Unicaja va camino de cerrar 2018 -a falta de una sesión y la media que se celebrará el próximo 31 de diciembre- siendo la única OPV (oferta pública de venta) en positivo que se ha producido en los últimos tres años. La entidad con sede en Málaga cerró ayer sobre los 1,1 euros por acción, el mismo precio con el que debutó en la bolsa española el 28 de junio de 2017.
En el hecho de que Unicaja haya sobrellevado mejor que el resto de las últimas salidas a bolsa el mercado bajista en el que se ha convertido 2018 destaca la fusión en ciernes que ha confirmado con Liberbank y que podría producirse en 2019.
Por delante, ambas entidades deben definir el intercambio de cartas en la que será la nueva entidad. Y es ahí donde reside el principal inconveniente. La entidad que preside Manuel Azuaga estaría en condiciones de asumir la mayoría de control dentro del banco resultante -hasta por encima del 60% en base al volumen de activos de cada entidad, que ascienden a 56.843 millones de euros en el caso de Unicaja y de hasta 39.131 millones para Liberbank-, una situación que no cuenta con el respaldo de Manuel Menéndez, consejero delegado de la firma asturiana, que aspiraría a contar con una cuota representativa de casi el 50%.
Pérdidas de más del 30%
El inversor que acudió a cualquiera de las salidas a bolsa que se han producido en el Mercado Continuo desde 2016 asume pérdidas, que van desde el 7,8% de Prosegur Cash hasta el 33% de dos promotoras inmobiliarias, Aedas Homes y Metrovacesa, desde el momento en el que pusieron un pie en el parqué nacional. Este sector, el inmobiliario, es el que protagoniza las mayores pérdidas, a las que suma el 25% de caída de Neinor Homes desde su OPV en junio de 2017, ante el cambio de ciclo que se anticipa ya en el mercado y que rebaja las expectativas con las que comenzaron a cotizar en bolsa.
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