Una de las estrategias más perjudicadas durante el 2008 fue la de arbitraje de convertibles. Teóricamente, debería haberse beneficiado de la alta volatilidad de los mercados, pero resultó muy perjudicada por el desapalancamiento, iliquidez y dislocación de todos los mercados.
Estos factores han dado lugar a una gran cantidad de oportunidades, tanto en el área del crédito corporativo como en el de la opcionalidad que estos activos tienen asociada. Desde noviembre se ha empezado a apreciar una recuperación.