Motor

El coche eléctrico no cala pero las bicis y patinetes sí

  • La intención de compra de vehículos electrificados subió del 10% al 15% en un año
  • El coste de recorrer 100 km en un coche de gasolina es cuatro veces mayor que en uno eléctrico
  • La autonomía de un vehículo enchufable es de 300 km y por eso no es apto para el largo radio
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Los nuevos modelos de movilidad pasan por vehículos electrificados de todo tipo. Los usuarios están concienciados y cada vez hay más personas que deciden optar por esta alternativa.

L a pandemia ha traído consigo numerosos cambios en la sociedad y uno de ellos tiene que ver con la movilidad. El objetivo marcado por la Unión Europea es que 2050 sea un año de cero emisiones en la ciudades y en el transporte de mercancías y de personas, entre otros muchos sectores. Esto está provocando un cambio de tendencias en lo que respecta a la movilidad urbana y ha aparecido un nuevo agente necesario para el cambio: la movilidad eléctrica. Según los datos de la VII Radiografía de Hábitos de Movilidad de los Españoles, promovida por Alphabet y realizada por el Foro de Movilidad, el coche privado es el medio elegido por los españoles para sus desplazamientos diarios, concretamente para el 64% de los encuestados. Es decir, la mayoría de los españoles se desplaza en coche particular, seguido de aquellos que se decantan por ir a pie. 

En lo que respecta al uso del coche eléctrico, esta radiografía muestra que han aumentado con respecto años anteriores, pero no de manera significativa. En concreto, los españoles que aseguran emplear el coche eléctrico para sus desplazamientos todavía se sitúan por debajo del 10% y tan solo un 1,5% lo hace de manera habitual

Estos datos se complementan con los obtenidos en el Estudio Motor del Observatorio Cetelem, unidad de estudios de inteligencia económica de BNP Paribas Personal Finance. Según este documento, la intención de compra de un coche eléctrico entre los consumidores sube del 10% en 2021 al 15% este año. En el caso de la moto eléctrica, el aumento es de 4 puntos con respecto al año pasado y roza una tasa del 29% en intención de compra. Por su parte, según el Observatorio Cetelem, la intención de compra del coche híbrido por parte de los conductores cae 2 puntos pero, con un 40%, siegue siendo la opción mayoritaria, por encima del diésel y la gasolina, ambos con un 22%. 

Está claro que el vehículo privado eléctrico o híbrido todavía no está dentro del pensamiento de los consumidores y existen diferentes motivos por los cuales los conductores no se animan a adquirir un vehículo eléctrico. En el propio Observatorio Cetelem se destaca que el 66% de los encuestados declara que el precio es la principal causa que les lleva a echarse atrás en la compra, un porcentaje que ha subido 6 puntos con respecto al año pasado. El segundo motivo está en la autonomía de este tipo de vehículos. La mayoría exige una autonomía de 300 y 400 kilómetros, en concreto el 44%. El combo precio/autonomía todavía hace que el coche eléctrico no sea competitivo, ya que los de gama media, es decir, asequibles para la gran mayoría de los consumidores, solamente proporcionan  autonomías de entre 150 y 200 kilómetros.

Micromovilidad

A pesar de que el coche eléctrico todavía no cala entre la población, las alternativas de micromovilidad urbana como son los patinetes eléctricos y las bicicletas sí están entrando con fuerza en las urbes. 

En este sentido, según el Observatorio Cetelem, uno de cada cuatro españoles tiene intención de comprar una bicicleta o un patinete eléctricos. Entre la población más joven (entre 18 a 24 años) el 66% se ha planteado el cambio a este tipo de movilidad y abandonar el vehículo privado. 

Aun así, todo depende de si la ciudad cuenta con una buena infraestructura de carriles bici seguros. Los usuarios, como es lógico, priman mucho la seguridad a la hora de desplazarse por el casco urbano con este tipo de vehículos y Sevilla es un ejemplo de buena infraestructura. Por ejemplo, la empresa sueca de alquiler de patinetes eléctricos Voi contabilizó, en marzo de 2022, 10.000 viajes en sus vehículos, lo que supone una reducción del uso del coche particular.

Además, Sevilla es referente en sus servicio municipal de alquiler de bicicletas en cambio, en el otro lado, está el servicio BiciMad, de Madrid, que experimentó una caída de 11.000 usuarios en solo siete meses y en diciembre del año pasado tuvo su mínimo de viajeros, una cifra que no se veía desde el año 2016. 

¿Es rentable un coche eléctrico?

A la hora de pensar en la compra de un coche eléctrico o híbrido enchufable frente a uno de combustión convencional, los usuarios se fijan mucho en la rentabilidad del producto y cuánto tiempo se tarda en amortizar la compra. Además, la volatilidad actual de los mercados eléctricos, que provoca continuas subidas en el precio de la luz, lleva a los conductores a pensárselo dos veces a la hora de buscar una alternativa de cero emisiones para sus viajes tanto en ciudad como en carretera. 

Los expertos aseguran que lo primero que hay que tener en cuenta es el precio. Los vehículos electrificados son más caros. De media, el usuario pagaría entre 5.000 y 15.000 euros más que por un vehículo de combustión tradicional. Pero el Gobierno pretende corregir esta externalidad a través de las subvenciones del Plan MOVES 3 pero, aun con la subvención, el precio todavía sigue siendo superior.

Pero esto no debería suponer un problema si el precio se puede corregir a través del ahorro en el coste del combustible para los desplazamientos. En este sentido, los motores de los coches eléctricos tienen una eficiencia mucho mayor que la de sus homólogos de combustión. Desde el portal Xataka aseguran que recorrer 100 kilómetros con un coche eléctrico tiene un coste aproximado de 13 kWh (aunque hay que tener en cuenta el tamaño del vehículo), mientras que para un automóvil convencional, con un consumo en torno a 51/100 kilómetros, se necesitarían un total de 45 kWh para recorrer la misma distancia. 

Por tanto, el kWh en la hora valle, aunque tenga un precio elevado, está costando una media de 0,30 euros y la gasolina ha llegado a superar los 2,20 euros el litro. Sabiendo esto, para un desplazamiento de 100 kilómetros con un coche eléctrico, el usuario estaría gastando casi 4 euros, mientras que el coste con uno de gasolina estaría alrededor de 8 euros, cuatro veces más.

Pero claro, la autonomía es el talón de Aquiles de los coches eléctricos. Aunque los fabricantes están consiguiendo alargarla cada vez más, todavía no es apta para recorrer largas distancias y solamente permite movimientos de corto radio como la ida y vuelta al trabajo o para ir al centro el fin de semana a hacer compras. 

En este punto, el usuario debe plantearse el uso que le va a dar al coche que está comprando. Si lo destina solo para desplazamientos de corto radio, es idóneo y mucho más rentable, en cambio, si lo va a utilizar para escapadas de fin de semana, ya debe plantearse adquirir modelos más caros que le proporcionen más autonomía o, en su defecto, calcular si alquilar un vehículo de combustión convencional le sale más rentable para esos viajes.

A esto se suma la falta de puntos de recarga interurbanos de acceso público, que que hace que los coches más asequibles no puedan usarse para viajes de largo radio, ya que las carreteras españolas no están equipadas con suficientes puntos de carga rápida y eso alargaría innecesariamente el tiempo de viaje del usuario e, incluso, podría quedarse sin energía en medio del trayecto sin lugares de recarga próximos.  

El caso del usuario urbano es diferente, ya que si tiene una vivienda unifamiliar con garaje, no tendrá problema para recargarlo y si el garaje es comunitario, la instalación puede superar los 1.200 euros, aunque el Gobierno subvenciona el 70% del coste de instalación, por lo que es más sencillo poder disponer de un punto de recarga en casa en ambos casos. 

A esto se suma que si el usuario tiene una instalación eléctrica de placas solares en su casa o en su edificio, puede llegar a verter energía a la red y eso le proporciona todavía más rentabilidad al coche eléctrico, porque el coste de recarga sería prácticamente cero.

Mantenimiento

Suele suceder que muchas veces, cuando el usuario compra un coche -eléctrico o no- a muy buen precio luego se encuentra con que el mantenimiento es muy caro y no le compensa. Los expertos en mecánica siempre aconsejan que antes de comprar hay que hacer una revisión de los costes de mantenimiento y la durabilidad y precio de las piezas como el embrague, aceite, filtros, correas de distribución, sistema eléctrico, pantallas, etcétera.

En el caso del coche eléctrico, está la ventaja de que no cuenta con casi ninguno de los componentes mencionados, pero los expertos advierten que, aunque el motor de un coche eléctrico no requiera mantenimiento, tiene una caja de cambios que está compuesta por engranajes que ejercen una fricción entre ellos y necesitan un aceite especial para que no se desgasten al mismo tiempo que los enfría. Además, a eso se suma que cada cierto tiempo hay que cambiarle el líquido anticongelante.

Finalmente, en lo que se refiere a ventajas fiscales, los coches eléctricos están exentos de los impuestos de matriculación y circulación y cuentan con la ventaja de que no tienen que pagar el aparcamiento en la zona azul de las ciudades, por lo que si el usuario trabaja en el centro, no necesitaría alquilar una plaza de garaje.

Por tanto, se puede ver que el coche eléctrico sí que es rentable para desplazamientos urbanos y de corto radio y esa rentabilidad aumenta para las personas que tienen una infraestructura eléctrica adecuada en su vivienda comunitaria o unifamiliar.

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