
En un momento en el que el bono alemán a 10 años da un -0,1% de rentabilidad, el español un 0,8% y el francés un 0,28%, la mayor economía del mundo paga un 2,4% de intereses a quien le preste a una década. El atractivo de estos títulos puede verse amenazado por el efecto divisa, pero las perspectivas para el dólar frente al euro no asustan ahora a muchos expertos.
Los estímulos de los grandes bancos centrales, que se han basado durante los últimos años en compras masivas de bonos, han tenido un gran impacto en los precios de la renta fija. El mercado se ha distorsionado de manera que, en muchos casos, como el de los bonos alemanes con vencimientos entre 2 y 10 años, se paga un interés por prestar dinero, o el bono español, con un 0,9%. Las bajas rentabilidades han forzado al inversor en renta fija a buscar alternativas, ya que, aunque el Banco Central Europeo (BCE) aún no se ha retirado de este mercado, no parece haber mucho más recorrido alcista en precio, y antes o después llegará la normalización de sus políticas. En este contexto, muchos expertos destacan el atractivo que presenta un activo que no es precisamente exótico: la deuda estadounidense.
Gracias a que la Reserva Federal (Fed) dejó hace tiempo de intervenir el mercado de deuda con sus compras de bonos, las rentabilidades son ahora del 2,39% para la referencia a 10 años, y del 2,19% para la que vence a 2, mientras que para el índice agregado de renta fija corporativa estadounidense con vencimientos entre 1 y 3 años la rentabilidad media actual a vencimiento, según los datos de Bloomberg, es del 2,4%. Llevando el mercado de deuda al terreno baloncestístico, podría decirse que los plazos cortos del bono estadounidense son el tiro más seguro que hay ahora en la cancha de la renta fija, mientras que invertir en títulos europeos, con muy bajas rentabilidades, o en los de economías emergentes, con más riesgo que la estadounidense, supone alejar más el tiro y se puede llegar a forzar un triple sin ángulo y sobre la bocina que acabe dejando pérdidas al inversor.
Víctor Alvargonzález, socio fundador de Nextep, considera que los títulos estadounidense son atractivos, y defiende que "hay un diferencial de tipos beneficioso para los bonos norteamericanos. Los tipos de interés son el precio del dinero; donde mejor se paga el dinero es donde se va el dinero", razona, y considera especialmente interesante el corto plazo: "Las mayores cantidades de dinero se mueven en liquidez a corto plazo. Buscan un pequeño diferencial, por lo que imagínate si hay uno de esta cuantía", explica.
El problema es, como explica César Ozaeta, gestor de fondos de renta fija en Abante Asesores, que esta estrategia no es rentable para quien no quiera correr el riesgo de estar invertido en dólares estadounidenses. "Si no asumes el riesgo divisa, no es rentable, ya que el bono americano a 10 años ofrece el 2,4% ahora y el coste de cobertura está en el entorno del 3%", señala el gestor, quien avisa de que "sería una inversión en el dólar. En este sentido es difícil saber qué va a pasar. El dólar lleva en un rango entre 1,15 y 1,11 dólares que está respetando bastante, y no tengo una visión tan positiva para la divisa como para pensar que se va a ir a 1,05 dólares por euro", explica.
Alvargonzález, sin embargo, también considera buena idea tener peso en el dólar. "No está exento de riesgo; no es gratis: puedes estropear la inversión en bonos por un movimiento de la divisa y eso hay que tenerlo en cuenta. Pero hay que recordar que a la divisa la mueven los tipos de interés y la fortaleza de la economía subyacente y en este sentido la economía americana no tiene rival en Europa", destaca.
Fondos de deuda a corto plazo
Para aprovechar el atractivo que pueda tener la deuda estadounidense a corto plazo, el inversor español cuenta con 46 fondos disponibles a la venta en España, que se compran en euros, de la categoría de renta fija estadounidense, con 5.000 euros o menos de inversión mínima, con una duración media de su cartera actual por debajo de los 4 años y con 5 años al menos de recorrido.
Tomando como referencia el último lustro, los cuatro fondos que mejor lo han hecho están centrados en la inversión en deuda corporativa sin grado de inversión. Se trata del Fidelity US High Yield EUR, el Wells Fargo (lux) WF US HY EUR Acc, el Nomura Fds US High Yield Bond EUR y el Nordea 1 North Amer HI Yield EUR, cuatro fondos que invierten principalmente en bonos con calificación BB y B y que, de media, en este momento tienen en cartera una rentabilidad media a vencimiento de entre el 6 y el 7% en todos los casos. Los dos primeros han logrado una rentabilidad del 9% anualizado durante los últimos 5 años. El fondo de Nomura logra casi un 8,5% anualizado en 5 años, y el de Nordea un 8,2.
La parte de deuda corporativa es clave en estos fondos, ya que en este tipo de títulos se pueden encontrar rentabilidades muy por encima del soberano: "En el mercado estadounidense hemos encontrado algunas emisiones que aportan valor a plazos cortos, inferiores a dos años, como es el caso de Euronav e Intenational Seaways con rentabilidades a vencimiento en torno al 7-8%", explican desde Ábaco Capital.