En su opinión, las empresas del sector también están promoviendo la sostenibilidad "para satisfacer las demandas del consumidor"
MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
El consultor internacional en Responsabilidad Social Empresarial, Pierre Hupperts, destaca el auge que están experimentando "aquellas iniciativas que combinan la promoción de la sostenibilidad en la cadena de producción, con un diseño moderno y atractivo", gracias a la presión de ONG y sindicatos sobre el sector textil y el interés del consumidor por adquirir productos sostenibles.
Para Hupperts, lo llamativo es que estas iniciativas no proceden "sólo organizaciones de Medio Ambiente o de comercio justo, sino también de empresas comerciales atentas a este nuevo nicho de mercado".
En el especial 'Moda Sostenible' publicado en el último Boletín de la Fundación Ecología y Desarrollo (ECODES), el experto recuerda en un artículo que "la oferta es cada vez más atractiva y variada para poder satisfacer las demandas del consumidor". "Grandes almacenes venden camisetas hechas de algodón orgánico, y existen tiendas especializadas en ropa sin explotación, limpia etc". "Pero es sobre todo el seductor diseño lo que estimula las ventas de este tipo de productos", añade el texto.
Entre las razones que explican este incremento de actividades, Hupperts cita a "las ONG y los sindicatos que llevan años presionando al sector textil de cara a solucionar los graves defectos que se encuentran en la producción".
"Es una industria con muchos problemas desde el punto de vista social y medioambiental, sobre todo cuando la mayor parte de la producción ya no está en Europa, sino en países en desarrollo como China, India y Bangladesh", señala el experto que recuerda que "los derechos laborales básicos muchas veces no se cumplen. "No existe la libre sindicalización, se da el trabajo infantil, exceso de horas laborales, discriminación y abusos de género, etc".
A esta situación, dice, hay que sumar el impacto ambiental ya que "el algodón es el producto agrícola que más contamina en el mundo. Casi el 25% de los insecticidas y herbicidas se utilizan en la producción de algodón, "y cada año mueren centenares de trabajadores como consecuencia del uso de químicos".
"Ingentes cantidades de agua dulce se utilizan para la irrigación de los campos de algodón, lo que genera escasez de agua para usos básicos y una baja dramática en las reservas. El lavado y tintado de la ropa también supone un daño significativo para el Medio Ambiente, incluida la contaminación del agua de ríos", denuncia.
AUMENTA EL INTERÉS DEL CONSUMIDOR
El aumento del interés del consumidor por la sostenibilidad es otro de los factores que el autor considera determinante. "Estamos viendo que los mercados de productos y servicios sostenibles están creciendo muy rápidamente". "Por ejemplo, los alimentos ecológicos, los fondos de inversión socialmente responsables, coches híbridos, el mercado de biocombustibles, productos cosméticos que no conllevan pruebas en animales, revistas especializadas sobre temas de sostenibilidad y desarrollo personal, etc".
Por último, el autor cita la 'consciencia planetaria', es decir, que "cada vez más nos estamos dando cuenta de que nuestra actual forma de producir y consumir no puede continuar y que nuestro planeta no lo aguanta más" lo que ha motivado la actuación conjunta de Gobiernos, ONG y empresas.
En el caso de la industria textil, proliferan las 'innovaciones sostenibles' como fibras naturales --la ortiga, el algodón orgánico, el cáñamo y la soja-- y artificiales --gracias al apoyo de la biotecnología y la nanotecnología--. Pero el verdadero éxito de estos productos radica en que los consumidores "están dispuestos a comprarlos", concluye el texto.
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