Comenzó por fin el Mundial más esperado, el que iba a traer cosas nuevas, sobre todo más emoción, al Gran Circo de la Fórmula 1. Y de momento lo que ha traído es la 'resurrección' de Ferrari. El equipo más famoso de la Fórmula 1, que lleva 15 años sin ganar el título de pilotos, ha empezado a tope el Mundial de la nueva reglamentación, con doblete en la primera carrera, el G.P. de Baréin, con el monegasco Leclerc primero y nuestro Carlos Sainz segundo.
Otros años, otras temporadas, Ferrari era el mejor equipo de la 'pretemporada' para, un Mundial sí y otro también, ver cómo Mercedes y Red Bull les devolvían a la realidad en las primeras carreras, y los monoplazas rojos volvían a pelearse en la zona media. Pero algo ha cambiado este año.
Porque Ferrari ha vuelto a ser el 'campeón de la pretemporada', pero es que esta vez la primera carrera ha pasado de disgusto a subidón, con un doblete que no hacía tanto tiempo que no conseguía Ferrari (en Singapur 2019, con Vettel primero y Leclerc segundo), pero que en este caso tiene mucho más valor, porque supone demostrar al mundo que, hoy por hoy, Ferrari está un paso por delante de Red Bull y de Mercedes, y varios del resto de escuderías.
Binotto, jefazo de Ferrari, junto a los tres integrantes del podio de Baréin: Carlos Sainz, Charles Leclerc y Lewis Hamilton.

La clave pudo estar quizá en la calificación, cuando Charles Leclerc le arrebató la pole a Carlos Sainz con una gran última vuelta en la Q3. Y aún así, el madrileño solo quedó a 129 milésimas del monegasco, con el Red Bull de Verstappen entre medias. Si Sainz hubiera conservado la pole, lo mismo le hubiéramos visto en el cajón más alto de Baréin. Pero tiempo al tiempo, quedan 21 carreras y muy raro sería que este año el piloto español no ganase alguna carrera, o incluso pueda aspirar a ganar el Mundial. Porque no olvidemos que el año pasado, Sainz quedó por delante de Leclerc en la clasificación final del campeonato.
Ferrari, de principio a fin
Leclerc fue el claro dominador de la carrera. En sus primeras 50 vueltas, con una buena salida manteniendo a raya a Verstappen tanto en los primeros metros como en las primeras vueltas, cuando el campeón del mundo se tiró con todo para arrebatarle el liderato al monegasco. Pero cuando el 16 se quitó la mosca cojonera del 1, tiró, estableció una distancia prudencial con el Red Bull, y no volvió a tener problemas con el neerlandés. Detrás, Carlos Sainz fue a rebufo toda la carrera, sin problemas por detrás, controlando en todo momento al otro Red Bull, el del mexicano 'Checo' Pérez.
Pero, a pocas vueltas del final, la carrera dio un vuelco con el abandono de Pierre Gasly, que tuvo que aparcar en el arcén su Alphatauri envuelto en llamas. Coche de seguridad por lo tanto, todos los coches con ruedas nuevas y una nueva carrera que se iba a dirimir en cuanto el safety car abandonara la pista. La minicarrera se iba a disputar entre, por este orden: Leclerc, Verstappen, Sainz, Pérez y Hamilton, que tras ir toda la carrera a remolque tenía su oportunidad, difícil pero no imposible, de subir al podio.
Y cuando se reanudó la carrera, con solo tres vueltas por disputarse, Leclerc volvió a demostrar que era el mejor piloto del día, y además a borde del mejor coche, y no dio ninguna oportunidad a Verstappen. Que tampoco estaba para tirar cohetes, pues reportaba por radio problemas en la dirección asistida de su Red Bull. Sainz, oído cocina (las radios de equipo son públicas para el resto de escuadras), olió la sangre y se tiró a la yugular del campeón del mundo. Que, además, comenzó a tener problemas eléctricos también. Y una vuelta le duró Verstappen a Sanz, que le rebasó y se encaminó a completar el histórico doblete de Ferrari.
Y comenzaron los dos minutos más negros de Red Bull. Si en la última carrera de 2021, en Abu Dabi, el equipo austriaco alcanzó la gloria en la última vuelta, cuando Verstappen rebasó a Hamilton para ganar el Mundial, en esta ocasión los kilómetros finales de Baréin resultaron infernales para el equipo del toro, pues Verstappen, nada más ser superado por Sainz, rompió el coche, que fue perdiendo todas las posiciones, hasta abandonar, a paso de cabra, la pista en dirección a boxes. La cosa parecía que iba a quedar Leclerc, Sainz y Pérez en el podio. Pero el mexicano, uno de los pilotos más fiables, no tuvo fortuna en la última vuelta cuando, presionado por el Mercedes de Hamilton, que quería rematar con un podio el mal inicio de Mercedes en este Mundial, hizo un trompo en el peor momento, cuando todo el pelotón venía detrás en fila india. Resultado: Hamilton tercero y Pérez, y Red Bull, fuera. Los de la bebida energética comienzan el Mundial con un doble cero que les va a meter mucha presión en las próximas carreras.
Alonso, regular tirando a mal
En cuanto al resto de los pilotos, Fernando Alonso no comenzó nada bien el Mundial, con un Alpine al que le faltó fuerza toda la carrera, y que además no se adaptó bien a su principal apuesta, el neumático duro. Su noveno puesto final, dos por detrás de su compañero de equipo, Ocon, no es la mejor noticia sin duda. Por lo tanto, el Plan de momento es... la remontada.
George Russell terminó cuarto al final en su debut en Mercedes, beneficiado evidentemente por el doble desastre final de Red Bull. A pesar de todas las esperanzas puestas en el joven piloto británico, queda claro que está a años luz de Hamilton. Por el lado contrario, sin duda el piloto del día, además de Leclerc, fue el danés Kevin Magnussen, que en el día de su redebut con el equipo norteamericano, sin apenas haber podido entrenar pues está en el Mundial por la expulsión del equipo del ruso Mazepin, consiguió un quinto puesto, la mejor clasificación de la historia del equipo Haas. Y justo detrás, el Alfa Romeo de Valtteri Bottas, que calla muchas bocas que le tacharon de piloto mediocre por no poder hacerle ni sombra a Hamilton en sus años en Mercedes.
Aunque, si hablamos de fracaso en Red Bull, debido más que nada a circunstancias de carrera, entonces lo de McLaren es un hundimiento en toda regla. ¿Se acuerdan cuando el año pasado tantos 'expertos' en Fórmula 1 criticaban a Carlos Sainz por haberse ido a Ferrari dejando McLaren? Pues bien, en el Gran Premio de Baréin, los monoplazas papaya terminaron en decimocuarta (Ricciardo) y decimoquinta posición (Norris). Como decíamos ayer, si con la nueva reglamentación unos suben, otros tienen que bajar. Y los de Woking tienen un largo camino no solo que recorrer, sino incluso de recuperar, porque McLaren, el histórico equipo de Ayrton Senna, ha comenzado el Mundial 2022 siendo el peor equipo de la parrilla.
La próxima carrera, justo en siete días en Arabia Saudí, de un Mundial que, de momento, ha comenzado cumpliendo las muchísimas expectativas que teníamos depositadas en él. Mira que el Mundial 2021 fue el mejor de los últimos años, pero este 2022 no parece irle a la zaga. ¡Viva la Fórmula 1!