España, afectada de lleno por la crisis económica mundial, entró en recesión a finales de 2008, después de dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo, según una estimación difundida este miércoles por el Banco de España.
El Producto Interior Bruto (PIB) español se contrajo un 1,1% en el cuarto trimestre frente al trimestre anterior y un 0,8% frente al mismo período de 2007, según el boletín mensual del banco central.
El banco explicó que "durante los tres primeros trimestres de 2008, la economía española experimentó una continuada pérdida de impulso" debido a la crisis financiera y la caída del sector de la construcción, hiperdesarrollado en España en los últimos años. "Esta pauta se habría intensificado en el cuarto trimestre, tras el agravamiento de la crisis financiera internacional", que afectó al consumo y a la concesión de créditos, continuó la entidad.
Una de las causas de la entrada en recesión, a la que se llega después de siete trimestres seguidos de caída del crecimiento, es "una reducción de la demanda nacional del 2,4%" frente al mismo trimestre de 2007, según el banco.
La entrada en recesión será anunciada oficialmente en febrero por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Para ello, deben registrarse dos trimestres seguidos de crecimiento negativo.
España entra en recesión, siguiendo la estela de varios países de la Unión Europea (UE), después de varios años de bonanza y de que en 2007 se alcanzara un crecimiento máximo del 3,7%, por encima de la media de la UE.
En el tercer trimestre, el PIB español tuvo un crecimiento negativo del 0,2% frente al trimestre anterior, por primera vez desde 1993.