Video: Jorge Luis Cortés
Una fibra (Fideicomiso de Inversión en Bienes Raíces) es un instrumento para poder invertir en el mercado de bienes raíces, como su nombre indica. Estos instrumentos se compran y venden como acciones en el mercado de valores.
Estos títulos existen en México desde el año 2011 de forma a los Real Estate Investment Trusts (REIT) estadounidenses.
Existen diferentes tipos de fibras en el mercado: industriales (fábricas o bodegas), comerciales (centros comerciales), las que invierten exclusivamente en hoteles o escuelas y mixtas, que agrupan a varios de los anteriores.
Son 12 las fibras listadas en las bolsas de valores, y existe un índice en la Bolsa Mexicana de Valores que mide su desempeño.
Los ingresos de estos instrumentos derivan de la renta de espacios o locales, y por ley, están obligadas a repartir entre sus inversionistas el 95% del resultado fiscal neto, por lo que son instrumentos con un riesgo relativamente menor que otros, e ideales para inversiones de largo plazo, de acuerdo con Eduardo López, analista bursátil de Ve por Más.
Cabe señalar que existen otros tipos de fibras no tradicionales que no invierten en bienes raíces, como la Fibra E, que invierte en proyectos de energía y obtiene sus ganancias por el derecho sobre cobro de electricidad.