Motor

Cuidado dónde aparcas, tu coche puede arder

  • El catalizador después de unos kilómetros de uso estará a unos 300 grados de temperatura y puede producir un incendio
  • Cuidado con el efecto lupa en el interior del coche, gafas o botellas pueden quemar nuestro coche
  • Aparcar en una zona de hierba es un peligro
Pensamos que aparcar debajo de un árbol, a la sombra, será la solución, pero puede ser un peligro por el suelo

Aparcar un coche al sol cuando hace mucho calor no solo es un inconveniente para el interior del vehículo, que 'terminará siendo un horno' si no lo retiras pronto. Así, a la hora de dejar estacionado el coche en verano no solo debes intentar buscar una sombra por comodidad, sino también por seguridad, para evitar que se incendie.

Cuando en verano llegas a un sitio y tienes que aparcar el coche, debes fijarte muy bien dónde hacerlo. Sobre todo el tipo de suelo en el que aparcas. Si lo haces en una zona con hierba, se puede quemar. Por supuesto, el asfalto es lo ideal para poder aparcar el coche, pero no siempre es posible. En la playa o en el campo, es habitual ver coches parados sobre la tierra. Si la tierra está limpia, no debería suponer ningún problema, siempre que el suelo esté lo suficientemente duro para que el coche no se hunda. Sin embargo, si en ese suelo hay la más mínima brizna de vegetación, puede costarte un disgusto aunque el coche este a la sombra.

Después de haber recorrido unos cuantos kilómetros los coches despiden calor y ese calor sale también por la parte de abajo de la carrocería. Si hemos aparcado sobre hierba seca, follaje o cualquier elemento inflamable, en pocos minutos el vehículo puede comenzar a arder. Esta circunstancia, ya de por sí bastante grave, puede ser catastrófica porque si no se apaga pronto, el fuego se extenderá a otros vehículos que estén cerca y puede ocasionar una explosión si alguno de ellos es de gasolina.

La hierba seca o las hojas que estén en el suelo pueden prenderse con el calor que desprende el catalizador. Cuando está caliente el motor, este elemento del coche puede alcanzar los 300 grados, con lo que el calor que desprende será suficiente para prender todo lo que esté debajo del coche que no sea asfalto.

¿Cuándo puede incendiarse?

Aparte de por esta circunstancia, no es habitual que un coche se incendie, pero sí es posible. Y la gran mayoría de estos incendios se producen por un mantenimiento deficiente. Un coche también se puede incendiar por problemas en la instalación eléctrica, por fuga de líquidos, por la batería... y, a veces, no se debe solo a una única causa.

Aparcar en una zona de hierba o con algo de vegetación seca es muy peligroso.

Los motores de los vehículos en marcha alcanzan temperaturas de entre 100 y 110º. Esto no debe suponer ningún problema si la mecánica del coche está a punto. Sin embargo, hoy en día y con un parque móvil con más de 13 años de antigüedad, las probabilidades de que un coche se incendie, sobre todo en verano cuando el calor arrecia, son relativamente elevadas. Pero, ¿cuáles son las causas? Veamos:

Motor sobrecalentado: Si el motor se calienta en exceso puede afectar a la temperatura del aceite o del líquido refrigerante. Si esto ocurre, estos líquidos podrían llegar al sistema de escape donde se incendiarían con cierta facilidad.

Instalación eléctrica: Un fallo en el cableado produce sobrecargas y calentamiento en algunas zonas que pueden quemar materiales combustibles como los plásticos o filtros, por ejemplo.

Batería: Otro posible 'culpable' de que un coche pueda incendiarse es la batería, si está en mal estado. Puede haber fuga de ácidos o chispas si los bornes no están en buen estado o mal apretados.

Líquidos: Perder líquidos es bastante habitual y esta circunstancia producirá gases por evaporación a causa del calor. Una pequeña chispa bastará para que se declare un incendio. Algunos de estos líquidos son inflamables, además de la gasolina, como es el caso del líquido de la dirección o el aceite del motor.

Materiales inflamables a bordo: Si eres de los que lleva en el maletero un bidón de plástico con gasolina o una lata de aceite por si acaso, debes saber que si hace mucho calor en el interior del coche también podrían arder. Esto también sirve para botellas de cristal o plástico, gafas o cualquier objeto que produzca efecto lupa o sea inflamable con el calor. Ten en cuenta que el interior de un coche aparcado al sol, en verano. puede alcanzar una temperatura de 60 ºC. Y eso hace peligroso el interior de un vehículo aparcado al sol.

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