
Esta semana se acaba de conocer el Coche del Año en España, institucionalizado desde hace medio siglo por el diario 'ABC'. Y el vencedor, gracias a los votos de los lectores del diario, que 'revisaron' el veredicto de los jurados de la prensa del motor de toda España, fue el Renault Arkana, un vehículo que se integra en el segmento todocamino pero que aporta dos novedades importantes como son un eficiente sistema híbrido de última generación y también una estética diferente, por su parte trasera en caída lo que le hace un todocamino cupé. Vehículos habituales en el segmento de los SUV premium alemanes, pero no tanto entre los fabricantes generalistas.
El Renault Arkana es el primer modelo de nueva generación de la marca francesa tras la llegada de Luca de Meo a su presidencia. Un modelo que se está vendiendo muy bien en los mercados español y europeo y que aporta todo lo que un usuario medio quiere en un coche de este tipo. Es un vehículo que ofrece una mayor altura libre al suelo, lo que cumple la característica fundamental de los nuevos modelos todocamino tan buscados por los clientes. Y también una estética más robusta, con sus pasos de rueda protegidos.

Eso no significa que sea un coche muy campero, que realmente no lo es aunque sí permite rodar con tranquilidad por pistas y caminos forestales. Pero esa mayor altura al suelo también ofrece una mayor visibilidad y, sobre todo, un magnífico acceso al interior del vehículo. La mayor visibilidad que ofrece al conductor y a sus ocupantes le hace un coche muy agradable en el día a día.
La altura libre al suelo es de 20 cm, una cifra más que suficiente para asegurar el poder moverse con garantías de no romper nada por los caminos. El empuje que ofrece su equipo motriz formado por los dos motores, con una potencia combinada de 148 caballos, permite incluso salir de situaciones complicadas fuera del asfalto, aunque este no es su entorno ideal. Eso sí, lo que no tiene es control de descenso.
El Arkana aporta otra cosa importante, que todos los modelos de la gama del nuevo de Renault cuentan de serie con la etiqueta "eco" de la DGT. Ese es un detalle muy importante en los tiempos que corren para poder acceder con tranquilidad al centro de ciudades como Madrid o Barcelona y otras en las que pronto será obligatorio.
¿Pero por qué tiene esa etiqueta eco? pues porque todas las variantes ofrecen tecnología híbrida de una otra manera. Las versiones "pequeñas", con motores de 140 o 160 caballos incorporan un sistema microhíbrido de 48 V que proporciona un mayor empuje gracias al sistema eléctrico adicional que incorporan.
Tope de gama
La versión tope de gama es el Arkana e-Tech Hybrid, en el que si encontramos un sistema híbrido de última generación y además muy sofisticado. Con este sistema combina el motor de gasolina de 94 caballos con un propulsor eléctrico de otros 50 caballos que también se ouopa de mover el vehículo. Pero no se trata, como en el resto de los vehículos híbridos de un motor de gasolina y otro eléctrico independiente que funcionan por separado o conjuntamente. En este caso es una perfecta combinación en la que el conductor solo nota que el vehículo siempre tiene par y empuje para poder acelerar.
Además, dispone de un tercer motor también eléctrico, lo que hace aún más sofisticado el sistema híbrido de Renault. En este caso es un motor que solo se encargar de producir electricidad para los diferentes sistemas del vehículo y que proporciona otros 20 caballos.
Es el propio sistema el que gestiona cuándo conecta un motor, cuando conecta el otro, cuando utiliza los dos al mismo tiempo. o cuando emplea el tercer motor para producir electricidad. Y siempre lo hace para conseguir el mínimo consumo, sin que falte el empuje necesario para mover el vehículo con agilidad cuando el conductor pisa el acelerador. No es fácil entender cómo funciona en cada momento, pero el resultado me ha parecido perfecto.
En la información oficial se explica que el coche cuenta con un sistema de cambio de 15 marchas, pero su funcionamiento es muy especial. No se trata, como en el caso de un híbrido tradicional con cambio de tipo CVT de que acelere más o menos en función de las revoluciones o de la posición de la polea, ni tampoco de lo que encontramos en un híbrido con cambio automático, que va cambiando de marcha.
En este caso es una combinación de los dos sistemas de funcionamiento del vehículo que proporciona un excelente dinamismo y la máxima reducción del consumo. A lo largo de nuestra prueba, hemos hecho más de 2000 km con el vehículo circulando por ciudad en torno a un 15 % o incluso menos y el resto por carretera. Y siempre han sido recorridos hechos a la máxima velocidad posible, Pero siempre dentro de la legalidad.

5,7 l/100 km
Y en esas circunstancias el consumo medio de nuestro Arkana híbrido fue de 5,7 litros. He hablado con otros compañeros que lo han probado y han conseguido cifras incluso más bajas. Pero les aseguro que en ningún momento he tratado de rodar más despacio para lograr una cifra de consumo más baja, sino que he hecho la utilización normal que haría cualquier ciudadano con su coche.
Aunque el dato más impactante en este sentido es su valor homologado en el ciclo combinado WLTP, de 4,8 litros/100 km. En este mismo ciclo la prueba a velocidad alta arroja un resultado oficial de 4,3 litros, una cifra realmente impresionante, mejor incluso que las de los vehículos diesel equivalentes. No hay que olvidar que es un coche grande, alto y pesado, de 1.500 kg en esta versión, y que tiene un motor de gasolina, que siempre es más consumidor que uno de gasóleo.
Su conducción es sencilla y muy agradable. Solo tiene una palanca, similar a la de un coche automático, con las posiciones habituales, pero además de la "D" encontramos la "B". En este último caso al seleccionar el modo B lo que hacemos es aumentar el grado de retención. Con ello tendremos una conducción mucho más agradable, y ahorradora cuando circulamos en ciudad.
En este modo de conducción B, al levantar el pie del acelerador el coche se retiene y recarga la batería mientras que cuando lo hacemos en D se mueve por inercia. De esta manera para circular por carretera lo normal es rodar en D, pero si estamos bajando un puerto o circulamos en una carretera de muchas curvas que requiere frenar a llegar a cada giro, es mejor hacerlo en la "B".
Con esas cifras queda claro que, sin duda, el Arkana es una muy buena alternativa porque ofrece lo que tienen Audi, Mercedes o BMW en sus gamas con sus todocamino de estilo cupé, pero con el precio de un fabricante generalista. Y su mecánica es realmente destacable por su buen funcionamiento, la agilidad que proporciona y sobre todo su consumo muy ajustado.
Pero además de todos estos temas mecánicos, el coche es bonito, muy vistoso con una parte trasera en caída que le proporciona un aspecto dinámico que tienen muy pocos vehículos del segmento todocamino. Esa estética de tipo más cupé, además, no le quita espacio a los ocupantes de las plazas traseras. En esa zona una persona de 1,80 m, e incluso algo más alto, no tiene el menor problema, ni tampoco la sensación de agobio que si ofrecen otros coches similares.
En el caso del coche que hemos probado en esta ocasión, además incorporaba el acabado más lujoso de la gama, el RS Line, que aporta algunos detalles que le confieren un estilo más deportivo. Entre ellos, sus llantas en color negro mate o su parte trasera con el difusor en un color diferente al negro habitual. Y también hay cambios en su parte frontal, siempre tendentes a buscar ese estilo más deportivo.

He dejado para el final su espacio interior. Es un coche muy amplio que sorprende. Cuando lo vemos por fuera da la sensación de que su interior va a ser pequeño, sobre todo en su parte trasera. Pero cuando entramos vemos otra realidad, un coche amplio y con gran sensación de espacio, quizá por su buena luminosidad interior. Y un detalle muy importante que no podemos olvidar es su maletero. Con una cifra de 480 litros, muy razonable para este vehículo si tenemos en cuenta su estética, es una buena opción para tener un coche polivalente, vistoso, de consumo ajustado y con etiqueta "Eco".