehículo incorpora 12 módulos de batería pero en una posición muy extraña. Cuatro de ellos van situados en la parte delantera y otros ocho en la trasera. A pesar de todos estos módulos de batería, el peso total de la misma es de 392 kilos. O lo que es lo mismo, solo es 258 kilos más que el vehículo con motor de gasolina.
Otra gran novedad en este deportivo eléctrico es que para optimizar sus prestaciones, tanto la aceleración de 0 a 100 km/h, como su velocidad máxima, este prototipo incluye una novedosa caja de cambios de tipo de doble embrague, con pilotaje electrónico pero con unos embragues sobredimensionados para transmitir el elevado par motor disponible.
Sin duda un coche muy rompedor desarrollado por los ingenieros de Alpine que deberá servir para marcar el futuro de la marca francesa y de los modelos electrificados que llegarán en los próximos años.