Tras nueve rondas de negociaciones, el pulso arancelario que ha provocado que Washington y Pekín hayan impuesto aranceles adicionales sobre un catálogo de productos por más de 360.000 millones de dólares podría llegar a su fin. El presidente de EEUU, Donald Trump, adelantó el jueves antes de su reunión con el viceprimer ministro chino, Liu He, que las negociaciones "iban muy bien" y que ambos países trabajaban para alcanzar "uno de los acuerdos más grandes jamás logrados".
Al cierre de esta edición, estaba previsto que Trump anunciase una cumbre con su homólogo chino, Xi Jinping, con la meta de hilvanar los detalles finales sobre un acuerdo comercial en las próximas semanas y poner fin a la guerra comercial instigada por el republicano a co-mienzos del año pasado.
Trump ofreció un breve detalle sobre el contenido de las conversaciones al asegurar que China comprará "más de lo que cualquiera podría creer", en referencia a la posibilidad de que el gigante asiático aumente sus importaciones de bienes estadounidenses hasta los 1,2 billones de dólares durante los próximos años. También aseguró que "todo estará cubierto", desde la tecnología al robo de propiedad intelectual, entre otros asuntos clave.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Geng Shuang, indicó que el Gobierno ha notado que Trump ha expresado en repetidas ocasiones su expectativa de reunirse nuevamente con Xi, por lo que el mandatario chino "también espera mantener la comunicación con el presidente estadounidense de varias maneras".
Los avances durante las reuniones mantenidas la semana pasada en Pekín y esta semana en Washington han sido evidentes, al menos así lo manifestó Myron Brilliant, vicepresidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de EEUU, quien estimó que el progreso ha elevado la confianza en las delegaciones de ambos países. "Es más probable que se llegue a un acuerdo en las próximas semanas, aunque aún hay trabajo por hacer", recalcó.
A comienzos de esta semana, ambos países habían alcanzado compromiso en diversas áreas, pero EEUU no tenía claro qué aranceles sobre productos chinos por valor de 250.000 millones de dólares estaría dispuesto a eliminar. Tampoco estaba claro cómo se cumpliría el acuerdo.
En los borradores, China se comprometería a comprar más productos estadounidenses, incluida soja y productos energéticos, hasta 2025 y permitirá que las compañías estadounidenses que operan en China puedan contar con el 100% de propiedad extranjera como compromiso vinculante que puede desencadenar represalias si no se cumple.
Las fuentes citadas por Bloomberg también hablaron de otras promesas no vinculantes ofrecidas por China a implementar en 2029, pero que no estarían atadas a posibles represalias de Washington. El texto también incluirá puntos de referencia, probablemente establecidos en 90 días y 180 días después de la firma, en los que se pedirá a China que cumpla con los compromisos más inmediatos.
Desde el año pasado, EEUU ha impuesto aranceles que oscilan entre el 10% y el 25% a productos chinos por valor de 250.00 millones de dólares.