
El metal dorado es el activo refugio por excelencia cuando las cosas se ponen feas, con los mercados cotizando próximos a una tendencia bajista y el crudo en mínimos históricos el oro vuelve a relucir con más fuerza que nunca.
Bank of America ha elevado este martes el precio objetivo del oro a 18 meses a 3,000 dólares la onza desde los 2,000 que estimaban anteriormente. Según esta previsión el metal dorado superaría en un 50% su anterior récord de 1.921,1 dólares, registrado en 2011 en plena crisis de deuda.
"Los inversores buscarán más el oro a medida que la producción económica se contrae bruscamente, los desembolsos fiscales aumentan, los balances de bancos centrales se duplican y las monedas fiduciarias sufren más presión", aseguran desde Bank of America.
La entidad espera que el metal amarillo cotice a una media de 1,695 dólares la onza este año y de 2.063 dólares en 2021. El precio del oro se ha elevado aproximadamente un 11% desde el primero de enero y a día de hoy cotiza sobre los 1,693 dólares.
Aunque desde el banco de inversión también avisan de que el metal precioso tendrá que hacer frente a un mercado complicado derivado de la pandemia del coronavirus: "un dólar fuerte, una menor volatilidad del mercado financiero y una caída de la demanda de joyas en India y China podrían seguir siendo vientos en contra para el metal amarillo".
Pese a estos obstáculos, desde Bank Of America aseguran que la presión financiera ha vuelto a ser el mejor aliado del oro que escalará como nunca antes se ha visto.