
Mercedes lanzará el próximo otoño una nueva generación del GLC, su todocamino compacto con el que la marca alemana ha tenido un gran éxito comercial. Un vehículo que ya en la anterior generación se ofrecía en versiones híbridas enchufables y de hidrógeno. Todos los nuevos modelos incluyen algún tipo de hibridación.
Mercedes tuvo durante años un modelo para competir en el segmento del SUV compacto como un modelo como el GLK. Era un vehículo muy bueno, con un comportamiento en carretera excelente, pero sobre todo con unas capacidades de uso fuera del asfalto muy superiores a las de sus rivales del mercado. Pero tenía un problema, que su estética no estaba acorde con su funcionamiento y su tecnología. Y por ello aquel GLK no fue un éxito comercial, como merecía realmente.
Cuando la marca alemana lanzó el GLC para sustituir al anterior GLK, desde el primer momento el resultado fue espectacular y en los primeros meses ya estaba multiplicando por 10 las ventas que se lograban hasta entonces del GLK.
Ahora, mejor dicho en otoño, llegará al mercado la segunda generación del GLC, que destaca por una estética modificada sobre todo en su frontal y con un equipamiento mucho más completo. Pero sobre todo llega con la electrificación por bandera, y es que todos los motores disponibles en la nueva gama serán o híbridos ligeros o híbridos enchufables.

La carrocería del nuevo GLC mide 4,72 metros, lo que supone que crece 6 centímetros con respecto a la generación disponible hasta ahora. Es igual de ancho y más bajo que su antecesor, por lo que a simple vista da un aspecto más dinámico.
Pantallas del Clase S
En su interior el nuevo modelo destaca por ofrecer una estética similar a la del actual Clase S, que destaca por tener un cuadro instrumentos digital de 12,4 plantas y una pantalla grande situada en una posición baja y en dispuesta verticalmente. Esta pantalla mide 11,9 pulgadas y en ella se pueden consultar todas las funciones del vehículo y gestionarlas.
Aunque, por supuesto, incluye también el sistema MBUX de última generación con el que gestionar la mayor parte de los sistemas o interactuar con el vehículo es mucho más sencillo. Y opcionalmente ofrece un sistema de "head up display" que proyecta los datos principales de la conducción sobre el parabrisas.
Pese a su estilo más elegante que el del GLK, el nuevo modelo también es un vehículo con claras opciones de uso fuera del asfalto y para ello incluye un menú Off Road. Gracias a este modo se facilitan datos específicos de la conducción que son muy interesantes cuando se circula por una pista o superando un obstáculo "off-road".

Como novedades importantes que aporta el nuevo GLC en el habitáculo destacar que las plazas traseras tienen asientos reclinables para que los usuarios puedan encontrar su posición más confortable. También su gran maletero, que crece hasta alcanzar los 600 litros de capacidad, lo que le posiciona como una referencia en este segmento del mercado.
A nivel mecánico el vehículo ofrece un amplio abanico de motorizaciones, pero curiosamente todos se basan en propulsores térmicos de cuatro cilindros y 2 litros de cilindrada. También en todos los casos la nueva gama lleva un cambio automático de convertidor de par de nueve relaciones. Es el 9-G-Tronic utilizado en el resto de modelos de la gama. La tracción es siempre las cuatro ruedas, el 4 Matic.
Hasta 381 caballos
Las mecánicas incluyen en todos los casos algún sistema de hibridación, por lo que los nuevos GLC tienen etiqueta "ECO" o "0 emisiones" de la DGT. La gama cuenta con seis variantes diferentes desde su lanzamiento. En gasolina hay dos opciones, el 200 con un motor de 204 caballos y el 300 cuya potencia aumenta hasta los 258 CV. Y si hablamos de los diésel, igualmente hay dos opciones, el 200d con 197 CV y el 300d cuya potencia aumenta hasta los 269 CV. Todas estas versiones tienen etiqueta "eco".
A ellos se suman las variantes híbridas enchufables con tres opciones distintas. El punto de partida es el 300e con 313 caballos de potencia combinada. Por encima el 400e que ofrece 381 caballos de potencia combinada. Mercedes es casi el único fabricante que ofrece versiones híbridas enchufables combinando motores diésel y eléctricos. El resultado es muy bueno, al combinar lo mejor del diésel, por su bajo consumo en carretera, con el eléctrico y su bajo gasto en ciudad.
Sin duda lo más importante es que todos estos modelos híbridos enchuflables que por supuesto tienen etiqueta "0 emisiones" de la DGT ofrecen más de 100 kilómetros de autonomía homologada en el ciclo WLTP en modo solo eléctrico.
Las versiones mild hybrid de gasolina y diésel funcionan con una batería de 48 V y su motor eléctrico proporciona 23 caballos y 200 N metro. Este motor puede apoyar en algunas circunstancias al motor de combustión, pero no puede mover por sí solo al vehículo, como ocurre en el "full hybrid". Su motor eléctrico en todos los casos es el mismo, de 136 caballos, mientras que su batería es del 31,2 kWh. Es una batería que se puede recargar con corriente alterna hasta 11 kW con el cargador del coche, mientras que en carga rápida con corriente continua el máximo al que carga es de 60 kW.