Barcelona, 4 dic (EFE).- La fiscalidad desfavorable y la dificultad de acceso a la financiación son dos de las principales "barreras" con que topan las 'scale-ups' de Barcelona, aquellas 'start-ups' o empresas emergentes que han tenido un crecimiento sostenido en los últimos años y que ahora buscan consolidarse.
Así lo pone de manifiesto un estudio hecho por la asociación Barcelona Global junto a Barcelona Tech City y CaixaBank DayOne en el que han participado 52 de estas compañías y 20 especialistas del sector.
Una de las conclusiones básicas de este análisis es que si Barcelona quiere ser realmente un hub de 'scale-UPS (UPS.NY) debe contar con "más fondos de capital riesgo locales especializados en el crecimiento de este tipo de compañías".
El presidente de Barcelona Global, Pau Guardans, ha explicado que este tipo de compañías encuentran financiación en las fases de creación y cuando ya han alcanzado el éxito, pero no en las fases intermedias, a pesar del rol positivo que juegan entes como el Institut Català de Finances (ICF).
La fiscalidad es otra de las asignaturas pendientes, ya que los encuestados no perciben a España como un país fiscalmente competitivo para las 'scale-ups'. En concreto, le dan una nota de 2,6 sobre 7, porque instrumentos como las 'stock opcions', usadas en este tipo de compañías para captar equipos de primera línea, tributan como rendimiento del trabajo y no como rendimiento del capital (21 %).
La falta de talento local para las necesidades de estas compañías, especialmente de programadores y desarrolladores, es otro de los puntos débiles de Barcelona, y también lo es la carga burocrática que implica la contratación de talento internacional.
Y el quinto punto de mejora si Barcelona quiere posicionarse como una de las principales ciudades para crear empresas emergentes de éxito es la oferta de oficinas flexibles.
En esta línea, Barcelona Global va a hacer un estudio sobre los espacios ociosos o poco utilizados de los que dispone la capital catalana.
Además de detectar esta serie de carencias, el estudio también arroja luz sobre las características de las 'scale-ups' afincadas en la ciudad, empresas emergentes maduras que se distinguen también por que el emprendedor que la creó pasa a ser empresario.
Barcelona Global ha detectado en Barcelona un total de 131 empresas de este tipo -de las que 52 han respondido el cuestionario del estudio-, aunque la directora de proyectos de esta asociación, Anna Casadellà, ha explicado que podría haber unas 140 o 150 en la capital catalana, lo que supone "entre un 10 o un 15 % de todas las 'start-ups' que hay en Barcelona.
Se trata de empresas jóvenes con una clara especialización en el sector digital (52 % de los encuestados), fundadas por dos o tres emprendedores, un 75 % de ellos hombres con proyectos anteriores a sus espaldas.
Otro rasgo definitorio de las 'scale-ups' de Barcelona es que su financiación proviene fundamentalmente de ángeles inversores o de capital riesgo (73 %) y que todavía no generan beneficios (62 %), pero casi todas tienen planes de crecimiento operativo de contratación de empleados y previsión de levantar rondas de financiación en los próximos 18 meses.
El estudio difundido hoy se ha centrado en aquellas 'scale-ups' de base tecnológica que han captado un millón de euros en los últimos 5 años y cuya sede está en la ciudad de Barcelona o sus alrededores.
El director general de CaixaBank, Juan Antonio Alcaraz, y el directivo de Barcelona Tech City Miguel Valls han asistido a la presentación de la primera edición de este estudio, denominado Scale-Up Monitor.
Según el resultado de las encuestas, los principales factores que motivan a los emprendedores globales a impulsar nuevas iniciativas en Barcelona son la elevada calidad de vida -que puntúan con un 6,7 sobre 7-, la seguridad de la ciudad (6,2 sobre 7), la buena conectividad geográfica (5,9 sobre 7), así como la alta oferta cultural (6,1 sobre 7).
Otros datos interesantes del estudio son que el 71,2 % de las empresas consultadas dicen tener dificultades para contratar talento local, y que un 32 % de las 'scale-ups' que han participado en el estudio tienen hasta una cuarta parte de su plantilla formada por extranjeros.
En cuanto a las plantillas de esta compañías, lo habitual es que tengan más de 50 empleados, y un 38 % de ellas declaran haber recurrido a fondos internacionales para crecer.