Desde su lanzamiento en el año 2013, el Renault Captur se ha convertido en un gran éxito comercial de la marca del rombo y, lo más importante, es un coche fabricado en la planta española de Valladolid. En su primera generación se llegó a exportar a más de 50 países de todo el mundo. Un coche que combina un estilo de tipo todocamino, más alto y con protecciones, pero al mismo tiempo con un estilo elegante y con una pintura bicolor muy llamativa. Esta primera generación tuvo un gran éxito comercial.
Con esta segunda generación, el Captur ha dado un gran salto cualitativo, es algo más grande, también más elegante, pero sobre todo es mucho más ecológico, tal y como demanda la sociedad. Por ello, este nuevo Caotur se ofrece con versiones con mecánica híbrida e híbrida enchufable, ambas basadas en la tecnología e-tech del Grupo Renault.
Un tecnología muy avanzada, desarrollada a partir de la experiencia de Renault en la Fórmula 1, que resulta complicada de explicar pero muy buena en su utilización. Y me explico: No es, como en el resto de vehículos híbridos, un motor eléctrico y uno de gasolina combinados antes de la caja de cambios y tras ambos un cambio de marchas automático que es el que se encarga de transmitir a las ruedas el par disponible.
En este caso hay dos motores eléctricos que funcionan de una u otra forma, que hace que tan pronto sea el eléctrico como el de gasolina el que funcione. No es fácil explicar su funcionamiento, pero la realidad es que funciona realmente bien. Se consigue lo que se quiere en un coche de este tipo, una mecánica de consumo ajustado y un equipo motriz que ofrece empuje en todo momento.
Les decía que el Captur se ofrece en versiones híbrida e híbrida enchufable y en ambos casos su funcionamiento es el mismo. La diferencia es que, mientras que el HEV cuenta con una batería pequeña de solo 1,5 kWh, el PHEV tiene una más grande, de 9,5 kWh. Esta última permite ser enchufada a un punto de recarga. La diferencia es que mientras que el HEV puede recorrer un máximo de 3 o 4 km en modo solo eléctrico, en el enchufable la distancia que pueden recorrer en modo eléctrico supera los 50 km. También hay una pequeña diferencia en cuanto a potencia ya que el híbrido tiene 143 que pasa a 159 CV en el PHEV.
Esto hace que también haya una diferencia importante entre ambos modelos. El HEV, el más sencillo, tiene etiqueta "eco", mientras que el enchufable (PHEV) tiene la de "0 emisiones". También hay otra diferencia importante en su precio. Si comparamos un Captur de gasolina con un híbrido y un híbrido enchufable la diferencia entre cada uno, a igualdad de equipamiento, es de unos 4.500 euros.
Un híbrido avanzado
La versión que hemos probado en esta ocasión es la que emplea el sistema híbrido más sencillo, el no enchufable. De esta forma tenemos un vehículo que funciona bien gracias a su potencia combinada entre ambos motores de 143 CV, de los que su propulsor de gasolina solo ofrece 94 CV. Es una cifra pequeña, sin duda, para mover este vehículo, sobre todo si vamos a circular mucho por carretera. La realidad es que sorprende porque, gracias a la combinación de sus motores eléctricos con su funcionamiento "diferente", unidos a su propulsor térmico permite una buena agilidad de marcha.
Para circular en ciudad ofrece un funcionamiento muy suave y sencillo, aunque a veces, debido al funcionamiento un poco extraño del sistema híbrido, tendremos algún ruido menos controlado. No es que algo funcione mal, es que el sistema va combinando los motores para que todo sea lo más ahorrador posible. Pero siempre, cuando pisamos fuerte el acelerador, el vehículo se impulsa con alegría.
Un detalle que me parece muy bueno es el cambio de marchas. Va situado en una posición muy buena, sobreelevado respecto a la mayor parte de los coches, y situado en un saliente de la consola central. Es una palanca automática convencional, pero con una segunda posición de marcha, la "B". En este caso aumenta el grado de retención y con ello también la producción de energía con la que recargar la batería.
No es un vehículo pensado para ir muy deprisa, sino más bien para hacer una conducción normal, en la que se busque primar el confort de marcha y la reducción de consumos. Su conducción en todos los casos es suave y sencilla. Solo tenemos que ocuparnos de pisar el acelerador y dosificar lo deprisa que queremos circular.
En cuanto a los modos de uso del sistema híbrido, encontramos cuatro opciones, Pure para un uso solo eléctrico siempre que sea posible, uno Sport para buscar las máximas prestaciones y un modo MySense. En este último el sistema funciona de modo automático para lograr la máxima eficiencia. También hay un modo e-save para guardar la carga de la batería para cuando se llega a la ciudad.
Grado de retención ajustable
Me ha resultado muy cómodo el manejo con esta opción en la palanca, sobre todo para poder circular en carretera. Si vamos por una zona virada y queremos reducir un poco la velocidad antes de llegar a la curva, solo tendremos que accionar el modo "B" y automáticamente el coche se retiene lo justo para entrar en la curva de manera segura. Es decir, gracias a este sistema nos ahorramos tener que frenar al llegar a la curva y volver a acelerar al salir de la misma para mantener la velocidad. Esto permite ahorrar combustible porque no se pierde la energía de la frenada sino que esta se emplea en recargar la batería, algo que luego usaremos para volver a acelerar al salir.
Este Renault Captur me ha parecido una opción muy interesante para un usuario que hace mucho uso en ciudad y algo menos de carretera, pero sin renunciar a ella. Una alternativa híbrida que sólo algunos fabricantes ofrecen en este segmento, más allá del grupo Toyota, el gran especialista de los híbridos. Entre tanto, el Grupo Volkswagen y todas sus marcas no cuentan con un vehículo con etiqueta "eco" en este segmento más allá de las versiones de gas natural, poco operativas, o el grupo Stellantis con sus marcas Peugeot, Opel o DS solo disponen de modelos con motor térmico o con propulsión 100% eléctrica, esta opción es por el momento la más interesante del mercado.
Y es que con este vehículo se tiene etiqueta "eco" con un precio bastante razonable, que parte de 25.000 euros segun la tarifa oficial, y sin tener que cambiar de forma de entender el automóvil al apostar por un vehículo 100% eléctrico que requiere tener un punto de recarga y que supone renunciar a una gran autonomía.