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Sin ayuda del BCE, el inversor visita los gigantes bancarios a la espera de las fusiones

  • Los inversores siguen fascinados por el sector, aunque todavía no sef ían
Imagen: Dreamstime.

A pesar de que son pocos los que han sido capaces de rentabilizar su inversión en banca europea en los últimos años, lo cierto es que el sector despierta el interés de los inversores. Probablemente pocos guarden un buen recuerdo de su visita a las distintas entidades de la región, pero lo cierto es que sigue siendo una de las industrias que más llaman la atención.

"He sido analista de banca durante 14 años y lo que puedo contar es que fascina a los inversores. Y creo que es así porque realmente no se entiende lo que está pasando. Pase lo que pase, están interesados en el sector, pero la pregunta es la de siempre. ¿Están entrando en él o no?", reflexiona Alex Koagne, cogestor del fondo Oddo BHF European Banks. Con la subida de tipos cada vez más lejos –no se prevé hasta bien entrado 2020– y a la espera de conocer los detalles del nuevo TLTRO y si el BCE dejará de penalizar a los bancos por dejar su dinero aparcado, el foco de los inversores está en un posible proceso de consolidación.

Con una rentabilidad sobre el capital (ROE) que todavía se queda por debajo del 10 por ciento y que parece haber tocado techo sin ayuda del BCE –para este año se espera que esta ratio se mantenga en el 7,2 por ciento–, el propio Mario Draghi resaltaba el miércoles en su comparecencia la necesidad de más fusiones. "Lo que está claro es que el sistema bancario en Europa está sobrecargado. La necesidad de consolidación es muy significativa. Parte de la debilidad del sector es por esta sobrecapacidad. Y no es porque haya poco crédito, es por el número de empleados, de oficinas, los costes (...) Hay una relación entre la escala de un banco y la capacidad de llevar a cabo las inversiones necesarias para mejorar la competitividad con la digitalización", señalaba Draghi. Si en EEUU los cinco grandes bancos copan el 50 por ciento de la capitalización bursátil del sector, en Europa concentran un 25 por ciento.

Doméstica antes que transnacional

En medio del ruido corporativo, las grandes entidades de la región se han comportado de manera mucho más sólida en 2019. Los ocho grandes bancos del índice bancario de la eurozona sube un 17,5 por ciento de media en lo que va de año, la clase media se apunta en torno al 10,5 por ciento y los más pequeñas dejan su revalorización en el entorno del 5 por ciento. "Esperamos que los líderes bancarios vean el M&A como una forma más viable para mejorar retornos y resetear planes estratégicos, mientras se clarifica el entorno regulatorio exterior.

Las consecuencias sobre las valoraciones de integraciones que se hacen para ahorrar costes son poderosas", explican en UBS. Los expertos apuestan porque el proceso sea doméstico, toda vez que las fusiones transnacionales todavía se antojan más tortuosas con el embrollo regulatorio en el que estará inmerso el sector al menos hasta 2023. "Por ahora solo hemos tenido experiencia de fusiones a escala nacional, donde los ahorros de costes por sinergias y optimización de redes resultan evidentes, pero a medida que avancemos en la Unión Bancaria no sería descartable que se produjeran fusiones transfronterizas en esta área", indicaba Margarita Delgado, subgobernadora del BdE, en una entrevista en la Memoria de la Supervisión Bancaria en España en 2018.

Según datos de Bloomberg, los gastos operativos del sector bancario en la región alcanzan los 335 millones en 2020, lo que deja margen para importantes ahorros en costes toda vez que el negocio tradicional sigue presionado. "La norma general que se aplica a las posibles operaciones es asumir que, si hay las líneas de negocio adecuadas o coincidencia geográfica, se puede ahorrar alrededor del 10 por ciento de los costes combinados. Fusionar las funciones de las gestoras y centro corporativo, así como racionalizar la estructura del banco y el número de empleados podría lograr similares sinergias en caso de fusiones de grandes entidades internacionales", concluyen en Bloomberg Intelligence. Pero, ¿cuáles son los campeones de cada país y cuáles de estos gigantes tienen los pies de barro y acabarán desmoronándose?

Alemania

Si ha habido un país en el que ha imperado el ruido corporativo en el sector bancario en los últimos meses este ha sido Alemania. Las noticias sobre una posible fusión entre Commerzbank y Deutsche Bank se han sucedido –e incluso se ha hablado de la compra de la primera por Unicredit–. Son dos entidades en horas bajas en bolsa pero que por activos podrían crear un gigante de 1,8 billones. Sin embargo, el reto es lograr mejorar la rentabilidad sobre el capital, que se sitúa en el 1,7 por ciento en el caso de Deutsche Bank y en el 3,3 por ciento en Commerzbank. "El entorno competitivo en Alemania es especialmente exigente. Los bancos regionales y las cooperativas de crédito tienen una cuota de mercado elevada (en torno al 60 por ciento), la demanda de crédito se mantiene estable y el ratio de endeudamiento de familias y empresas es reducido", apuntan en Bankinter.

Para jugar esta baza los analistas prefieren a la segunda, que es un mantener y que podría salir ganando ante una posible lucha de Deutsche Bank y Unicredit por su control. "Vemos el interés del italiano como positivo para la acción, ya que ofrece un plan b si fallan las conversaciones con Deutsche Bank. Para este último, es negativo, ya que sugiere que podría estar bajo presión para actuar más rápido de lo que le gustaría o podría tener un competidor doméstico más fuerte", inciden en RBC.

España

En España las negociaciones para la fusión entre Liberbank y Unicaja siguen en marcha, mientras las especulaciones sobre los posibles encajes de bancos medianos como Bankia o Sabadell están presentes en mercado. La última gran adquisición fue la compra de Popular por parte de Santander por un euro, una operación con la que el banco pasó a ser líder por activos en España, superando a BBVA y CaixaBank.

"La operación entre Liberbank y Unicaja podría abrir la puerta a otra ronda de consolidación. Particularmente entre los jugadores de tamaño medio. Sería una oportunidad para que se fortalezcan, se diversifiquen las franquicias, se aumente de tamaño, se faciliten las inversiones en tecnología y digitalización y se acceda al mercado de deuda más fácil", apuntan en S&P.

La apuesta de los analistas es el Santander, el mayor banco de la eurozona después de haberse caracterizado por ser muy activo en operaciones corporativas durante las últimas décadas. Tiene una recomendación de compra y los analistas resaltan la resistencia de sus ganancias en un entorno difícil. "Es uno de los bancos más rentables de la eurozona, está bien posicionado para beneficiarse de su exposición a países de alto crecimiento en Latinoamérica y tiene uno de los beneficios menos volátiles dentro del sector", apuntan en Goldman.

Francia

Aunque los rumores sobre posibles operaciones en Francia han sido menos comunes –hace un tiempo se especuló con una posible unión entre Unicredit y Société Générale–, Bruno Le Maire, ministro de Finanzas, aseguró recientemente en declaraciones a Reuters que el sector "está demasiado fragmentado" y que "se necesita una consolidación". Lo cierto es que los dos grandes bancos cuentan con exposición a distintos países europeos. BNP Paribas obtiene al menos un 5 por ciento de su negocio en Italia, Bélgica o Reino Unido y Crédit Agricole también está en Italia.

Ambos cuentan con una recomendación de compra, pero el favorito de los analistas es el segundo. "Somos positivos con el banco, ya que creemos en la habilidad de la dirección para seguir apoyando la rentabilidad del grupo y ofrecer un lugar a salvo en el que invertir antes de una ralentización económica. En nuestra opinión, el nuevo plan estratégico [lo presentará el 6 de junio] estará centrado en proteger la rentabilidad, lo que implica mayores controles de costes y un buen control del riesgo, ya que el mix actual del negocio está apalancado al ciclo económico", destacan en Jefferies.

Italia

Italia vivió en 2017 un caso parecido al de Popular con la liquidación de Veneto Banca y Banca Popolare di Vicenza para ceder sus activos también al líder por tamaño, Intesa Sanpaolo. Sin embargo, queda mucho por recorrer en el país en términos de consolidación. Mientras a Unicredit se le ha visto como una opción en fusiones transnacionales –se le ha ligado con Commerzbank y Société Générale–, en la banca mediana se ha especulado con una posible unión entre BPM y UBI Banca –ambas capitalizan en torno a 3.000 millones– o con que esta última pueda absorber a entidades en aprietos como Monte dei Paschi o Banca Carige.

Entre los dos gigantes del país, los analistas prefieren al más paneuropeo, Unicredit. Si bien apuestan por una limpieza de la entidad antes de que pueda acometer una gran operación. "Vemos difícil que una operación se lleve a cabo antes de que acabe el plan de negocio actual [acaba este año], ya que el nuevo consejero delegado ha dejado muy claro que este está centrado en lo inorgánico", apuntan en Berenberg. De hecho, desde Jefferies destacan el potencial de su hoja de ruta: "La historia tiene recorrido para que se paguen múltiplos más altos gracias al logro de un plan de reestructuración basado en sus propias herramientas y menos dependiente de las alzas de tipos que sus comparables".

Países Bajos

En Países Bajos se encuentra uno de los pocos gigantes paneuropeos, ING –con exposición a Bélgica, Alemania, Polonia o España–. Además cuenta con el apoyo del consenso –es un comprar– y es líder indiscutible en su país, por delante de ABN Amro, que está controlado en un 56 por ciento por el Estado. "Creemos que será un ganador a largo plazo entre la banca europea. La aceptación por parte de la dirección de las presiones estructurales en la cifra de negocio asegura que su estrategia se centrará en eliminar los costes para mejorar la rentabilidad", señalan en Berenberg.

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