
Las actas de la última reunión de dos días del Comité Federal de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC, por sus siglas en inglés) apuntan como los principales funcionarios consideran la debilidad en la inflación como "transitoria". Además, en el encuentro, que comenzó el 30 de abril y culminó el 1 de mayo, los altos funcionarios del grupo encargado de dictar el rumbo de la política monetaria estadounidense, determinaron que mantener su paciencia "es la postura adecuada" en estos momentos.
"Los miembros observaron que un enfoque paciente para determinar los futuros ajustes en el rango objetivo de la tasa de fondos federales probablemente seguirá siendo apropiado durante algún tiempo, especialmente en un entorno de crecimiento económico moderado y presiones inflacionarias moderadas, incluso si las condiciones económicas y financieras mundiales continúan mejorando", dijo el documento donde se resumen los temas tradatados durante dicha reunión.
Por aquel entonces, varios de los partícipes observaron que algunos de los riesgos e incertidumbres que habían rodeado sus perspectivas a principios de este año comenzaban a moderarse, incluidos los temores relacionados con un debilitamiento de la economía mundial, el Brexit y las negociaciones comerciales.
Precisamente, los altos funcionarios de la Fed continuaron observando una expansión sostenida de la actividad económica, con un mercado laboral fuerte y una inflación cercana al objetivo simétrico del 2% como resultado más probable de estas condiciones. Al respecto, "algunos" miembros del FOMC consideraron que si la economía continuaba progresando adecuadamente, la Fed necesitaría "reafirmar" su política para mantener controlada la inflación.
Sin embargo, a otros de los presentes les preocupó la reducción de las expectativas de inflación, que podrían mostrar menos rigidez dentro del mercado laboral de lo que indicaría una tasa de paro en el 3,6%. Aún así, la debilidad en los precios se atribuyó a "factores idiosincrásicos", como fuertes reducciones en los precios de prendas de vestir. Los miembros del FOMC también hablaron sobre la composición de su balance de casi 4 billones de dolares, abordando principalmente cuál debe ser la duración de los bonos que posee en cartera.
Es importante tener en cuenta que desde que se produjo la reunión del FOMC, el contexto económico ha comenzado a cambiar, especialmente en el frente comercial, donde EEUU y China han reanudado su escalada arancelaria. Es por ello que muchos economistas han avisado que el documento publicado el miércoles podría sonar algo más agresivo de la postura real que actualmente apoyan los miembros con derecho a voto dentro del Comité.
Al cierre del encuentro el pasado 1 de mayo, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, borró de golpe y plumazo la idea de un posible recorte de tipos por parte del banco central como próximo movimiento al asegurar que la Fed no estaba preocupada por la baja inflación y se contentaba con mantener su pausa.
"La reunión de mayo no apoyó la narrativa del mercado de que el FOMC estaría barajando un recorte como seguro de vida a corto plazo", indica Andrew Hollenhorst, economista de Citi. Por el contrario, Powell caracterizó repetidamente la debilidad de la inflación como "transitoria".
Antes de publicarse las actas, el mercado seguía descontando claramente al menos una rebaja de tipos para este año (43,1%) según el FedWatch de la CME. De hecho, un 20,2% de los operadores observan hasta dos rebajas de 25 puntos básicos cada una frente al 32,1% que esperan que el precio del dinero se mantendrá inamovible en el 2,25% y el 2,50% actual.
De hecho, el presidente de la Reserva Federal de San Luís, James Bullard, dijo durante una entrevista con Bloomberg desde Hong Kong que "los tipos están en un buen lugar en este momento, si acaso diría que son algo restrictivos", matizó. "Me preocupa que podamos haberlo exagerado un poco con nuestra subida de tasas en diciembre", añadió.
No obstante, el FOMC ha reiterado desde comienzos de año que mantendrá su paciencia a la hora de determinar cuál será su próximo movimiento que, a día de hoy, no debería producirse hasta 2020 según el diagrama de puntos (dot-plot) que acompañó a la comitiva del pasado 19 y 20 de marzo. Recordemos que la reunión del 30 de abril y el 1 de mayo no vino acompañada de actualizaciones en las proyecciones económicas del banco central.
Dicho esto, los economistas de S&P Global consideran que la guerra comercial podría empujar a la Fed hacia un recorte del precio del dinero. En un informe, destacó como la posibilidad de que el ciclo alcista haya llegado a su fin y que la institución opte por rebajar los tipos "ha aumentado".
Desde Capital Economics calculan que la última escalada en las tensiones comerciales podría convertirse en un lastre mayor para la economía estadounidense que las rondas anteriores de aranceles. Un arancel del 25% sobre todas las importaciones de China equivaldría a un impuesto del 0,6% del PIB, solo una parte del cual se compensaría con un aumento de las ayudas y subsidios agrícolas. Si a ello sumamos el impacto que sufrirán las exportaciones estadounidenses por las represalias chinas, el daño general a la economía de EEUU podría alcanzar el 0,7% del PIB.