Cie Automotive volvió ayer a dar un golpe sobre la mesa en medio de las dudas que existen sobre el crecimiento económico mundial y que impacta, directamente, en las compañías más expuestas al ciclo.
La firma presidida por Antón Pradera presentó sus cuentas correspondientes a 2018, por encima de la previsión que manejaba el consenso. Esto hizo que sus acciones escalaran un 3,52 por ciento en la sesión, hasta los 25,88 euros, una cota que no tocaba desde comienzos del pasado mes de marzo. Desde los mínimos que marcó la compañía en diciembre -por debajo de 20 euros-, su revalorización en la bolsa española roza ya el 30 por ciento.
Cie Automotive cerró el pasado ejercicio con un beneficio neto de 243 millones de euros, un 20 por ciento más que en 2017, si se excluye la venta de Dominion, por la que generó plusvalías de 238,9 millones de euros.
La firma confirmó, además, todos los objetivos de su plan estratégico a 2020 -metas que, por cierto, revisó al alza e hizo más exigentes a comienzos del año pasado-. "Las ventas en la división de automoción crecieron un 6,6 por ciento más" que contrasta "con la caída del 1 por ciento del mercado de fabricación de automóviles a nivel global", apuntan desde Renta 4.
Cie Automotive registró un crecimiento de las ventas en todos sus mercados, especialmente en los menos maduros -como son Brasil, un 27,1 por ciento al alza; China, un 21,8 por ciento; e India, con otro aumento del 20,8 por ciento-; mientras que en Europa y Norteamérica, donde las ventas en conjunto cayeron, Cie logró crecer un 4,7 y un 11 por ciento, respectivamente.
La compañía está lejos, no obstante, de los máximos históricos que conquistó en junio del año pasado, en el nivel de los 31,92 euros por título. Para recuperarlos, la acción debe subir otro 23,3 por ciento. El consenso de mercado mantiene su recomendación de compra y un precio objetivo en 28,88 por ciento.
