
Ante la complejidad de conseguir rendimientos interesantes, más aún con el atractivo que está ganando la renta fija frente a la bolsa, las retribuciones de algunas compañías brillan con más fuerza, principalmente, porque ni los bonos ni la renta variable pueden alcanzarlas.
En un contexto en el que la renta variable está sujeta a una gran volatilidad y la renta fija empieza a ganar atractivo, encontrar rendimientos interesantes se está convirtiendo en un reclamo mayor para muchos inversores. Por ello, muchos optan por empresas con dividendos atractivos y hay varios cuyas rentabilidades son más que suculentas si se seleccionan retribuciones altas con buenas recomendaciones. En el caso del Ibex 35, hay dos compañías que destacan, Endesa y Repsol, cuyos dividendos rentan más de 5 por ciento.
Endesa ha mantenido una política de retribución estable a lo largo de los años (exceptuando años concretos como 2014, cuando pagó más de 13 euros por acción). En la última década, la rentabilidad media de sus dividendos ha sido del 6 por ciento y, según los expertos, tanto este año como los venideros, hasta 2022, será superior al 7 por ciento. Además, Endesa se ha comprometido a repartir el cien por cien de sus beneficios entre sus accionistas hasta, al menos, 2020. Desde JP Morgan creen que por su exposición geográfica, principalmente a España y Portugal, las inversiones para crecer de manera orgánica son limitadas y, por tanto, el gasto de capital se mantendrá en niveles bajos. "Esto debería permitirle generar un free cash flow fuerte, que puede destinar al pago de un dividendo recurrente sustancial", consideran.
Por su parte, los pagos de Repsol ofrecen este año un rendimiento superior al 5 por ciento. La petrolera cuenta con el Programa de Dividendo Flexible, por la que los accionistas pueden elegir recibir parte o la totalidad de su retribución en efectivo o en acciones, o lo que es lo mismo, paga bajo la modalidad del scrip dividend. El pasado mes de junio la compañía dio a conocer su plan estratégico 2018-2020 en el que se comprometía a alcanzar 1 euro de dividendo en el último año. Esta cifra implicará una mejora del 11 por ciento respecto al pago con cargo a 2017. Asimismo, Repsol también anunció que reducirá el capital para evitar la dilución del scrip dividend.
Entre los componentes del Cac 40 francés uno de los valores que más destaca por su dividendo es Engie. En la última década, su rentabilidad no ha bajado del 4 por ciento, si bien es cierto que ha tenido que reducir la cuantía a repartir ante la complejidad de su situación financiera. No obstante, el grupo ha buscado otras formas de fidelizar a los inversores. La Junta General de Accionistas de Engie celebrada en 2014, año en el que se vio obligada a recortar el pago un 33 por ciento, aprobó la implementación de un dividendo adicional del 10 por ciento para todos los accionistas que mantuvieran sus títulos durante al menos dos años seguidos, una política que mantiene. Para el dividendo con cargo a 2018 se espera un incremento de casi un 7 por ciento.
Con un rendimiento de más del 9 por ciento para el presente año y de más del 10 por ciento para el que viene se sitúa Taylor Wimpey, una de las empresas más atractivas
De una energética francesa a una teleco alemana: Deutsche Telekom. Con una recomendación de compra por parte del consenso de mercado, sus pagos rinden un 5 por ciento. Como muchas otras compañías, la germana recurrió unos años al scrip dividend, modalidad que ha abandonado ya para la retribución con cargo a 2017, que ascendió a 0,65 euros por título, lo que se tradujo en un 9,5 por ciento más respecto al ejercicio anterior.
Por otro lado, la caída de más del 20 por ciento que acumula Intesa Sanpaolo es responsable de la rentabilidad que ofrece la retribución de la entidad para 2018, superior al 9 por ciento. A pesar del descalabro que acumulan sus títulos, común a muchos bancos europeos, los expertos siguen aconsejando incluirla en cartera. En 2008, el banco se vio obligado a recortar su dividendo en más de un 90 por ciento, si bien poco a poco está consiguiendo acercarse a los niveles pre crisis. Así, si hace una década distribuyó 0,02 euros por acción, para 2018 la cuantía sería de 0,20 euros.
Con un rendimiento de más del 9 por ciento para el presente año y de más del 10 por ciento para el que viene se sitúa Taylor Wimpey, una de las empresas más atractivas por dividendo del Ftse 100 británico. El grupo de construcción de viviendas paga un dividendo ordinario y uno especial anual. En 2018, en conjunto, han sido más de 15 peniques (0,15 libras), un 20 por ciento más que en el ejercicio anterior. Del mismo modo, para 2019 la mejora sería del 15,5 por ciento.
Desde 2000, el operador de telefonía móvil de Estados Unidos Verizon ha mejorado cada año su dividendo
Al otro lado del Atlántico, donde las rentabilidades no suelen superar a las de Europa, CenturyLink aparece como un rara avis. La teleco estadounidense, que capitaliza más de 23.600 millones de dólares y cotiza en el S&P 500, ofrece un interés superior al 10 por ciento. Y eso que desde enero sus títulos ganan más de un 25 por ciento en el parqué. En la última década sus pagos han rentado, de media, más de un 8 por ciento.
Quien si es un viejo conocido en cuanto a dividendos es Verizon, una de las compañías con los pagos más rentables del Dow Jones gracias a su 4,4 por ciento. Desde 2000, el operador de telefonía móvil de Estados Unidos ha mejorado cada año su dividendo (en un 2,8 por ciento de media). Con cargo a 2018 los 2,39 dólares por título que se espera que pague implican un incremento del 2,4 por ciento.