Bolsa, mercados y cotizaciones

A veces sapos, a veces príncipes

Imagen: Dreamstime.

Tradicionalmente, los planes de pensiones han arrojado peores rentabilidades que los fondos de inversión, debido a las elevadas comisiones de la gran banca y la escasa gestión activa que realizan. Pero las cifras muestran que estos productos baten a sus rivales en las categorías de renta variable mixta y renta fija mixta.

Y si sólo fuese un mito que la rentabilidad de los planes es, por sistema, inferior a la de los fondos de inversión? ¿Y si las cifras dijesen lo contrario? Según los da-tos de Inverco, esta premisa no siempre se cumple. Las cifras publicadas hasta el momento para ambos tipos de activos revelan que -al menos desde 2015- la rentabilidad de los fondos de pensiones supera a la de los fondos de inversión en al menos dos categorías: la de renta variable mixta y la de renta fija mixta.

Y lo hace tanto en plazos cortos (un año) como en los largos. Por el contrario, los fondos sí baten a los planes en el segmento de renta variable, de acuerdo con los últimos datos de la patronal de las gestoras, correspondientes a cierre de septiembre.

Es en renta variable mixta donde los planes sacan más pecho frente a sus rivales: en los nueve primeros meses de 2018 han superado su rendimiento en 1,8 puntos porcentuales (se anotan un 0,4%, frente a las pérdidas del 1,4% de los fondos). En 2016 y 2017, la brecha fue sólo ligeramente inferior, del entorno de 1,3 puntos porcentuales. Y si nos vamos a un plazo más largo, a los 10 años, la ventaja de los planes se sitúa actualmente en 1,2 puntos porcentuales: arrojan un 3,9% de rentabilidad, y los fondos un 2,7%.

En renta variable mixta los planes sacan 1,2 puntos al año a los fondos en la última década

Si echamos un vistazo a la renta fija mixta, estos productos de ahorro de cara a la jubilación también ganan más que los fondos de inversión, aunque su victoria es, eso sí, algo más ajustada; en varios de los años observados no alcanza el medio punto porcentual. La renta variable, por el contrario, sí sigue mostrando a los fondos de inversión como vencedores, aunque en la mayoría de los años consigue su victoria frente a los planes de pensiones por una diferencia inferior incluso al punto porcentual.

Para comparar estos dos tipos de activos se han tenido en cuenta las categorías más similares -y, por tanto, las más comparables- de ambos, aunque realmente las cestas de unos y otros no son idénticas; es decir, su manera de invertir es diferente. Por ejemplo, si se echa un vistazo a los fondos de renta variable (teniendo en cuenta todas las clases) que recoge Morningstar, cerca del 33% son globales, un 17% invierten en zona euro, un 12,3% lo hace en Europa y un 9,7% de ellos en mercados emergentes. Sin embargo, los planes de pensiones son, en un 39%, globales; en un 58% se centran en Europa y únicamente en un 3% (cinco fondos de un total de 174) lo hacen en emergentes.

Solo un 3% de los planes invierte en emergentes, mientras que en los fondos la cifra alcanza el 9,7%

"Efectivamente", comenta Victoria Torre, responsable de desarrollo de contenidos de Self Bank, "los planes baten a los fondos en las categorías de fondos mixtos, mientras que en el resto de categorías los planes salen perdiendo". Pero en ocasiones, matiza, "las diferencias no son tan significativas; por ejemplo, en renta variable global a cinco años, los fondos obtienen un 10,1% y los planes un 9,4%".

Más datos los aporta José Luis Manrique, director de estudios de Inverco, que afirma que en torno a estos vehículos de inversión circulan "falsos mitos" que no se sustentan en datos reales. "Con datos a septiembre de 2018, la rentabilidad media anual del total de planes de pensiones a 25 años es del 3,99%, mientras que en el caso de los fondos de inversión es del 2,84%". Aunque el dato, señala, "es muy bueno en ambos casos", la cifra conseguida por los planes es superior "por la mayor ponderación histórica de la renta variable en los planes frente a los fondos".

'Pecan' de conservadores

Torre hace hincapié en la dificultad de comparar estos productos entre sí, o incluso para enfrentarlos a un índice de referencia, "para empezar, por el tipo de activos que tradicionalmente han sido empleados en los planes de pensiones". Muchas veces, explica, "por la naturaleza del producto y los objetivos que se persiguen a la hora de contratar un plan, la composición de las carteras de los gestores han podido pecar de un cierto conservadurismo que ha penalizado su comportamiento".

Sin olvidar una de las grandes críticas a los planes: las altas comisiones cobradas por la gran banca (que, junto con las grandes aseguradoras, acapara el 91% de la cuota de mercado, según fuentes de la industria), que dan un gran mordisco a la rentabilidad; no obstante, éstas tienden a la baja ya que en febrero se aprobó que a estos productos solo se les pueda aplicar una comisión máxima en función de la categoría.

De ese 9% restante de cuota, en torno a un 2% correspondería a entidades extranjeras y un 7% a gestoras independientes. Enrique Borrajero, socio de una de estas últimas, Abante Asesores, critica ese control por parte de la gran banca, afirmando que no tiene sentido "que en determinadas categorías 10 planes concentren el 60 o el 70% del patrimonio".

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky