
El fabricante de aspirinas y pesticidas ha sorprendido este miércoles con la presentación de unos resultados de 2018 que mejoran las previsiones de los analistas, gracias a la mayor demanda por sus herbicidas, y ganó un 63% más el año pasado de lo que estimaba el mercado. No obstante, los costes financieros de la compra de Monsanto han hecho mella en el beneficio, que cae un 80% con respecto al ejercicio anterior | Todo sobre el índice Eco30: qué es y quiénes lo componen
Los títulos de Bayer han llegado a revalorizarse casi un 5% en la sesión del miércoles, aunque han terminado la jornada con una subida cercana al 4%, hasta los 69,20 euros. La compañía alemana, el mayor productor mundial de semillas y sustancias químicas para la agricultura ha recuperado en torno a un 17% desde los mínimos de diciembre y acumula una rentabilidad próxima al 15% en lo que llevamos de año.
Un avance importante, si se tiene en cuenta que el valor de sus acciones ha caído un tercio desde que se completó la fusión con Monsanto en junio, según informan desde Bloomberg. El potencial alcista de consenso se acerca al 30%, lo que podría elevar el precio de las acciones hasta los 88,7 euros en los próximos doce meses.
A pesar de que en el cuarto trimestre del año pasado registró unas pérdidas de 3.900 millones de euros, frente a los 148 millones del mismo periodo del año anterior, lo cierto es que la firma germana pone fin a 2018 con un beneficio neto de 1.695 millones de euros, una cifra a la que ha aportado mucho la unidad de investigación de cultivos, impulsada por la fuerte demanda de herbicidas, fungicidas, insecticidas y semillas de maíz.
"El aumento del 6,1%, ajustado en función de la moneda y de la cartera, se debió en gran medida a la normalización de los inventarios de protección de cultivos en Brasil, donde las actividades del año anterior se habían visto afectadas por las medidas necesarias en este contexto", aseguran desde la propia compañía.
Y añaden que las ventas también repuntaron en las regiones de Asia-Pacífico y Norteamérica, aunque disminuyeron en Europa por condiciones meteorológicas poco favorables y cambios regulatorios que afectaron a algunos productos específicos en Francia.
El atractivo crecimiento del beneficio
Bayer cuenta con una recomendación ininterrumpida de compra del consenso de mercado desde hace 21 meses, que se remonta a mayor de 2017. Un 76% de los 25 analistas que siguen a la empresa multinacional aconseja adquirir sus títulos frente a al 71% sobre 28 expertos que lo hacía en octubre.
Entre sus datos más atractivos figura el crecimiento del beneficio neto, que se duplicará entre 2017 y 2021, al pasar de los 3.249 millones de euros a los 6.389 millones, según las cifras de consenso que recoge FactSet. Ya en 2020 se prevé que las ganancias superen los 5.000 millones.
La firma, también activa en la industria farmacéutica, tanto para humanos como animales, obtuvo un 18,5% de sus ingresos de la fabricación de pesticidas en 2017, casi un 14% de fármacos para el sistema cardiovascular y cerca de un 20% de la producción de otros medicamentos.
Los juicios que vienen por el glifosato
A finales de enero ya eran 11.200 los demandantes que habían iniciado un proceso judicial contra Bayer por las consecuencias que su herbicida Roundup habría tenido para la salud. Son siete los juicios que están previstos a lo largo de este año y el lunes pasado comenzó el primero en San Francisco, que se tomará como indicador de lo que suceda en el resto. El próximo juicio está planeado para el mes de marzo. "Un tribunal sentenció el año pasado que el glifosato, el ingrediente activo del herbicida, era culpable del cáncer del antiguo encargado del césped de una escuela", informan desde Bloomberg, y añaden que "en octubre, un juez recortó los daños de 289 millones de dólares a 78,6 millones.
Desde Bayer argumentan que no hay evidencias científicas de que su herbicida provoque cáncer y Michael Leuchten, analista de UBS, considera que "tras los descensos recientes, el precio de la acción ya no está descontando ningún efecto de Roundup, aunque el herbicida es todavía vital para los agricultores estadounidenses y hay una posibilidad de que Bayer acabe por llegar a acuerdos o ganar las batallas legales".